Guillermo Rivera, embajador de Colombia en Brasil, en artículo para CAMBIO, llama la atención sobre la estrecha relación que existe entre la falta de agua en Bogotá y la deforestación de la Amazonia. "Por cada árbol derribado en la selva amazónica menos gotas de lluvia caen en el páramo de Chingaza, lugar desde donde se provee agua a la capital de la república", dice.