Luis Alberto Arango
18 Marzo 2023

Luis Alberto Arango

Los relatos presidenciales

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El presidente Petro, en su entrevista con CAMBIO, acuñó la frase “relato periodístico” para bautizar las versiones de los hechos que para él no están de acuerdo con su realidad de lo que pasa en el país y en su Gobierno.


La entrevista que CAMBIO le hizo al presidente Gustavo Petro y que se publicó el domingo de la semana anterior ha dado mucho de qué hablar. No era para menos. (1)

Quiero destacar algunos aspectos que me llamaron la atención. En primer lugar, se nota lo curtido que es el presidente Petro para estas faenas. No detuvo la entrevista o puso condiciones ante preguntas incómodas o difíciles. A estas trató de darles respuestas que tuvieran sentido, no como otros presidentes que evitaban contestarlas o que pedían pasar a la siguiente pregunta.

Que uno esté de acuerdo o no con sus respuestas es otra cosa. Sin embargo, todas fueron muy interesantes y muestran el estilo y pensamiento del presidente que está gobernando al país.

Fue insistente en utilizar la frase “relato periodístico” para decir que no estaba de acuerdo con el contexto de la pregunta o su conclusión, haciendo entender que ese era el punto de vista del periodista y que no era concordante con la realidad, o al menos con su realidad. (2)

En contraposición, supongo que los ciudadanos podemos llamar a su versión, con la que sí comulga Petro, el “relato presidencial”. Lo que sucede es que, como ya nos estamos acostumbrando, Petro maneja varias versiones de sus “relatos presidenciales”.

Por ejemplo, en su visita a Chile en enero de 2023 cuando dio un discurso al lado del presidente chileno, Gabriel Boric, hizo entender que a Salvador Allende lo habían matado los militares en el golpe de estado del 11 de septiembre de 1973. En cambio, en la entrevista con CAMBIO, reconoció con toda claridad que Allende se había suicidado con su ametralladora. (3)

“Fue insistente en utilizar la frase “relato periodístico” para decir que no estaba de acuerdo con el contexto de la pregunta o su conclusión…”.

Son dos “relatos presidenciales” distintos sobre un mismo hecho. Del suicido de Allende hoy no hay duda. Por lo tanto, el relato de Petro en Chile era el del discurso grandilocuente y efectista, y el segundo el del presidente concreto y claro, sin adornos políticos en sus afirmaciones. (4)

El ejemplo anterior puede ser menor, pero demuestra que Petro no tiene dificultad en ajustar las versiones de hechos comprobados con tal de quedar bien con el público de turno o para justificar su ideología política, a la luz de las circunstancias del momento.

Recientemente, a la salida del Foro Económico Mundial en Davos lo entrevistaron sobre la posición del Ministerio de Minas y Energía, con respecto a los supuestos varios años de reservas de gas que tiene Colombia. Al respecto Petro no dudó en defenderla argumentando que uno no podía cuestionar a la ciencia.

Hoy sabemos que su “relato presidencial” se nutrió de un “relato ministerial” errado porque los años de reserva no son tantos como dijo el ministerio. El “relato ministerial” careció de fundamento científico, tal vez porque estaba soportado más bien en la ideología política de la ministra.

“Son dos “relatos presidenciales” distintos sobre un mismo hecho. Sobre el suicido de Allende hoy no hay duda”.

Hay que destacar, que luego el presidente corrigió el “relato ministerial”, pero eso sí sin reconocer ningún error en su “relato presidencial”.

Conocemos que sus reuniones de consejo de ministros son extenuantes. Él se sienta en la palabra y hace lo que más le gusta tal y como él lo ha confesado, hablar, haciendo perder tiempo valioso a su gabinete, imposibilitando realizar un ejercicio productivo y eficiente de concreción de ideas para afrontar problemas, dificultades o plantear iniciativas.

También entendemos que, en contraste con la forma como se desaprovecha el tiempo en los consejos de ministros, Petro trata de hacer rendir cada segundo de su Gobierno, porque sabe que todos los cambios que quiere hacer no se hacen rápido. Por cuenta de esa motivación se ha precipitado a la hora de tomar decisiones y por cuenta de ello ha cometido errores.

Para mencionar un ejemplo, basta con recordar su salida en falso del 31 de diciembre del año pasado afirmando que su Gobierno había acordado un cese del fuego bilateral con el ELN. No era verdad. El ELN lo desmintió. Un lamentable error porque su “relato presidencial” no coincidió con la realidad y el Gobierno tuvo que dar explicaciones de malabarista para decir que lo que dijo no era lo que quería decir. Esto entorpeció varias semanas el proceso que se está llevando a cabo con el ELN.

