Yohir Akerman
4 Junio 2022

Yohir Akerman

Furipetrismo

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“¿Hay una reflexión sobre el daño que hacen las personas agresivas que están dentro de su proyecto político? ¿Eso va a cambiar?”, le preguntó la periodista Johana Fuentes al candidato presidencial Gustavo Petro. Hasta ahora, la duda sigue sin respuesta. 

Este interrogante quedó como consecuencia de una campaña en redes sociales de desprestigio y matoneo que hicieron en contra de la periodista de La W, donde, entre muchas otras cosas, la calificaron de uribista y rodolfista, por las preguntas que Fuentes le hizo al candidato en su entrevista radial. 

Es suficiente con leer las columnas de Johana Fuentes en Cambio para darse cuenta de que constantemente ha cuestionado y criticado al candidato independiente Rodolfo Hernández. También ha sido dura en contra del uribismo. Calificarla de uribista o de seguidora del ingeniero es una barbaridad que no tiene sentido.  

Pero nada de eso importa. Las bodegas en las redes sociales son el perfecto ejemplo de no dejar que la verdad o los hechos se atraviesen en una buena pelea. 

Y sí. Subrayo la palabra bodegas, porque es claro que existe una estructura organizada encargada de viralizar mensajes de manera coordinada, a favor de los temas positivos para la campaña de Petro. O en contra de quienes se atreven a criticarlo. No hay dudas de eso. 

No son los únicos. El uribismo también tiene una estructura de bodegas muy briosa para defender al expresidente imputado Álvaro Uribe Vélez. El gobierno de Iván Duque ha usado esa misma estrategia y ahora la campaña de Rodolfo Hernández ha dejado evidenciar el uso de la misma herramienta para competirle a Petro. Es un problema generalizado. 

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Y no es nuevo. 

Por eso vamos a un caso específico que da muchas luces sobre la oscura estructura de bodegas que tiene el petrismo. Tomemos lo que sucedió en el fangoso mundo de las redes sociales después de la publicación, el pasado 13 de abril, de la nota periodística: “La polémica visita a La Picota” en el noticiero de Caracol Televisión. 

La investigación de esa noticia fue llevada a cabo por el equipo dirigido por Ricardo Calderón y, como todas las historias realizadas por ese gran periodista, contó con los hechos correctos de la historia y su verificación. El tiempo así lo ha demostrado, pese a que el petrismo siga sin admitirlo. 

Nada de eso importó y después de su publicación, se empezaron a intensificar diferentes contenidos a través de las redes sociales de Twitter y Facebook para desacreditar la nota, el canal de noticias y, peor aún, al periodista.

Hagamos memoria. La investigación de Calderón develó una visita de Juan Fernando Petro, hermano del candidato presidencial, a la cárcel La Picota, donde sostuvo una charla con Iván Moreno, condenado por el cartel de la contratación.

Esa investigación generó una gran polémica en el país que después se agravó, cuando se comprobó que Piedad Córdoba también estaba visitando cárceles. Esto obligó al Pacto Histórico a tomar distancia de la senadora electa y pedirle que no actuara a nombre de esa campaña.

Pero volvamos a las reacciones y los ataques en contra de Calderón, que duraron varios días después de la primera nota y en donde lo acusaron, entre otras cosas, de ser uribista, periodista pagado y hasta lo injuriaron, señalándolo de haber recibido dinero para hacer un montaje en contra de Gustavo Petro. Todo falso. 

Para analizar el funcionamiento de las bodegas, apoyémonos en un análisis técnico realizado por una consultora estadounidense especialista en estos temas, que muestra que, a raíz de ese artículo, se generó un ataque en contra de Calderón con más de 200 publicaciones. 

Eso a través de 77 perfiles que tuvieron un alcance potencial de 16´358.161 usuarios, que son la suma de todos los seguidores de perfiles identificados. Poderoso, porque el ataque generó un impacto de 411.281 interacciones, mucho más que la propia noticia publicada en Caracol.

En esto es importante aclarar que para este tipo de ataques en redes sean exitosos, es necesario que haya usuarios y seguidores reales los cuales, en la mayoría de veces, no son conscientes que están siendo utilizados como parte de una estrategia organizada y que sus mensajes son dinamizados desde la sombra por las llamadas bodegas.

Durante los días que duró la respuesta a ese artículo, se movieron los siguientes hashtags en contra de Calderón y la defensa a favor de Petro: #SeCayóLaFarsa, #ConPetroHastaElFinal, #PerdonSocial, #RicardoCalderon y #Montaje. Mensajes que generaron, en algunos casos particulares, hasta amenazas de muerte en contra del periodista. 

Es posible que algunos de los lectores de esta columna se molesten pensando que movieron esos numerales, sabiendo que no son parte de ninguna bodega. Eso es cierto. Pero también es real que el trabajo de las bodegas es utilizar al usuario legítimo y dinamizar esos mensajes con los famosos bots y las granjas de robots de la web, que replican mensajes iguales o repiten los hashtags para hacer campañas masivas. 

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Es una relación simbiótica en donde las bodegas no pueden existir sin el perfil real, y el mensaje del usuario legítimo, muchas veces, no se puede viralizar si no es por el uso de esas herramientas tecnológicas. Por eso es tan complejo hablar de las famosas bodegas porque seguro todos nosotros, en algún momento, hemos sido instrumentalizados por ellas.

