Juan Fernando Cristo.
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Cristo, el nuevo ministro del Interior, sorprende con el anuncio de que trabajará por “una constituyente”
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El nuevo miembro del gabinete confirma que el gobierno del presidente Petro buscará una “constituyente por las vías de la Constitución de 1991”. ¿A dos años de las presidenciales, por qué comprometer al gobierno que viene con la realización de un proceso tan complejo? ¿Cómo evitar que esta propuesta no marque desde ya la campaña que se avecina entre quienes quieren una constituyente y los que no? Análisis.
Por: Armando Neira
Un antecesor de Juan Fernando Cristo en el cargo de ministro del Interior instauró una frase que explica las volteretas de los dirigentes políticos en el país: “La política es dinámica”, dijo. Solo así puede entenderse el cambio de posición sobre la constituyente del nuevo miembro del gabinete del presidente Gustavo Petro.
El designado ministro, para sorpresa general, dijo que su primera tarea será “la búsqueda de un acuerdo nacional de verdad que permita explorar hacia el futuro la posibilidad de convocar una asamblea nacional constituyente bajo los parámetros de la constitución de 1991. Fruto de un acuerdo nacional y no la imposición de alguien contra alguien”.
Ante semejante golpe sobre la mesa, Cristo trató de enviar un parte de tranquilidad y aseguró que la constituyente “no se convocaría ni elegiría, sería un proceso que comienza ahora y que si llegamos a un acuerdo político nacional se elegiría en el próximo gobierno, no en este gobierno”.
Su explicación puede ser peor. Una de las mayores responsabilidades de un ministro de la política es la de garantizar a todos los actores políticos que tendrán todas las garantías para las elecciones. ¿A dos años de las presidenciales, por qué comprometer al gobierno que viene con la realización de un proceso tan complejo? ¿Cómo evitar que esta propuesta no marque desde ya la campaña que se avecina entre quienes quieren una constituyente y los que no?
Cristo, un viejo zorro de la política que empezó como estratega de comunicaciones durante la presidencia de Ernesto Samper, que dejó su huella con la aplaudida Ley de Víctimas en sus tiempos de senador y se la jugó por el proceso de paz con las Farc durante la administración de Juan Manuel Santos, estaba un tanto marginado porque se había entregado de lleno al fortalecimiento de su partido En Marcha, al que el Consejo de Estado le anuló la personería jurídica.
En el entretanto, seguía aportando con sus análisis de la realidad política que se hizo más visible cuando el presidente Petro anunció en Cali que sus reformas tenían demasiados obstáculos para hacerse realidad, por lo que creía necesario una constituyente.
“Repitan conmigo: LA CONSTITUYENTE ES INVIABLE, LA REELECCIÓN ES IMPOSIBLE”, subrayó en mayúsculas en su cuenta de X. "La última y descabellada propuesta en este sentido, agotadas ya toda clase de teorías, fue la de vincular la lenta implementación del acuerdo de paz con la necesidad de convocar una Constituyente", sentenció hace un par de semanas en una columna en el diario La Opinión de su natal Cúcuta.
Con la salida de Luis Fernando Velasco del Ministerio del Interior, su nombre tuvo eco otra vez porque se decía que él podría reemplazarlo. Aunque entre los analistas había escepticismo al considerar el requisito que impuso el presidente en su búsqueda: “El próximo ministro del Interior, realizará los contactos necesarios para que se concrete el poder constituyente en este o el próximo gobierno”, dijo el jefe del Estado.
Sin embargo, este miércoles en la mañana se confirmó su designación. Sin aún haberse posesionado, hubo voces de felicitación que al tiempo mostraron su cautela por la manera en qué iba a resolver un tema tan grueso.
“A Juan Fernando Cristo hay que reconocerle su dedicación a la paz, su trabajo en favor de las víctimas, su talante pluralista y respetuoso de las ideas ajenas. Tiene al frente un gran desafío. Ojalá tenga suerte. Su primer empeño deberá ser el esclarecimiento de su posición sobre la Constituyente. Estaremos atentos”, dijo el senador Humberto de la Calle.
En la tarde, Cristo habló ya en condición de ministro e hizo su primera declaración, con la cual no solo se desdice, sino que da un golpe sobre el ajedrez político nacional.
¿Cómo va a hacer Cristo para convencer de su propuesta a los líderes de los partidos de las bondades de meterse en semejante proceso cuando es el único hecho que ha logrado aglutinar a todos los expresidentes que dejaron a un lado sus diferencias ideológicas y personales?
