
El 16 de febrero comenzaron las sesiones ordinarias del segundo periodo de la tercera legislatura.
Crédito: Pablo David - CAMBIO
Segundo tiempo en el Congreso: las reformas y los retos que marcarán el periodo legislativo
- Noticia relacionada:
- Congreso
- Gobierno
- Partidos Políticos
Este 2025 comenzó agitado y con sesiones extraordinarias en la Cámara de Representantes para discutir la reforma a la salud. Este 16 de febrero comenzó todo el Congreso y el Gobierno tendrá el reto de sacar adelante sus reformas sociales con algunos ministros nuevos y en año de precampaña.
Por: Claudia M. Quintero

Se sabía que este 2025 iba a ser un año agitado políticamente, pero ha sido mucho más intenso de lo que se esperaba: el Gobierno decretó el estado de conmoción interior el 24 de enero, el Congreso tuvo que citar a sesiones especiales para evaluar esa decisión, el consejo de ministros televisado movió el gabinete y se citaron sesiones extras para discutir la reforma a la salud. Todo eso en un mes y medio.
El tiempo fue tan corto, que el país no se terminó de recomponer de esos asuntos y ya este 16 de febrero comenzó otro agitado espacio político en el país: las sesiones ordinarias en el Congreso y comienza el segundo tiempo, por así decirlo, de la tercera legislatura. Un periodo complicado, porque es justo cuando empieza la precampaña para las elecciones presidenciales y los tableros políticos se reacomodan de cara a esos comicios.
En medio de todo esto, el Gobierno espera sacar adelante las reformas sociales que aún tienen pendientes y, de acuerdo con congresistas del Pacto Histórico, van a presentar nuevos proyectos.
Reforma a la salud, laboral, tributaria y las otras iniciativas

Los pendientes y con urgencia
Una de las principales iniciativas que el Gobierno quiere sacar adelante es la reforma a la salud, una de las que tiene más críticas y resistencia en una parte del Congreso y entre gremios y expertos en el sector.
Es, quizá, uno de los proyectos en los que el Ejecutivo tiene más urgencia porque el sistema atraviesa una crisis fiscal y, según el Gobierno, esta reforma le apuesta a solucionarla. Esa urgencia quedó demostrada porque citaron sesiones extraordinarias a finales del año pasado y lo propio hicieron a inicios de este periodo.
El proyecto avanza —aunque lentamente— en la plenaria de la Cámara de Representantes: ya hay 30 artículos aprobados de los 62 que lo componen y tiene un buen ambiente en esa corporación, que es donde el Gobierno tiene más votos a su favor. Al salir de allí, tendrá que enfrentar un paso complejo en el Senado, donde hay más resistencia frente a las iniciativas gubernamentales.
El segundo proyecto clave es la reforma laboral, que es otra de las iniciativas sociales que Gustavo Petro prometió en campaña. Ya salió bien librada en Cámara y está en la Comisión Séptima de Senado, uno de los pasos más difíciles. Fue justo en esa célula legislativa donde se hundió la primera reforma a la salud que presentó el Gobierno.
Además, la laboral tiene fecha de caducidad, porque si no resulta aprobada antes del 20 de julio, se hunde por falta de trámite y esta sería la segunda vez que eso ocurre. Hay un reto adicional por el nuevo ministro de Trabajo y, mientras se acomoda, pasará un tiempo considerable.
A esto se suma la ley ordinaria de jurisdicción agraria, que busca determinar las competencias de los jueces agrarios y el tipo de conflictos que deben resolver. Este articulado tiene mensaje de urgencia y ya fue aprobado en las comisiones primeras de Cámara y Senado, ahora tiene pendiente su discusión en las plenarias del Congreso.

