Inversiones y comercio, la clave en el mapa de poder de China en América Latina

El presidente Petro se ha reunido con el mandatario chino Xi Jinping.

Crédito: Juan Diego Cano - Presidencia

16 Mayo 2025 05:05 am

Inversiones y comercio, la clave en el mapa de poder de China en América Latina

Mientras Colombia apenas está ingresando a la Ruta de la Seda, China lleva años acercándose a América Latina y cosechando inversiones e intercambios comerciales en la región. Su influencia en el vecindario sigue creciendo año a año, y ahora Colombia es parte de ella.

Por: Laura Lucía Becerra Elejalde

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Tal como lo prometió el presidente Gustavo Petro en su llegada a China, Colombia y el gigante asiático finalmente suscribieron un plan de cooperación para la iniciativa de La Franja y La Ruta, también conocida como la Ruta de la Seda. 

Esta es una alianza para promover el comercio y las inversiones chinas en otros países que estableció en 2013 el presidente Xi Jinping, y cuya lógica es la creación de una franja comercial inspirada en las rutas comerciales que hace milenios trazó China para llevar sus productos a Europa y a Oriente Medio, y una nueva ruta de puertos e inversiones en otros países para dinamizar el comercio.

Según datos recopilados por el Centro de Finanzas Verdes y Desarrollo de la Universidad de Fudan, ubicada en Shanghái (China), hay 150 países que ya han firmado memorandos de entendimiento para hacer parte de este acuerdo, que no es un tratado de libre comercio propiamente, sino una alianza, De estos, sin incluir Colombia, hay 22 en América Latina y el Caribe.

Esta iniciativa ya muestra algunos indicadores sobre su impacto. El año pasado, el Foro Económico Mundial presentó un balance de la primera década de La Franja y La Ruta y destacó que para 2023 el gasto de China a través de la estrategia ya había superado el billón de dólares, una cifra que China planea recuperar a través de diversos planes de amortización de deuda.

La Cancillería colombiana aseguró que con la firma del acuerdo el país fortalece su asociación estratégica en temas como acceso a mercados, impulso a proyectos como corredores férreos y energías renovables, y más oportunidades para productores nacionales. 

La Presidencia de la República también aclaró que el plan de cooperación firmado por Colombia no es un tratado, memorando de entendimiento ni acuerdo internacional con obligaciones legales, sino que más bien se trata de "un marco flexible y no vinculante", diseñado para facilitar proyectos conjuntos entre Colombia y China en áreas clave.

En el caso colombiano, el eje del acuerdo está en el desarrollo de proyectos para reducir enfocados a la transición energética; el impulso a la producción agrícola para asegurar el suministro de alimentos; el fortalecimiento de la capacidad de producción de medicamentos y equipos médicos; inteligencia artificial e infraestructura tecnológica; y la modernización de los sistemas de transporte y desarrollo de infraestructura sostenible.

Laura Lizarazo, analista de riesgo global de la firma Control Risks, considera que al tratarse de una declaración de intención sin efectos vinculantes, la adhesión a esta iniciativa tiene un carácter más bien simbólico, por lo que evaluar sus resultados en términos comerciales, de inversión o desarrollo de proyectos es relativo. 

Según la experta, el salto cualitativo respecto a la profundidad y alcance de la influencia china en la región se dio incluso antes de la creación de La Franja y La Ruta, con el pico máximo de inversiones, préstamos y proyectos de infraestructura chinos en 2010. "Desde 2015 el volumen y diversidad de préstamos de bancos públicos chinos a la región han disminuido y, entre 2018 y 2023 cuando la mayoría de países latinoamericanos se unieron a la iniciativa, fue apenas una fracción de los años anteriores", aclaró.  

China y Colombia
Los gobiernos de China y Colombia suscribieron el acuerdo esta semana. Crédito imagen: Presidencia. 

La experiencia en la región 

La firma del tratado desató críticas de diferentes sectores empresariales que ven en La Franja y La Ruta una posible amenaza para la industria nacional a cambio de darle más poder a China. Además, hay cuestionamientos por la influencia que la nación asiática ha ganado en los últimos años en la región.

El informe Perspectivas del Comercio Internacional de América Latina y el Caribe, de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), publicado a finales del año pasado, y el cual analizó los principales socios comerciales en el último año para la región, destaca el dinamismo de las importaciones originarias de China y de otras economías asiáticas, con una expansión promedio de 7 por ciento, en contraste con una caída del valor de las importaciones de la propia región y de Estados Unidos y una variación casi nula de las compras desde la Unión Europea. 

Los chinos también han profundizado sus inversiones en América Latina en los últimos años. Entre 2020 y 2023, por ejemplo, se registraron un total de 147 proyectos con participación de holdings estatales chinos, valorados en más de 46.000 millones de dólares, según un estudio elaborado por la Fundación Andrés Bello y el Centro de Investigación Chino Latinoamericano, para cinco países de la región: Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela. 

En dicho documento, el centro de investigación se concentró en la participación de los principales holdings estatales chinos en la región, y encontró la siguiente distribución de proyectos: 

  • Bolivia: 30 proyectos. 
  • Colombia: 22 proyectos.
  • Ecuador: 41 proyectos.
  • Perú: 34 proyectos. 
  • Venezuela: 20 proyectos.