Ernesto Samper Pizano (1994-1998) dijo: “A la luz de estas normas vigentes no es posible legitimar la convocatoria de una Asamblea Constituyente en el Acuerdo de Paz de La Habana suscrito entre el Estado y las Farc: sería una Constituyente de facto, un salto al vacío de la institucionalidad que empezaría por desconocer el Congreso y la Corte Constitucional”.
El expresidente conservador Andrés Pastrana Arango (1998-2002) firmó una declaración de la Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA) en la que dice: “Constatando el anuncio realizado por el presidente de Colombia, Gustavo Petro, en cuanto a convocar una asamblea constituyente alegando que sus planes de gobierno no alcanza a concretarlos por vía del parlamentarismo democrático y el respeto al principio de la separación de poderes en un Estado constitucional de Derecho, alertan sobre la deriva autoritaria que pudiera significar tal planteamiento, a la luz de las experiencias del socialismo del siglo XXI en Venezuela (1999), Bolivia (2006) y Ecuador (2007, 2008)”.
El expresidente Álvaro Uribe (2002-2010) dijo: “Todo el ejercicio popular, el derecho pueblo del constituyente primario, todas las expresiones de democracia participativa, la constituyen la convocatoria de la Asamblea Constituyente, el plebiscito, el referendo, la consulta, todo eso está rigurosamente reglamentado en la Constitución, no puede el presidente Petro inventarse un mecanismo diferente para convocar una Asamblea Constituyente, eso sería un golpe de Estado”.
El expresidente Juan Manuel Santos (2010-2018) aseguró: “Usar el Acuerdo de Paz con las Farc para convocar una constituyente es un absurdo, esa fue precisamente una de las líneas rojas que mantuvimos en la negociación. La teoría de que el Acuerdo puede modificar las partes contratantes tampoco tiene asidero jurídico porque en los acuerdos especiales presuponen que el conflicto entre las partes continúa y ese no fue el caso entre el Estado y las Farc”.
Y el expresidente Iván Duque (2018-2022) aseguró: “Buscan una Constituyente sin seguir los procedimientos constitucionales, con el fin de perpetuarse en el poder, utilizando como pretexto el Acuerdo con las Farc o un eventual contrato por adhesión a las pretensiones del ELN”.
Cristo, un hábil político, deberá hacer un esfuerzo enorme para tratar de hacer pensar diferente a este club de exmandatarios. Y con los partidos políticos que están en el Congreso, tampoco lo va a tener fácil.
Los congresistas entran a una tercera legislatura pensando más en sus propios intereses porque bien saben que al mandatario de turno el sol empieza a caerle en sus espaldas. Además, tienen una agenda ya bastante compleja con la reforma de la Educación, de la Salud y la Laboral por delante.
En una alocución desde Casa de Nariño, el próximo jefe de la cartera política aseguró que el Gobierno comenzará a partir de la próxima semana una serie de diálogos en lo que él llama el gran acuerdo nacional. ¿Es factible lograr un consenso en un tema en el que, según las encuestas, hay una mayoría que claramente se opone a que le toquen la Carta Magna?
“¿Está usted de acuerdo con la propuesta de convocar una Asamblea Constituyente?”, preguntó la firma Guarumo. “El 58,9 por ciento de los ciudadanos se manifestaron en contra frente a un 30,7 por ciento que dijeron sí. Mientras tanto, un 10.4 por ciento no sabe o no responde”, fueron las respuestas.
Cristo asume este desafío en un país altamente polarizado. Al punto que desde que el presidente Petro puso el tema de la constituyente sobre la mesa, esta ha sido recibida con entusiasmo por los actores armados.
En la VI Conferencia del ELN la organización sentenció que el proceso de paz “construido con la Participación de la Sociedad, al recoger las expectativas de cambio de las mayorías puede abrir o confluir en un proceso constituyente”.
Mientras que el reaparecido Iván Márquez, durante el inicio de diálogos con la Segunda Marquetalia, le dio la bienvenida a la posibilidad de una constituyente y aseguró que “es hora de llenar de ‘primeras líneas’ todo el territorio nacional.
¿Podrá Cristo cambiar toda esta narrativa que, con razón o sin ella, ha asociado un proceso de tal magnitud a la tesis de que el Pacto Histórico llegó para quedarse?
Ese es el escenario en el que entra Cristo, el nuevo ministro de la política.