Yohir Akerman
17 Septiembre 2023

Yohir Akerman

El aceite de la candidata

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No todos los candidatos del Centro Democrático tienen problemas con la justicia, pero la mayoría de candidatos que tienen problemas con la justicia sí terminan siendo avalados y admirados por el líder del Centro Democrático. Me explico.

El presidente eterno, como es autoproclamado Álvaro Uribe Vélez en los estatutos de su partido, anunció el pasado 30 de julio la candidatura de la empresaria y emprendedora Tatiana Solano Caballero, como cabeza de lista a la Asamblea por el Huila, al lado de Edwin Valencia como aspirante a la Gobernación.

El jueves pasado, la senadora de derecha María Fernanda Cabal, estuvo en Neiva reafirmando esa apuesta y apoyando públicamente a la candidata frente a los electores y los medios. Habló maravillas de Solano Caballero y dijo que es un ejemplo para la región. Si algo sabe Cabal es de aceitar maquinarias. (Ver Anexo A)

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Anexo A.

Lo que omitió la senadora, es que Tatiana es una empresaria enredada con acusaciones por fraude, procesos ejecutivos y demandas laborales que, después de tener que poner un cese temporal de su empresa, ahora busca hacer pinitos en la política. Por eso para entender sus intenciones en el sector público, miremos su paso en el campo privado, porque, como hemos dicho en esta columna, muchos manejan el sector público como si fuera su empresa privada.

El 13 de julio de 2019, el diario El Espectador publicó en su portada la historia de las gemelas huilenses Solano Caballero. Según el artículo, desde 2012, Tatiana y su hermana Natalia, licenciada en biología química, comenzaron a explorar alternativas para limpiar el petróleo del agua, los suelos y las pieles de animales y humanos.

Las Solano Caballero optaron por experimentar con combinaciones de nanocarbonos y plantas naturales, como moringa y espirulina. Tras casi cuatro años de investigación establecieron que, según ellas, lograron desarrollar una fórmula que bautizaron como “GodOil” o “el aceite de Dios”. Se trata de una solución que, según sus muestras, no solo retira los hidrocarburos de las zonas afectadas, sino supuestamente también repone las condiciones de los suelos y el agua, al separar sus moléculas. Milagrosa la cosa, como Moisés en el desierto que separó los mares, sacó agua de la roca y ungió con aceite a los herederos de Aaron. Aleluya.

Por esta bendición, en 2016, las hermanas Solano y la inversionista Consuelo Franco crearon una estructura empresarial en Neiva para comercializar este producto, nacional e internacionalmente, llamada el Grupo Empresarial Solanco SA.

A partir de 2018 su producto logró alto reconocimiento, cubrimiento en medios, y fue elegido como uno de los mejores emprendimientos de la región en el certamen TIC Américas, obteniendo reconocimientos de la OEA y de Naciones Unidas. Una maravilla. Pero no todo el que usa la palabra de Dios, hace milagros. Especialmente si se rompe el segundo mandamiento, de no tomar su nombre en vano.

Me explico. No suficiente con este invento, las hermanas Solano sacaron un segundo producto, haciendo alusión a la fe, llamado Fesuelo que, según la empresa, es un fertilizante que potencia el crecimiento de las plantas y contribuye con el aumento de la producción. Otro milagro de Dios. Para terminar con las referencias bíblicas, las hermanas lanzaron otra compañía llamada Elohim Group SA, también con sede en Neiva, dedicada a la transformación de cultivos oleaginosos y especializada en una semilla del Amazonas llamada Sacha Inchi. Elohim en hebreo es el plural del nombre de Dios para referirse al viejo testamento.

Pero algo salió mal y ni el redentor las pudo ayudar.

El 30 de octubre de 2022, el diario local La Nación publicó una entrevista con las hermanas Tatiana y Natalia titulada “No ha habido apoyo y nos vamos”. En la nota, las huilenses se quejaron de la falta de apoyo gubernamental, afirmando que el departamento era muy sesgado hacía sus líneas productivas tradicionales. “Aquí en Neiva lo que se fabrica son comida, achiras, comercio y nada más… Por eso hemos pensado en llevarnos la planta de producción con toda la transformación como tal porque el tema del cultivo sí o sí debe quedar en la región. La idea es irnos con la planta a Antioquia”. ¡Del chiras!

Por eso no parece una coincidencia que ahora aparezca una de ellas como candidata a la Asamblea del Huila, donde quieren conservar su cultivo, sentada al lado del amo y señor de Antioquia, donde querían mudar la planta. Y que después de aparecer con el eterno presidente imputado, le dieran un nuevo premio en Medellín.

Pero en la premiación omitieron un temita, que tampoco han dicho las hermanas en sus entrevistas, ni el expresidente Uribe mencionó al presentar a su nueva avalada, ni la señora Cabal al apoyar a Tatiana. Y es que ellas y sus empresas cuentan con demandas laborales en su contra. Durante meses las Solano Caballero no pagaron los sueldos ni prestaciones sociales a los empleados de sus empresas, compañía que por los malos manejos de dineros por parte de sus directivas, está en proceso de reorganización en la Superintendencia de Sociedades desde el pasado 16 de marzo.

