
Diego Marín, alias 'Papa Pitufo', figura clave en el financiamiento de la campaña de Petro.
Crédito: Colprensa
¿Cómo Papá Pitufo pasó tanto tiempo impune y hasta dónde llegan sus conexiones?
La investigación de CAMBIO sobre Diego Marín, alias Papá Pitufo, expuso la influencia del zar del contrabando en la política colombiana. Ahora surgen dudas: ¿cómo este personaje pasó tanto tiempo impune y cuán profundas son sus conexiones? En CAMBIO de Tema hablamos con Juan Ricardo Ortega, exdirector de la Dian, quien rastreó de cerca los pasos de Marín.
Por: Juan David Cano

Diego Marín, conocido como Papá Pitufo, no solo es un nombre asociado al contrabando en Colombia, sino un símbolo del poder invisible que se teje entre redes criminales, política y organismos de seguridad. Su capacidad para mantenerse en la sombra, mientras consolidaba una red de influencia en puertos, la Policía Fiscal y Aduanera (Polfa) y hasta en campañas políticas, deja en evidencia las fisuras del sistema.

Según reveló CAMBIO, Marín intentó infiltrarse a la campaña presidencial de Gustavo Petro a través de aportes económicos que entregó al catalán y asesor de campaña Xavier Vendrell. Sin embargo, una vez se detectó su procedencia, fueron devueltos. Este episodio destapó una trama más compleja: contactos en la precampaña, vínculos con figuras clave del entorno político y tentáculos que alcanzaban hasta eventos públicos en el extranjero.
El presidente Petro negó reuniones privadas con Marín, asegurando que solo coincidió con él en un evento público sin conocer su identidad en ese momento. Además, afirmó haber ordenado la devolución inmediata del dinero relacionado con el contrabandista tras descubrir su procedencia. Pero ¿cómo logró Marín acercarse tanto sin levantar sospechas? ¿Cómo pudo pasar tanto tiempo impune?, y ¿qué tan involucrado pudo estar con anteriores administraciones?
Este miércoles, en CAMBIO de Tema, la periodista Sylvia Charry ofrece una radiografía de este personaje que ha logrado permanecer impune durante años, y Juan Ricardo Ortega, exdirector de la Dian, aporta su perspectiva sobre el alcance del poder de Papá Pitufo y su impacto en las instituciones del Estado.
Investigaciones que venían desde 2011, pero sin avances
Charry explicó que Marín estuvo impune durante varios años debido a que algunas investigaciones no avanzaron en su contra o las que lograron hacerlo, se desarrollaron muy lento.
Papá Pitufo fue investigado desde 2011, aunque esos procesos fueron archivados por falta de pruebas. No fue sino hasta 2017 que se formalizó una investigación en su contra. Sin embargo, el caso no avanzó de manera significativa hasta que, en 2020, fue asignado al fiscal Andrés Marín, quien, de forma progresiva, comenzó a recopilar información.
"Él realizó un trabajo relevante, pero lento. Ahí radica la extrañeza del proceso", comentó la periodista, y detalló que, aunque el fiscal ya iba a solicitar las capturas después de cuatro años investigando, no pudo hacerlo debido a que el caso fue reasignado en 2024 a otra fiscal, Paola Londoño. Al parecer, desde la Fiscalía se detectó que uno de los agentes que trabajaba bajo las órdenes del fiscal anterior había formado parte de la estructura de contrabando liderada por alias Papá Pitufo.
En 2024, finalmente, Paola Londoño ordenó la captura del contrabandista, quien fue arrestado el 5 de abril de ese año en Valencia, España. Pese a los cargos, un juez le otorgó libertad provisional, y Marín aprovechó la oportunidad para fugarse a Portugal, Sin embargo, fue recapturado el 3 de diciembre pasado. Lo último que se supo de su proceso es que el gobierno portugués dio vía libre para su extradición a Colombia.
Papa Pitufo, el zar que dominaba el contrabando e influenciaba algunas instituciones
La historia de Papá Pitufo es mucho más amplia y compleja, explicó Juan Ricardo Ortega. El exdirector de la Dian siguió de cerca los rastros de Marín y explicó hasta dónde llegan las conexiones del contrabandista.
Las autoridades descubrieron la existencia de este personaje cuando empezaron a incautar grandes cantidades de productos contrabandeados. Además, los responsables del operativo fueron amenazados de muerte por permitir que los artículos de contrabando quedaron en posesión de las autoridades.
"Una de esas personas, a quienes iban a matar, nos proporcionó una gran cantidad de información", señaló Ortega.
El exdirector de la Dian explicó que los artículos incautados quedaron bajo la custodia de las autoridades competentes para ser usados como pruebas al momento de la captura de Diego Marín, sin embargo, estas desaparecieron. Para el exdirectivo, eso evidencia el poder que tenía el zar del contrabando en algunas instituciones del Estado. "Lo mismo ocurrió con las grabaciones. La Fiscalía tenía registros que evidenciaban el papel de Marín, pero ninguna investigación avanzó", aseguró.
Por otra parte, Juan Ricardo Ortega reveló que un expresidente de la república le pidió poner al frente de la Polfa a un coronel que, según la inteligencia inglesa, figuraba entre los hombres que trabajaban para alias Papá Pitufo. Ortega se abstuvo de revelar el nombre del exjefe de Estado involucrado para proteger su vida, pero dejó claro que es una muestra de la amplía influencia que tenía Marín.
El exdirector, incluso, dijo que los tentáculos de Marín aún podrían estar moviéndose dentro de diversas entidades estatales. Sin embargo, reconoció que no podría determinar si el presidente Gustavo Petro tenía conocimiento del actuar criminal de Marín antes de que este intentara infiltrar dinero del contrabando en su campaña.
Finalmente, reflexionó sobre el problema que representa Marín. A pesar de que las autoridades logren encarcelarlo, el problema, en sí mismo, no tendrá solución, pues, según él, es algo intrínseco a nuestro país. "Es como el sistema de circulación de la cocaína: usted puede cortar pedazos, pero otros lo reemplazarán. Este es un tema sistémico", concluyó.
Ortega sugirió que las autoridades deberían comenzar a modificar algunas políticas comerciales que favorecen el contrabando. Según él, existen demasiadas regulaciones estrictas y, en su opinión, el país está "sobrerregulado".