Y acá pido disculpas a los lectores por si se sienten agredidos o, peor aún, si los aburro un poco con datos técnicos. Pero la parte cuantitativa es la base de esta investigación y es lo que demuestra la organización y estructura en las redes sociales. 

En el caso del ataque en contra de Calderón, el 38 por ciento de los comentarios analizados, que fueron un total de 11.208, cuestionaron la objetividad e imparcialidad de la nota, tildándola como un “complot” para acabar con la campaña de Petro.

De esos, 1.682 exigieron una retractación pública por parte del medio de comunicación y 2.689 realizaron críticas contra el periodista Félix de Bedout catalogándolo de “entrometido y sesgado a intereses particulares”, simplemente porque este salió a defender el profesionalismo de Calderón, quien no tiene redes sociales. Lo mismo pasó con el autor de esta columna.

En total fueron 77 perfiles y 84 publicaciones que incurrieron en injuria y calumnia en contra de Ricardo Calderón, por dicha publicación. De esas, 24 perfiles son cuentas con avatar, es decir, con identidad falsa o reservada.

Para seguir en el análisis, enfoquémonos en los perfiles reales y únicamente en cinco cuentas falsas o encubiertas, que fueron esenciales en esta estrategia en contra del periodista.  

El análisis de ese ataque identificó varios perfiles dinamizadores de contenidos, los cuales tienen afinidad con el candidato Petro y constantemente realizan publicaciones para respaldar su campaña presidencial. 

Hay que destacar la participación de estos mismos perfiles en otras campañas de desprestigio generadas en contra del gobierno nacional, el expresidente imputado Uribe Vélez, el excandidato presidencial Federico Gutiérrez, el sistema electoral, recientemente el candidato Rodolfo Hernández y constantemente periodistas que se atreven a enfrentar a Petro, como el susodicho. 

De esos diez perfiles, cinco presentan características de avatar y registran un alcance potencial en conjunto de casi 400.000 seguidores. Entre esas se destacan las siguientes cuentas: @Jokeraton, @EpicuroDeSamos_, @Pelicolombianas, @ManuelBeltrn14 y @JulianG40747584. 

Uno de esos perfiles que no tiene identidad es para destacar, y es la cuenta que tiene la arroba Jokeraton con casi 100.000 seguidores. Esa cuenta ha sido uno de los principales dinamizadores de contenidos, en especial en la campaña en contra de Calderón. 

Esta investigación pudo determinar que esa cuenta estaría vinculada al señor Néstor Mauricio Niño Cuenza, quien se desempeña como columnista del diario virtual Pluralidad Z. Esta persona habría escrito varios artículos de opinión relacionados con la miniserie de Daniel Mendoza Leal Matarife, y en 2011 habría sido precandidato a la Gobernación del Casanare por el Partido Liberal. Es interesante que en Twitter prefiera el anonimato para sus ataques. Y la verdad es que es muy fácil atacar cuando ni siquiera hay que esconder la piedra ni ser dueño de la mano. 

Pero no todos son así. 

Las otras cuentas importantes de este análisis son perfiles reales, muy valientes y potentes en redes, como el del autodenominado “mamerto resentido” Levy Rincón, el activista @DonIzquierdo_ o David Rozo, y unas con el numeral @FisicoImpuro y @Jojare2. 

Los mensajes que plantean estas cuentas, en ciertas ocasiones empiezan a ser tomados, distribuidos y dinamizados en esa estructura de bodegas por perfiles falsos y otros reales, sin que estén necesariamente coordinados, para así posicionar los temas de interés para el movimiento. 

Desde estas cuentas, y con el refuerzo de las bodegas, han responsabilizado a todos los que votamos en blanco en las pasadas elecciones presidenciales del triunfo de Iván Duque. Y llevan tres años insultando a todos los mal llamados “tibios” por ese hecho. Ahora, para conseguir los votos del centro para segunda vuelta, agreden a todo lo que les huela a Rodolfo o critique a la campaña de Petro. 

Una estrategia electoral bastante contraproducente por decirlo de alguna manera. En donde es evidente que ese furipetrismo le ha hecho mucho daño al proyecto político que defienden. Como también el furibismo terminó hiriendo de muerte a la política de la derecha. Y sí, hay que equipararlos porque en el radicalismo de los extremos, los opuestos terminan pareciéndose en sus formas y funcionamiento. 

Para terminar esta historia solo queda agregar lo que le dijo Gustavo Petro, según varias fuentes al interior de la campaña, a las directivas de Caracol, en una visita posterior a los ataques en contra de Ricardo Calderón. “Ahí le dejé a su periodista herido” fue la sentencia que dio mientras alzaba su celular como si fuera una bomba explosiva. Y lo es. 

En esa visita Petro también dijo que con solo un botón podía llegar a millones de cuentas y, con eso, diezmar la credibilidad de cualquier historia o noticia. Para ese fin su equipo de comunicaciones y redes, al igual que sus fieles escuderos Gustavo Bolívar y Armando Benedetti, son las personas clave de la campaña para coordinar las estrategias y el funcionamiento de las bodegas. 

Es de esperar lo que va a pasar después de esta columna y la furia que generará en sus dinamizadores, que posiblemente me atacarán con lo que más puedan. No será la primera vez que lo hacen, no tengo nada que esconder y no me da miedo, entonces bienvenidas las bodegas y el furipetrismo. Adelante. 

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