Los tres secretos detrás de la renuncia de Amelia Pérez

Fue una sorpresa que este martes, a minutos de que iniciara la votación para elegir fiscal general de la nación, Amelia Pérez renunciara a la terna. Sin embargo, su decisión era un mensaje contundente no solo para la Corte Suprema de Justicia sino para un sector del gobierno que no apoyó su candidatura sino la de sus contrincantes: Ángela María Buitrago y la nueva fiscal general, Luz Adriana Camargo.

Fuentes cercanas al proceso de elección dijeron a CAMBIO que con la jugada, Pérez pretendía que la Corte Suprema tuviera que suspender la votación que estaba cantada a favor de Camargo. Pérez quería renunciar dejando sobre la mesa un mensaje de rechazo a lo que había pasado en su caso.

El primer mensaje de rechazo fue explícito y lo consignó en la carta de renuncia. Pérez afirma que tomó la decisión a partir del "surgimiento e interferencia de factores extraños a una tranquila y pacífica elección, los cuales han sido atravesados por episodios perturbadores". En la carta, hace referencia a "opiniones ajenas" difundidas en redes sociales que le han sido atribuidas sin ningún tipo de fundamento.

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“Los inéditos episodios emergidos en este proceso de elección han tocado las puertas de la quizá principalísima virtud de todo ser humano (…), la dignidad, injustamente ultrajada y vituperadas por circunstancias completamente ajenas a quien adquirió la condición de sujeto pasivo de tales despropósitos, ello sin dejar de lado que, al parecer asistimos, la suscrita y todo mi entorno familiar, a una revictimización que parece no tener fin, aparte de la violencia de género fundamentada en trinos cuya autoría es completamente ajena a la suscrita”, continúa la carta. 

En otras palabras, Pérez rechazaba que por las opiniones de su esposo, Gregorio Oviedo, en las redes sociales hubiese pasado de ser la favorita a ser la menos votada. 

Sin embargo, hay un mensaje que no escribió Pérez en su carta, pero que fue leído de inmediato por un sector del país. Su verdadera intención renunciando minutos antes de la votación pudo haber sido que la Corte Suprema de Justicia tuviera que suspender la Sala Plena y no se diera la inminente elección de Luz Adriana Camargo como fiscal general, quien había logrado 13 votos en la pasada Sala Plena. Sobre todo, entendiendo que los rumores contra el esposo de Camargo no habían surgido ningún efecto.

Los rumores de algunos medios de comunicación contra el esposo de Camargo, Germán Marroquín, magistrado del Tribunal Superior de Cundinamarca y fiscal delegado ante la Corte Suprema de Justicia, no surgieron los mismos efecto que en el caso de Pérez. Según los rumores difundidos, Marroquín fue socio en una firma de abogados de Gerardo Torres, conocido como Yayo, quien está casado con Mábel Parra, antigua magistrada auxiliar de Leonidas Bustos, señalado jefe del cartel de la toga. 

El reporte Coronell explicó que la relación entre Marroquín y Gerardo Torres no trascendió más allá de un negocio que hicieron a mediados del año 2005 y hasta 2008, cuando Torres le arrendó a Marroquín una parte de un apartamento en el Parque Central Bavaria para que pusiera su oficina de abogado.

Finalmente, hubo un tercer mensaje que tampoco quedó escrito, pero que fue evidente para quienes han estado cercanos a la elección del fiscal general. Amelia Pérez quiso enviarle un mensaje de rechazo al ministro de Defensa, Iván Velásquez, que apoyaba la candidatura de sus dos contrincantes: Camargo y Ángela María Buitrago. El nombre de Pérez era el único que no había sido incluído en la terna como sugerencia del ministro Velásquez sino por recomendación del director de la UNP, Augusto Rodríguez.