La relación de todos los procesos ejecutivos singulares y laborales contra las gemelas Solano Caballero y contra el señor Luis Antonio Claros Labrador, esposo de Natalia, es extenso y muy comprometedor.

No solo eso. Fuentes locales de esta columna en el Huila establecen que existen varios comerciantes y proveedores en el departamento que quedaron con deudas superiores a los 8.000 millones de pesos por cuenta de los malos negocios y del mal manejo en la comercialización de los productos del grupo empresarial que representan las hermanas Solano Caballero.

Una fuente que habló con esta columna, que además pidió guardar la reserva de su identidad, dijo que trabajó en la empresa durante varios años y estableció que “ella y su hermana Natalia son unas estafadoras que han engañado a todo un país presentando, ganando premios y renombre, gracias a GodOil y Fesuelo, que son sus productos bandera. Dicen haberlos desarrollado, pero solo re-envasan y maquilan productos de Amway. Así han estafado a empresarios. Y por las ganas de dinero y poder ahora se lanza como candidata a la Asamblea”.

Pero estas acusaciones no son de ahora. Otra extrabajadora de esa empresa ha puesto sus denuncias desde septiembre de 2020 en sus redes sociales estableciendo que “el grupo empresarial Solano es un fraude. GodOil y Fesuelo son un fraude. Quiero hacer una invitación a denunciar y no ser parte de fraudes como el de esta empresa. Hablamos de corrupción, pero no hacemos nada. Cuando sabemos de un hecho ilícito y nos callamos, estamos siendo parte de esos delitos. Esta empresa ha engañado diciendo que crearon un producto milagroso, cuando en realidad solo re-envasan productos de otras empresas y los hacen pasar por ingenio propio (…)”. (Ver Anexo B)

Anexo B.
Anexo B.

La justicia tendrá que establecer quién tiene la razón en todas las demandas laborales, los procesos ejecutivos y las acusaciones por fraude. Pero una cosa llama la atención y es que en la comunidad científica tampoco hay evidencia de estos descubrimientos tan importantes.

Pese a que las hermanas Solano Caballero dicen ser científicas que patentaron GodOil y Fesuelo, en el Sistema de Información de Propiedad Industrial, SIPI, el Grupo Empresarial Solanco, Elohim Group, ni ellas, cuentan con registros de patentes concedidas, ni tampoco se evidencian solicitudes que se encuentren en trámite. Extraño, por decir lo menos, para productos tan revolucionarios como dicen ser GodOil o Fesuelo y que señalan de estar comercializando activamente en el territorio colombiano.

Es claro que cuando se hace un avance científico de esta índole, la prioridad es patentar el proceso y el descubrimiento científico como tal, para que no sea copiado por otros. Pero el misterio no para ahí.

En el entorno académico, cuando una persona hace investigaciones, o descubrimientos, la exigencia mínima es publicar el estudio que respalda el hallazgo o una disertación en conferencia científica, en revistas de investigación revisadas por pares, para que sea validado por terceros. Pero al ingresar a las bases de datos de publicaciones científicas o de cualquier motor de búsqueda, no se encuentran artículos o disertaciones que reseñen las investigaciones de Tatiana y Natalia Solano para llegar a estos superproductos.

El hecho de que no existan patentes o reseñas científicas que den cuenta de estos actos, genera, por decir lo menos, suspicacia sobre la veracidad de sus productos, dudas sobre sus investigaciones e incertidumbre sobre sus descubrimientos. Como inventando inventos.

Por eso volvamos al sector político, porque en el científico y empresarial solo nos quedan incógnitas. Y en este lado se puede decir que las hermanas Solano Caballero han estado siempre aceitando los engranajes políticos hacia todo el espectro ideológico. Porque si hay algo cierto es que los avivatos no tienen color, ni bandera política.

Por esto el 30 de mayo de 2022, la candidata a la Asamblea del Huila por el Centro Democrático, hizo un llamado en sus redes a la reconciliación, la paz y la justicia ambiental, en ese momento, en abierta campaña por el entonces candidato de la Colombia Humana, Gustavo Petro.

“Soy Tatiana Solano Caballero, huilense, empresaria, investigadora y defensora del medio ambiente, hoy quiero con estas letras declarar mi futuro, el de mis colaboradores y familiares. Para mí, Gustavo Petro, es la única propuesta que apoya y defiende el medio ambiente (…) Por eso y más, como luchadora del ambiente, generadora de empleo y profesional, mi apoyo será para Gustavo Petro”, dijo en ese momento y el sentido texto lo acompañó con una cariñosa foto con el ahora presidente Petro. (Ver Anexo C)

Anexo C.
Anexo C.

Esto envejeció mal de muchas formas. Por eso la foto y el comentario de Tatiana Solano fueron borrados de las redes sociales, pero el equipo investigativo de esta columna logró recuperar el material que evidencia lo que la candidata quiere borrar. Y que muestra que de los mismos productores de “apoyando a la izquierda porque me conviene”, ahora viene “hago campaña con la ultraderecha porque me avala”. Todo esto lo único que revela es que es una candidata con un viscoso aceite resbaloso, pero no para separar milagrosamente el agua del petróleo, sino para evidenciar los mismos males que comparten el petrismo y el uribismo, y para aislar los valores de las acciones.

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