El informe encontró que en la primera década del milenio el número de proyectos chinos en la región Andina se mantuvo relativamente bajo y estable, pero a partir de 2010 comenzó un aumento notable de iniciativas en América Latina. 

Aunque solo fue posible verificar el monto de 124 de los 170 proyectos, las inversiones de las holdings estatales chinas entre 2020 y 2023 en estos países se concentraron especialmente en Perú y Venezuela: 

  • Perú: 17.525 millones de dólares. 
  • Venezuela: 12.840 millones de dólares. 
  • Ecuador: 5.665 millones de dólares. 
  • Colombia: 5.516 millones de dólares. 
  • Bolivia: 4.592 millones de dólares. 

Y por sectores, el grueso de las inversiones se destinó a proyectos petroleros, de infraestructura ferroviaria, infraestructura vial e infraestructura eléctrica, y en menor medida a industria, agricultura y otros sectores. 

China y Colombia
Varios sectores han cuestionado el impacto de la influencia de China en la región y en el país. Crédito imagen: Fotoilustración Yamith Mariño.  

La experiencia comercial 

Guillermo Puyana, presidente de la Asociación de la Amistad Colombo China, considera que Colombia se puede beneficiar mucho en términos de comercio al integrarse a la iniciativa, ya que China es el segundo comprador del mundo luego de Estados Unidos. Pero, para eso, según Puyana, “necesitamos saber exportar”, lo que incluye cumplir protocolos fitosanitarios y compromisos. 

“Todas las predicciones catastrofistas que se han hecho sobre China llevan fracasando décadas. Hay que analizar la situación basándose en las estadísticas y los hechos, viendo cómo le va a países como Perú, Ecuador, Brasil y Chile. A Colombia le sirve diversificar y no tener un socio dominante”, aseguró el experto, quien destacó que la mayoría de las balanzas comerciales en Suramérica, distinto a lo que pasa con Colombia, son superavitarias. 

Otros países de la región han visto también los frutos de la cooperación china por el lado comercial. Costa Rica, por ejemplo, que firmó en 2018 su memorando de entendimiento para ingresar a La Franja y La Ruta con China, solo exportaba a ese país 194 millones de dólares frente a 2.278 millones de dólares en importaciones, según la Promotora de Comercio Exterior de Costa Rica (Procomer). Ahora, ambos países están próximos a conmemorar 18 años de relaciones diplomáticas y en días pasados la embajadora china en Costa Rica, Wang Xiaoyao, celebró los avances comerciales en ese periodo. 

“Tomando el comercio como ejemplo, China ha sido durante años el segundo mayor socio comercial de Costa Rica. El año pasado, las importaciones chinas desde Costa Rica superaron los 4.000 millones de dólares y el comercio bilateral marcó un récord de 7.600 millones de dólares”, dijo, citando datos de la aduana china. 

Chile es un país que ha sabido sacar provecho a un Tratado de Libre Comercio (TLC) desde 2006 con China, especialmente con exportaciones agrícolas como las cerezas. Datos del Servicio Nacional de Aduanas chileno de 2024 reafirmaron la posición de China como el mayor socio comercial de Chile, con exportaciones que alcanzaron los 37.996 millones de dólares, un aumento del 5,7 por ciento respecto a 2023.

Comercio China Freepik
China viene reforzando el comercio en la región desde hace varios años. Crédito imagen: Freepik. 

Otro país con un TLC vigente con China en el vecindario es Perú. La Sociedad de Comercio Exterior del Perú (ComexPeru), el gremio de los exportadores, destacó que a 15 años de la firma del tratado comercial, en 2010, las exportaciones peruanas a ese país casi se quintuplicaron. Los envíos a China pasaron de 5.437 millones de dólares en 2010 a 25.224 millones al cierre de 2024. 

Hace un año, China y Ecuador también firmaron un TLC, y según los dos países, gracias a ello el 90 por ciento de la oferta exportable ecuatoriana ya cuenta con 'cero arancel' para ingresar a China. Luego de la firma del tratado, y a corte de diciembre de 2024, las exportaciones ecuatorianas hacia el mercado chino alcanzaron 5.780 millones de dólares, un crecimiento interanual del 10,1 por ciento en comparación con el mismo periodo de 2023.

Colombia no tiene un tratado comercial con China, pero el gigante asiático poco a poco se ha ganado un puesto destacado en el comercio binacional. En 2024, el país exportó a China apenas 2.377 millones de dólares, el 4,8 por ciento del saldo de los envíos que hizo Colombia al exterior, lo que convierte a China en el cuarto destino de las exportaciones colombianas. 

En contraste, Colombia importó 15.936 millones, el 24,9 por ciento de las importaciones, muy cercano al monto de compras de Estados Unidos, el principal socio comercial de Colombia actualmente.

Hoy, en Colombia hay un centenar de empresas chinas invirtiendo en el país, pero puede que con la Ruta de la Seda estas cifras crezcan. Dependerá de Colombia saberle sacar provecho a la iniciativa bandera de China. 

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