Publio Hernán Mejía, excomandante del Batallón La Popa.
Crédito: JEP.
La masacre calificada como éxito operacional por la que ahora está en juicio Publio Hernán Mejía
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Uno de los hechos por los cuales está en juicio en la JEP el coronel en retiro Publio Hernán Mejía, excomandante del Batallón La Popa de Valledupar, tiene que ver con la masacre de 18 personas en 2002 en la finca El Socorro, en Cesar. Aunque la Fiscalía buscó condenar a militares por ese hecho, algunos fueron absueltos en la justicia ordinaria. Y la JEP cuestiona su legitimidad. ¿De qué se trató? ¿Qué dicen los involucrados?
Cuando el coronel Publio Hernán Mejía comandaba el Batallón La Popa de Valledupar, en 2002, presentó como uno de sus principales éxitos la baja en supuesto combate de 18 integrantes del ELN en la Hacienda El Socorro, ubicada en el sector de Caracolí de Bosconia, Cesar, el 25 de octubre de ese año.
El operativo llamado Tormenta II se publicó en medios de comunicación. Hubo felicitaciones oficiales y grandes titulares. Entre otros, se dijo que esas personas eran los responsables de atacar a dos patrullas del extinto DAS que iban a Santa Marta para reforzar la seguridad del entonces presidente de la república, Álvaro Uribe Vélez.
El general Gabriel Ramón Díaz, que era el comandante de la Segunda Brigada del Ejército, dijo que recibió una información la noche anterior del propio presidente de que en la zona había un grupo de delincuentes que iban a robar ganado. Eso, dijo, junto a otros llamados de ganaderos de la zona, lo motivó a llamar al coronel Mejía. “El señor presidente me dijo que no se podía seguir permitiendo el robo de ganado”, dice su declaración.
Pero lo que pareció una operación legítima, no lo fue. Para esa época, el coronel Mejía tenía alianzas con paramilitares de la zona, especialmente con David Hernández, alias 39. Esa alianza tenía un objetivo macabro: los paramilitares asesinaban civiles inocentes, ubicaban los cuerpos en zonas remotas, le avisaban a Manuel Valentín Padilla (un militar que hacía inteligencia y vivía camuflado de vendedor de plátanos en Valledupar) y este hablaba con Mejía.
Antes de la masacre de 18 personas, ya se habían cometido varias ejecuciones extrajudiciales. Solo años después y estando ya preso, el coronel Heber Gómez Naranjo reconoció un caso a inicios de 2002 en el que nunca hubo combate, sino que se hicieron unos disparos al aire para simular y hacer parecer que el cuerpo encontrado no había sido puesto previamente allí, sino que era un “delincuente” que les había disparado.
La historia de la operación Tormenta II
Para la operación Tormenta II pasó lo mismo, pero salió mal. Luis Francisco Robles Mendoza, alias Amaury, declaró a la justicia ordinaria que la idea era entregarle al Ejército a cuatro personas muertas, que sí eran del ELN, para que Mejía, los presentara como un resultado operacional. Estas personas estaban dentro de la hacienda El Socorro.
Pero, por un error de coordinación o una aparente ‘traición’, las tropas del Ejército llegaron a la zona disparando contra los paramilitares.
Ese fue el testimonio que la justicia ordinaria usó, entre otros elementos, para llevar a juicio a varios uniformados. Otro testimonio en el caso, el de un exmilitar, decía que los paramilitares asesinados tenían problemas con 39 y por eso fueron entregados. Muchos años después, con la puesta en marcha de la Jurisdicción Especial para la Paz, la Unidad de Investigación y Acusación (UIA) de ese sistema llevó a juicio al coronel en retiro Publio Hernán Mejía por 72 casos de ejecuciones extrajudiciales, incluida esa operación Tormenta II.
Según la acusación de la UIA, el mayor José Pastor Ruiz Mahecha le ordenó al pelotón Espoleta acudir a la zona a verificar la presencia de presuntos delincuentes cerca a la finca El Socorro; así como al grupo especial Zarpazo, el pelotón Albardón 1 y el pelotón Espoleta 1. Mejía llamó a Gómez Naranjo sobre la operación que se iba a realizar, teniendo como antecedente el ataque a personal del DAS que le iba a dar seguridad al presidente y arrancaron hacia el lugar.
