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Grupos armados ilegales reclutaron a 184 niños durante 2023: disidencias de Farc están detrás de la mayoría de los casos
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Aunque hay un subregistro, la Defensoría del Pueblo indicó que los mayores responsables son este grupo guerrillero, con más del 90 por ciento de los casos, y el ELN, con el 7 por ciento.
Por: Redacción Cambio

Este 12 de febrero, tres jovenes de 16, 17 y 18 años se entregaron al Ejército en Argelia, Cauca, después de que las disidencias de las Farc los reclutaran. Los dos primeros llevaban tres meses en las filas del grupo armado. Sus casos son los de muchos que se registran cada año en Colombia. La problemática se hace más visible este 12 de febrero, cuando se conmemora el Día Internacional de las Manos Rojas, en contra del reclutamiento forzado de menores.
En 2023, la Defensoría del Pueblo documentó 184 casos de reclutamiento forzado de niños y niñas por parte de grupos armados. Las disidencias de las Farc son responsables del 91,1 por ciento de los casos, seguidas por el ELN, con 7 por ciento, y los grupos paramilitares, con 0,6 por ciento.
Según la Defensoría, 110 de los casos fueron de niños y 74 de niñas y adolescentes. Los menores entre 14 y 17 años figuran como los más victimizados, aunque también hay registros de menores de 9 años en adelante. Además, 68,4 por ciento de los reclutados pertenecían a comunidades indígenas.
Los departamentos en donde el riesgo es mayor son Chocó, Antioquia, Cauca, Valle del Cauca, Nariño y Norte de Santander. En esas regiones sucedió la mayoría de los casos de reclutamiento registrados oficialmente durante 2023.
El defensor del Pueblo, Carlos Camargo, dijo que, entre los grandes riesgos en las alertas tempranas emitidas por la entidad en los últimos dos años, se cuentan “las amenazas de muerte para ingresar y salir de los territorios, el narcotráfico y la distribución de sustancias psicoactivas; ello origina un escenario de riesgo y la generación de incentivos monetarios para motivar la vinculación de los menores de edad a los grupos armados”.
Debido a esto, la Defensoría insistió en la importancia de tocar este tema en los diálogos de paz. Puntualmente, de tener un protocolo de atención y asistencia especializada para los menores, que permitiría a las autoridades competentes tener competencias y roles claros en los procesos para la desvinculación de los menores de estos grupos.
Una preocupación fundamental son los datos, que están incompletos. Lo más probable es que el número de menores reclutados sea aún mayor. La Defensoría resaltó que el fenómeno se relaciona con la ausencia de un sistema de información que garantice la confidencialidad de las víctimas y sus familias.
Según Camargo: “Nos corresponde como Estado, sociedad y familia garantizar y fortalecer entornos protectores, generando espacios que les permitan a la infancia y la adolescencia no seguir siendo víctimas de ningún tipo de violencia”.
