Rodrigo Lara
8 Febrero 2023

Rodrigo Lara

Biden recargado

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Hasta hace apenas unos meses, algunos analistas consideraban a Joe Biden como no más que un octogenario cadáver politico. Columnistas de la gran prensa europea afirmaban, incluso, que  Estados Unidos había dejado de ser un aliado consistente y predecible en la arena internacional debido a la crisis interna de gobernabilidad y la  polarización que, como gangrena, debilitaban la fuerza de sus instituciones internas. Todo el mundo anticipaba una ácida derrota de los demócratas en las elecciones de medio término y se predecía un imparable retorno de Donald Trump, lo cual de una vez indicaba profundos cambios a partir de 2024 en la renovada política exterior de la primera potencia  económica y militar del planeta.

El triunfo interno más importante de Biden, y que terminó de consolidar su presidencia, fue su inesperada victoria en las elecciones de medio término. Un triunfo que se explica por su inmensa capacidad política y que probó que es un presidente capaz de dominar la escena electoral y de gobernar el congreso, a sabiendas de que un presidente que no domina al congreso es un presidente que no es capaz de gobernar a su propio país. Su victoria, que trae reminiscencias de Lyndon Johnson, el gran ajedrecista de la política norteamericana fue una sorpresa y en particular constituyó un golpe profundamente desmoralizador al dividido campo republicano y que debilitó las posibilidades del derrotado Trump de regresar al poder. 

La habilidad política de Biden le permitió sacar adelante una reforma tributaria que mandó un mensaje de mayor equidad en un país profundamente desigual. También logró aprobar una importante reforma de la salud y sacó adelante el Chip Act como medida para promover la producción interna de semiconductoras y enfrentar  así la competencia tecnológica de China. Recientemente aprobó el IRA, un paquete gigantesco de 362 billones de dólares de subsidios para acelerar la transición energética de la industria y que de paso constituye un acto de patriotismo económico. 

En materia social logró introducir importantes reformas al sistema de deudas estudiantiles y siempre será recordado por los cheques de ayuda que repartió en los últimos meses de la pandemia. Hoy Biden ostenta un fantástico récord económico, con una tasa de desempleo récord y medidas como el Jobs Act que le han permitido acelerar la reindustrialización de su país  gracias también a su producción interna de gas y petróleo.    

En materia internacional Estados Unidos retomó la senda institucional del departamento de estado como baluarte de la defensa de sus intereses estratégicos en el mundo. Atrás quedaron el caos y los mensajes desordenados de la política exterior de Trump, personalizados en la puesta en escena de su yerno. La salida estrepitosa -pero planeada-   de Afganistán le permitió a Estados Unidos concentrarse en la estabilidad de Paquistán, construir una nueva era con la India y consolidar la poderosa alianza militar Aukus en el mar de sur de China. Su dura apuesta en la defensa militar de Ucrania le ha permitido a la OTAN empantanar y desangrar al ejército ruso en Ucrania y de paso debilitar un frente en las crecientes tensiones con la China. 
Biden indiscutiblemente ha probado que, por encima de las tensiones políticas de su país, existen unas instituciones sólidas y conscientes de que su prioridad consiste en defender los intereses estratégicos de Estados Unidos en el concierto de naciones. La forma inteligente como la diplomacia de Estados Unidos se ha venido relacionando con el gobierno Petro y con los gobiernos de izquierda del continente, demuestran que lo importante hoy es hacer amigos y lograr una lectura más aguda y comprensiva de los sucesos de nuestras democracias. 

Biden definitivamente ha demostrado ser un gran líder político y hoy su reelección es bien factible. Y ha dejado claro que un país solo se gobierna cuando se cuenta con capacidad de liderazgo político y visión de estadista. Deja claro que gobernar no es un asunto de eso que algunos llaman “gerentes” y menos de socialités de redes sociales.

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