El curioso avance, después de las elecciones regionales, de la reforma a la salud en el Congreso de la República no ha sido gratuito. Detrás de ese acelerador que se le metió al proyecto está un partido que había dicho que no lo votaría a favor, pero al que se le estaría untando de mermelada para que ayude con la causa de sacar adelante una de las iniciativas más relevantes del gobierno Petro.
Les estoy hablando del “honorable” partido de la U cuya presidenta hasta unos meses era la gobernadora electa del Valle, Dilian Francisca Toro, quien se apartó del cargo justamente para hacer su campaña, no sin antes dejarles claro a sus aliados políticos que no debían apoyar la reforma y que la colectividad no seguiría haciendo parte de la coalición.
Justamente, después de tomar esa decisión, que incluso fue impulsada por el propio presidente Petro quien prácticamente cerró la puerta a los acuerdos con ese partido, la baronesa y ahora gobernadora del Valle dio varias declaraciones en las que culpó al mandatario por la crisis del sistema de salud en Colombia y nos hizo creer que los votos de los congresistas de la U a la reforma se habían esfumado.
En medio de esa ruptura entre Petro y la U el gobierno hizo lo propio. En mayo de este año el primer mandatario sacó a la ministra de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), Sandra Urrutia, que era cuota de Dilian y a los viceministros que ella también llevó, y puso al frente de esa cartera a Mauricio Lizcano, con quien supuestamente se acabaría la representación de esa colectividad en el ejecutivo.
Sin embargo, pasadas las elecciones de alcaldes y gobernadores en el país la relación de esa bancada con el gobierno parece que volvió a florecer y les está sirviendo para lograr sus objetivos en el Congreso. Así lo demuestran los votos que esta última semana tuvo la reforma a la salud en la Cámara de Representantes y que sorpresiva y convenientemente aparecieron en las curules del Partido de la U.
Esta columna revisó el registro total de la votación que tuvo la reforma el pasado martes 7 de noviembre cuando se aprobaron 10 artículos indispensables en este proyecto, que ya ha sido avalado en un 56% y al que le queda muy poco para completar su camino en la Cámara y pasar al Senado. Llama la atención que varios de los votos que movieron la balanza para que el articulado tuviera luz verde los puso la U con la mayoría de sus 15 representantes.
Por ejemplo, el primer bloque de artículos que se aprobó fue votado a favor por ocho miembros del partido. Camilo Ávila, Wilmer Ramiro Carrillo, Alexander Guarín Silva, Milene Jarava Díaz, Álvaro Mauricio Londoño, José Eliécer Salazar, Jorge Eliécer Tamayo y Diego Fernando Caicedo le dieron el sí a los puntos 97, 99, 100, 101 y 102 del proyecto.
Posteriormente se sometió a votación de la plenaria otro bloque en el que estaban los artículos 40, 41, 44, 45, 46 de la reforma y esos mismos ocho congresistas lo aprobaron. A a ellos se les sumaron sus compañeros de bancada Julián David López, Astrid Sánchez Montes de Oca, Ana Paola García y Teresa de Jesús Enríquez para un total de 12 representantes que acompañaron al gobierno en su búsqueda por sacar adelante la iniciativa.
Y no es casualidad que justamente ese día de la votación se haya visto paseándose por el salón elíptico del Capitolio Nacional al ministro de las TIC, Mauricio Lizcano. El funcionario, que nada tiene que hacer en un debate de reforma a la salud, estuvo presente en toda la jornada y hasta se sentó en varias oportunidades en las curules de los congresistas de la U, que tal parece son otra vez aliados del gobierno.
Esa alianza, como ya lo mencionaba, por supuesto que no es gratis y no se logró particularmente por el hecho de que a la bancada que antes criticó el proyecto y pidió cambios, ahora le parezca que es perfecto y se debe aprobar. La razón de ese cambio repentino en la forma de votar sería el ofrecimiento de puestos justamente en el MinTic, que, gracias a los buenos oficios de Lizcano, estaría volviendo a manos de esa colectividad.
El ministro justificó su presencia en el debate asegurando que es su deber asistir a defender los proyectos del gobierno y que como la base de la reforma y el mayor componente es tecnológico, él debe responder muchas de las inquietudes que tengan los representantes. Pero lo que esta columna ha podido establecer es que su gestión va mucho más allá de eso.
Fuentes muy cercanas al MinTic aseguran que a los congresistas del Partido de la U les están repartiendo puestos en dos entidades adscritas a esa cartera, que son la Agencia Nacional del Espectro (ANE) y la Agencia Nacional Digital. Allá es donde estarían llegando las hojas de vida de las cuotas de los políticos, que ahora están aprobándole todo al gobierno nacional.
Pero la cosa no para ahí. Esta columna conoció también que en muchos de los canales públicos están llegando recomendados de los senadores y representantes de la U. ¿Será cierto que la estrategia es que el ministerio, a través del Fondo Único TIC (FUTIC), firma convenios interadministrativos con esas instituciones, que también tienen carácter público, y les da plata para que después otorguen contratos?
Por cierto, revisando la plataforma Secop se puede ver cómo en el FUTIC se han firmado decenas de contratos por prestación de servicios desde agosto de este año hasta la fecha para cargos en el propio MinTic. Espero que esos no sean también puestos a cambio de favores legislativos.
El congresista de la U que estaría encargado de alinear a sus compañeros de partido en la Cámara es Wilmer Carrillo. Entre tanto, en el Senado, en donde también esperan con ansias el proyecto de reforma a la salud para votarlo a favor y seguir pidiendo puestos, la ficha de Lizcano sería Alfredo Deluque.
A propósito, el pasado viernes 10 de noviembre, es decir, tres días después de aprobarse una parte importante de la reforma a la salud, el ministro de las TIC viajó a la Guajira, de donde el senador Deluque es oriundo y barón electoral. Estando allí publicó en su cuenta de X un video en donde se le ve muy feliz abrazado de la gobernadora encargada, Diala Wilches, celebrando justamente el anuncio de llevar conectividad a diez municipios de ese departamento.
La señora Wilches, recordemos, es muy cercana al senador de la U, hizo parte de su Unidad de Trabajo Legislativo (UTL) y llegó a la gobernación por petición del congresista. Ella sería una de las beneficiadas con los puestos en MinTic ya que, a su esposo, el diseñador Brian Gómez Molina, le habrían dado un contrato en el viceministerio de conectividad.
Toda la labor que estaría adelantando el ministro Lizcano para conseguir los votos de la U seguramente hará que la reforma sea aprobada. Este martes se retomará la discusión y la apuesta es sacarla esa semana para que pase al Senado y poder sacarla en comisión y plenaria antes de que termine este periodo legislativo. En todo caso, si se logra la aprobación ya sabremos que fue por el dulce sabor de la mermelada de la que siempre hay para todos y que fue repartida en el momento más adecuado.