La acusación de la UIA dice que en el cruce de disparos solo murieron algunas personas y que otros, que sí se identificaron como paramilitares y ya se habían rendido, fueron ejecutados por orden de Ruiz Mahecha. Luego, en medio del desorden, los cuerpos fueron llevados al Batallón y fueron presentados como guerrilleros, a pesar de que tenían ropa alusiva al grupo paramilitar.
La contradicción en la justicia ordinaria
Aunque la Fiscalía claramente calificó ese hecho como un operativo irregular enmarcado en los mal llamados falsos positivos, el coronel Heber Hernán Gómez Naranjo y el mayor Oscar Enrique Ramos Ávila fueron absueltos en enero de 2014 por el Juzgado Cuarto Penal del Circuito Especializado de Bogotá.
Esa sentencia de 78 páginas asegura que no había prueba de que Mejía diera una orden ilegal, aseguró que la operación fue legítima y que había tanto información de ganaderos como del propio presidente de la república. “De suerte, que, si la operación en su forma y esencia fue legítima conforme a lo aquí indicado, el actuar de los aquí procesados, no puede ser tildada de ilegal o ilegítima, al contrario, el cumplimiento de sus deberes era lo que les impelía a actuar”, dice esa sentencia.
Ahora bien, por ese mismo hecho, sí fue condenado en la justicia ordinaria el coronel Publio Hernán Mejía, José Pastor Mahecha, Aureliano Quejada y Efraín Andrade. Todos recibieron 19 años de prisión por el delito de concierto para delinquir el 6 de septiembre de 2013 por parte del Juzgado Sexto Penal del Circuito Especializado de Bogotá en una sentencia que incluye varios hechos y la operación Tormenta II, pero que especialmente repudió la alianza entre las tropas y las AUC.
‘Alias 39 estaba bravísimo con Mejía’: Manuel Valentín Padilla
Este hecho es uno de los que se le cuestionan al coronel Publio Hernán Mejía, quien es el primer oficial sometido a la JEP que está en juicio transicional, por negarse a reconocer responsabilidad y a aportar verdad plena. Mejía niega haber cometido delitos.
El juicio en su contra arrancó con tres sesiones en Valledupar a mediados de septiembre de 2024 y siguió con dos sesiones más en Bogotá los días 17 y 18 de octubre. El juicio debe agotar primero más de 60 testigos de la Fiscalía y luego el listado de testigos de la defensa del exoficial.
¿Qué se ha dicho sobre Tormenta II?
Una de las declaraciones más relevantes que se han escuchado hasta el momento sobre este caso la dio Manuel Valentín Padilla, quien estaba asignado a inteligencia, pero como hombre externo. Padilla explicó que no tenían actividades normales de militar, sino que tenía un puesto de plátanos en la plaza de mercado de Valledupar que le servía de fachada para recopilar información.
Padilla era conocido como Hugo y de su labor militar sabían pocas personas. Su jefe directo era el coronel (r) Publio Hernán Mejía. En su declaración ante la JEP, Padilla relató que sirvió de guía para las tropas para los ‘positivos’, que no eran otra cosa que puestas en escena y asesinatos de civiles inocentes.
Padilla contó que los paramilitares sabían quién era él y que un día, un hombre apodado el Paisa le mandó a una persona para decirle que lo necesitaba. Él llegó a la zona acordada y el Paisa le dio un mensaje para que se lo transmitiera a Mejía: “que le dijera al señor coronel Mejía que 39 le iba a dejar un positivo. Yo no sabía quién era. Voy al batallón y se la suministro tal cual y él me dijo: ‘buen, ya tengo conocimiento, toca estar pendiente’”.
Días después, los paramilitares le dijeron la zona y Padilla guio a Gómez Naranjo. Esta misma situación sucedió varias veces. En su declaración en el juicio, Padilla dijo que unos ocho o diez días después del operativo en la finca El Socorro, alias 39 lo mandó a llamar.
“Yo subí más arriba de La Mesa, subiendo a la cordillera ya. Hablé con él allá y me empezó a insultar a mí. '¿Por qué Mejía me acribilló a mis hombres? ¿Por qué los masacraron?’. Yo le dije: ‘señor, desconozco totalmente de esas operaciones que se llevaron a cabo’", relató Padilla.
"Me regresé y le informé a Mejía. Le dije: '39 está bravísimo porque usted le masacró a todos los hombres. Él está bravo'. Mejía me dijo: 'tiene que tener mucho cuidado'", agregó el testigo ante las preguntas del fiscal de la Unidad de Investigación y Acusación de la JEP.
El juicio a Mejía sigue a instancia de la JEP.