Iván Serrano
24 Abril 2024

Iván Serrano

Docentes y terratenientes

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Esta columna ya se ha ocupado de los sueldazos que gracias a un sistema de puntos logra obtener un grupo de profesores de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas. Sus ingresos pueden oscilar entre los 25 y los 50 millones de pesos mensuales, y los puntos se otorgan por las publicaciones científicas que cada docente realice durante el año.

Suena bien, pero hecha la ley…

El pasado 20 de marzo revelamos el caso del profesor César García Ubaque, quien presentó a consideración de sus colegas del comité que adjudica los puntos una publicación científica que resultó ser casi idéntica al trabajo de grado escrito con esfuerzo por dos de sus estudiantes.

Sus colegas no tuvieron ningún reparo en otorgarle los puntos, con los cuales García Ubaque engordó su cheque mensual. Ahora el "profe" enfrenta investigaciones disciplinarias y penales. Su caso se supo porque otro docente, Carlos Pastran, se animó a denunciarlo. Pastran tuvo que huir del país por amenazas de muerte.

Aparentemente, el caso de García Ubaque no sería el único con ribetes extraños. Existen casos de profesores que publican investigaciones de disciplinas que no son las suyas y escritos cuyo nivel académico ha sido puesto en tela de juicio.

El trabajo académico del rector de la Universidad, Giovanny Tarazona, y de su esposa, la profesora Luz Andrea Rodríguez, también ha tenido reconocimientos económicos gracias al sistema de puntos, que por cierto funciona en todas las universidades públicas del país.

El pasado 19 de marzo, Luz Andrea Rodríguez, doctora en ingeniería informática, publicó un video difundido a través de sus redes sociales. Allí hizo aclaraciones sobre su solvencia académica, explicó que dirigía un grupo de investigación con la categoría más alta reconocida por el Ministerio de Ciencia y Tecnología, y dijo: "No necesito que mi esposo me organice un comité de puntuación porque afortunadamente sé leer y escribir, y estoy en capacidad de redactar un artículo o una ponencia, y que esta sea publicada por alguna revista". También dijo que cuando un artículo suyo debía ser sometido a un análisis por el comité de puntuación, se designaba un rector ad hoc para el caso.

Sin embargo, su esposo, el ahora rector, Giovanny Tarazona, quizás no le organizó un comité de puntuaciones, pero sí participó en uno de ellos en el que la profesora resultó beneficiada, sin que en el acta se advirtiera manifestación de impedimento alguno. Dicho comité se celebró el 10 de febrero de 2020, antes de que Tarazona fuera elegido como rector. En ese entonces era el director del Centro de Investigaciones de la Universidad.

El pasado 7 de marzo, el comité de puntos le otorgó 168 puntos a la profesora Rodríguez; allí participó el decano de la facultad de Tecnología, Javier Parra. En el acta no hay impedimentos manifestados por el profesor Parra, viejo amigo y socio del rector Tarazona. Parra fue nombrado como decano por Tarazona y conformó por años, junto a él, una sociedad comercial, la cual fue liquidada en la Cámara de Comercio el pasado 30 de octubre. Lo que se hizo adjuntando un documento cuya fecha dice ser del 2015.

A la dupla de profesores y esposos les va muy bien. Muchas de las investigaciones publicadas y por las que han obtenido puntos salariales han sido realizadas en conjunto. Asimismo, en conjunto han logrado la adquisición de varios inmuebles.
En la base de datos de la Superintendencia de Notariado y Registro aparecen 11 inmuebles registrados a nombre de los docentes, algunos a nombre del rector Tarazona y otros a nombre de la profesora Rodríguez.

Entre los predios hay garajes y parqueaderos, pero también hay otros de mayor valor y metraje. Entre ellos, una casa en inmediaciones al humedal Tibabuyes, propiedad del rector Tarazona y de su hermana Adriana, adquirida en 2011. También un apartamento en el centro de Bogotá, registrado a nombre de él y de su señora madre, inmueble comprado en diciembre de 2021.

Otro apartamento en la localidad de Kennedy, registrado a nombre suyo y de su esposa, la profesora Rodríguez, adquirido en 2011. Una casa en Mosquera, también comprada en 2011, y una finca en Cáqueza, Cundinamarca, adquirida en febrero de 2021. El rector tiene otra finca en Cáqueza, registrada a nombre suyo y de su esposa en abril de 2023.

La profesora Rodríguez tiene otras dos fincas en Cáqueza a su nombre. Una llamada El Chirimoyo y otra llamada Llano Largo, ambas adquiridas en 2020.

Esta columna se comunicó con el rector Tarazona, quien dijo que la adquisición de todos sus bienes estaba debidamente soportada y era congruente con sus ingresos, 24 millones de pesos mensuales. Aclaró que uno de los inmuebles que aparecía en el certificado de Tradición y Libertad como finca era realmente un lote. Reiteró que varios de sus predios fueron adquiridos antes de su nombramiento de su actual cargo, y adjuntó sus declaraciones de renta de los años 2021 y 2022.  Insistió en que se había declarado impedido en los comités de puntos donde su esposa fue beneficiada y dijo que no asistió al comité del 10 de febrero de 2020.

P.S.: Recientemente, Jorge Ramírez y Eusebio Rangel, quienes forman parte de un sindicato de la Universidad Distrital, fueron llamados a ampliar su denuncia en la Fiscalía. Ellos han señalado posibles irregularidades cometidas en la Universidad Distrital, entre ellas, el uso amañado en el sistema de bonificaciones salariales a través de puntos. También han sido víctimas de amenazas; la última de ellas la recibió Eusebio Rangel el pasado 9 de abril.
 

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