Después de su triunfal paseo por ollas y fogones, Víctor Mallarino ocupa con desparpajo su silla de decimero de Los Danieles y nos ofrece valiosas lecciones sobre la tolerancia y cómo soportarla. Desfilan por la lírica pasarela (en orden de importancia) desde Mbappé hasta Moisés.
Tolerancia y arrogancia
Apreciado funcionario
que divulgas tu gestión
y censuras la opinión
del crítico o el contrario
bloqueando cuentas a diario:
Si en privado te castigan,
córtalos, que no te sigan,
pero si tú la haces pública
y vives de la república
¡te mamas lo que te digan!
Tolerancia y educancia
Esta tarde en el Senado
vi que entre izquierda y derecha
la distancia es más estrecha
que entre el centro y cada lado.
Y uno comprende aterrado
que en esta conversación
cada quien busca ocasión
para cuajar su campaña
y la que siempre se empaña
ha de ser la educación.
Tolerancia, la de Francia
Los colegios de Luisiana
tendrán colgados los diez
mandamientos de Moisés
entre tablero y ventana
y que la niñez temprana
los lea y se los aprenda.
Yo les recuerdo la enmienda
que garantiza la opción
de elegir su religión
y solicito se extienda
al Kojiki y aI I Ching,
la Edda, el Mahabharata,
el Avesta, el Theragatha,
las Vedas y el Tao Te Ching,
la Teogonía y el Chu King,
Chimichagua y Ásatrú,
y el Corán y el Popol Vuh.
Entrando a la biblioteca
habrá un Calendario Azteca
junto a un Ma'leiwa wayuu.
Tolerancia y fútbol
Los niños verán qué obtuso
es el fundamentalismo
y que imponer catecismo
es incurrir en abuso.
Y así quedará en desuso
aquella estrategia rancia
que recluta entre la infancia
adeptos para algún templo;
y hoy han dejado su ejemplo
los deportistas en Francia:
el tabique tan sonado
de Mbappé salió triunfante
cuando Chenu, intolerante,
lo llamó "desconectado"
por dejarlo cancelado.
Hoy cierran las cicatrices
cien millones que, felices,
le ofrecen los del Merengue.
A Francia le deja un dengue
y tres palmos de narices.
Otro detalle pendejo
son ciento doce millones
de followers que burlones
diseñan el aparejo
que proteja su entrecejo
de la nariz a la sien.
El crack, que ya está muy bien,
está eligiendo el modelo
entre el ninja Donatello
y la jeta de Le Pen.