Hay otros relatos presidenciales que le restan credibilidad a quienes como presidente y vicepresidente deben inspirar y liderar el sentimiento de cohesión nacional alrededor de hacer país, hacer empresa y propender por el desarrollo de la nación.

El más reciente y visible fue la declaración de la vicepresidenta Francia Márquez en la entrevista que le dio a Semana, publicada la semana pasada. En ella le dijo a Vicky Dávila, con desafortunada arrogancia, que de malas la élite y que ella iba a seguir viajando en helicóptero por su seguridad, les guste o no. (5)

Nadie duda que hay que darle seguridad a la vicepresidenta y yo no cuestiono el uso de los helicópteros. Su narrativa de señalar la supuesta élite graduándola de enemigo del Gobierno y la arrogancia de sus respuestas, en nada enaltece la figura que ella detenta, crea más polarización y termina logrando el efecto contrario, si lo que quería era generar empatía.

Por su parte el Gobierno, muchas veces en palabras del presidente, señala al empresariado como si fueran un mal ejemplo a seguir, pero cuando le conviene lo enaltecen porque saben que son los empresarios los que con sus tributos pagarán los ambiciosos programas sociales que quieren llevar a cabo.

Al empresariado lo simplifican como si fueran solo los grandes grupos económicos, gigantes en creación de empleo, pago de impuestos y desarrollo. Sin embargo, los empresarios en cualquier país son mucho más que los grandes grupos económicos. No obstante, ese relato presidencial antiempresarial erosiona el ánimo de hacer empresa, de innovar, de desarrollar y de invertir, porque quien lo haga se va a sentir juzgado y señalado por el Gobierno en vez de aplaudido y apoyado.

Esta disyuntiva ideológica sobre ser gobierno y cómo gobernar, les ha costado mucho trabajo entenderla y digerirla, sobre todo porque por primera vez la izquierda lidera la primera magistratura del país cuando estaban acostumbrados por décadas a ser oposición.

“…ese relato presidencial antiempresarial erosiona el ánimo de hacer empresa, de innovar, de desarrollar y de invertir…”.

Para la muestra un botón. El senador Gustavo Bolívar, del Pacto Histórico, a falta de argumentos, trina periódicamente que como ellos ganaron la Presidencia eso significa que sus electores votaron por todas las reformas que están planteando y que por ello las van a imponer, les guste o no al resto.

Mientras que el Gobierno piense que todavía está en campaña política, defendiendo sus fallas, como las puede tener cualquier gobierno, diciendo que son “relatos periodísticos” o que son culpa de los demás, o justificándolas con verdades a medias, no hay muchas esperanzas de que este sea el Gobierno del cambio por el que votaron el 50,44 por ciento de los colombianos.

Pero seguramente, para el Gobierno, como diría Petro, esta columna es el relato de un columnista de opinión y nada tiene que ver con su realidad.
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(1) Entrevista de la revista CAMBIO al presidente Gustavo Petro. Entrevista hecha por Daniel Coronell y Federico Gómez. La pueden ver en este enlace. https://youtu.be/2hykcaTyEDE

(2) Gustavo Gómez escribió una interesante columna sobre los “relatos periodísticos” que mencionó el presidente Gustavo Petro en su entrevista con CAMBIO. Pueden ver la columna haciendo clic aquí. 
 

(3) Minuto 54:53 de la entrevista que se puede ver en el siguiente enlace: https://youtu.be/2hykcaTyEDE
A partir de allí pueden ver y oír el siguiente diálogo:

Daniel Coronell: –Fíjese que Allende no se deshizo de su ametralladora.–
Gustavo Petro: –No. Y se mató con ella.–

(4) En mi columna del 13 de enero de 2023 “Gustavo Petro y el Palacio de la Moneda 50 años después” describo con más detalle este “relato presidencial” de Petro diciendo que a Allende lo habían matado los militares y no que se había suicidado. En la entrevista de CAMBIO dice lo contrario, que se había suicidado. Hoy no hay duda de que se suicidó. Pueden leer la columna en haciendo clic aquí
 

(5) El siguiente enlace es el extracto de la entrevista que Vicky Dávila, de la revista Semana, le hizo a la vicepresidenta, Francia Márquez, en la que ella contesta a quienes la critican por el uso de los helicópteros para transportarla hasta su residencia en Dapa, Valle del Cauca.
https://youtu.be/AbeI4bsfR5Q

 

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