Los nuevos proyectos: ¿les alcanzará el tiempo?
Esta semana que pasó, el ministro de Hacienda, Diego Guevara, aseguró que planea llevar al Congreso la reforma tributaria 3.0, una iniciativa con la que buscará lograr un recaudo a partir de “un piso de 12 billones de pesos”.
Guevara aseguró que es posible que se retomen algunos puntos de la reforma que presentó en 2022 y de la ley de financiamiento que se le hundió en diciembre de 2024.
Si bien el Gobierno necesita recursos, porque atraviesa una situación fiscal complicada, en el Congreso no hay ambiente para una reforma tributaria. Eso se vio con el hundimiento de esa ley de financiamiento y del mismo presupuesto para 2025.
También está sobre la mesa el proyecto de ley que modifica los artículos 86 y 87 de la reforma a la Ley 30 de 1992, que le apuesta a solucionar la crisis económica que atraviesan las universidades públicas en el país.
De acuerdo con el representante Heráclito Landinez, del Pacto Histórico, el Gobierno ha mencionado en varias ocasiones la posibilidad de presentar los siguientes proyectos:
- Ley de servicios públicos domiciliarios.
- Código minero.
- Modificación al sistema ambiental del país.
Sin embargo, aún no se han radicado y es bastante poco probable que lo haga. Primero, porque se tienen otras prioridades y no hay suficiente ambiente para centrar la agenda legislativa solo en iniciativas gubernamentales.
Los apoyos en el Congreso: llegan dos votos a favor del Gobierno
Es una realidad que, en Cámara, Petro tiene ventaja. Casi ninguno de sus proyectos se hunde en esa corporación y una muestra es la reforma a la salud, que, aunque la oposición ha logrado demorar el trámite, la iniciativa avanza favorablemente.
En Senado la situación es más difícil, porque los votos están más ajustados en casi todas las comisiones. Sin embargo, con las renuncias de los senadores Humberto de la Calle, de Verde Oxígeno, y David Luna, de Cambio Radical, llegaron dos congresistas con algunas cercanías al Ejecutivo. Es decir, son votos que “reacomodan las fuerzas”, como dicen los mismos congresistas del Pacto.

Se trata de Temístocles Ortega, exgobernador y excongresista, quien llegó a reemplazar a Luna, y León Freddy Muñoz, militante del Partido Verde y quien se venía desempeñando como embajador de Colombia en Nicaragua. Este último llegó a reemplazar a De la Calle. Ambos llegan a la Comisión Primera del Senado, en la que se tramitan las iniciativas más importantes.
“En Senado era muy difícil concretar las mayorías, pero ganamos dos votos más en Comisión Primera y en plenaria. Igual, en las otras comisiones está muy justa la votación”, dijo el representante Heráclito Landinez.

Como dice Germán Prieto, analista político, en la práctica esas llegadas no van a garantizarle al Ejecutivo una gran diferencia. “Por lo tanto, el Gobierno debe, aún más que antes, tratar de negociar para lograr que les aprueben las reformas y tener resultados para mostrar en 2026”, explicó.
Lo que esperan en el Congreso: mientras la oposición atajará, el Gobierno rema
Los congresistas de oposición son claros en decir que van a expresar su oposición frente a las iniciativas que, dicen, “no son convenientes para el país”. Eso, como es natural, hace que el trámite de los proyectos sea mucho más largo.
Además, como bien se sabe, este año los congresistas se preparan para ir a los territorios a hacer campaña y, posiblemente, se fijen posturas claras frente al Ejecutivo.
“Tercero, la proximidad en el horizonte de las elecciones hace que se fijen posturas o conductas que busquen desmarcarse del Gobierno”, como dijo el representante Hernán Cadavid, del Centro Democrático.
Con eso coincide el representante Cristián Avendaño, del Partido Alianza Verde, y del ala independiente de esa colectividad. De hecho, él dijo que es necesario que desde el ejecutivo avance con las leyes que hay y no dependa completamente del Congreso, porque el trámite estará complicado.
Por supuesto, las posturas ente los congresistas cercanos a Petro es distinta. “Pese a que es un año electoral, mi aspiración es que el Congreso haga la tarea por la que fueron elegidos”, dijo la senadora Esmeralda Hernández, del Pacto Histórico. Es decir, reconocen que deben remar, pero le apuestan a sacar los proyectos bandera.
Reorganización del gabinete: una oportunidad para el Gobierno
El presidente Gustavo Petro dejó claro que los cambios en su gabinete son para que todo aquel que tenga aspiraciones electorales salgan del cargo. Pero los expertos dicen que también es una oportunidad para poner ministros cercanos a los partidos y asegurarse votos en el Congreso. Una vieja práctica de la política menuda.
La llegada de Antonio Sanguino, excongresista por el Partido Alianza Verde, al Ministerio del Trabajo, es una muestra de eso. Habrá que ver quiénes serán los responsables de las otras carteras pendientes. Incluso, hay voces que dicen que mantener a Armando Benedetti como jefe de despacho también es una muestra de esa intención.
Además de esos retos, la administración de Petro tiene que sacar adelante la ejecución y eso, en efecto, no depende del Congreso. Como dice el analista político Yann Basset, “más allá del Congreso, que estará complicado, el Gobierno debe avanzar en la implementación del Plan Nacional de Desarrollo, en la reforma agraria y ese tipo de cosas que sí le pueden garantizar elementos para mostrar de cara a las elecciones”.
