Artistas urbanos de Río de Janeiro y de Bogotá se unen para grafitear un kilómetro en ambas ciudades

Crédito: Juan Francisco García

31 Octubre 2024 10:10 am

Artistas urbanos de Río de Janeiro y de Bogotá se unen para grafitear un kilómetro en ambas ciudades

Gracias al programa de política pública cultural Museo Abierto de Bogotá, de Idartes, cinco artistas urbanos de Río de Janeiro y de Bogotá se juntaron para transformar el muro perimetral de la primera Escuela de Oficios que tuvo la capital. La obra de arte, de 500 metros cuadrados, tendrá su réplica entre noviembre y diciembre, en Río de Janeiro. El proyecto incluyó a la comunidad del barrio La Favorita, en la localidad de Los Mártires, uno de los territorios marginados de la capital.

Por: Juan Francisco García

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Cambuches de cartón cuyo techo está hecho de bolsas de basura negras y agujereadas. Hombres y mujeres que se ganan la vida como recicladores y que deambulan, en zigzag, con su carretilla a cuestas mientras hablan solos, o cantan, o ven fantasmas por todas partes. Ruido, mucho ruido. Una mujer joven pegada a un tarro de pegante recostada sobre la acera juzga la obra de arte que tiene ante sus ojos, allí, en su calle: 500 metros cuadrados de grafitis de gran formato hechos por artistas urbanos de Bogotá y de Río de Janeiro. La escena ocurre en la localidad de Los Mártires, en el barrio La Favorita, en el centro de Bogotá. 

El mural que la mujer contempla comprende la fachada de la Escuela Tecnológica Instituto Técnico Central, patrimonio arquitectónico de Bogotá por haber sido la primera Escuela de Oficios de la ciudad gracias a que, en 1886, ante los estragos de la Guerra de los Mil Días, seis hermanos de La Salle decidieron enseñar allí artes y oficios a los niños huérfanos del conflicto. Hoy, más de 120 años después, la edificación sigue en pie, grandilocuente y clásica, como uno de los colegios públicos más representativos de la capital.

Por esto, el Instituto Distrital de las Artes (Idartes), entidad de la Alcaldía de Bogotá, decidió este año intervenir su muro perimetral bajo el marco de una de sus grandes apuestas culturales: el Museo Abierto de Bogotá (MAB). Desde 2013, la iniciativa ha involucrado a más de 1.000 artistas locales para intervenir y transformar espacios públicos en los corredores viales más importantes de la ciudad. Además, por sus laboratorios pedagógicos han pasado más de 3.000 ciudadanos y más de 30 colectivos han sido beneficiados por sus estímulos. Incentivar y potenciar el arte urbano, así como desestigmatizarlo han sido el núcleo de la política pública, que desde su creación en 2021 ha contado con una inversión de más de 26.000 millones de pesos. 

Intervención artística en Los Mártires
Intervención artística en Los Mártires gracias al Museo Abierto de Bogotá. Créditos: Juanita González, Idartes. 

Río de Janeiro y Bogotá: sinergia artística 

Para este año, aprovechando la fructífera relación artística y cultural que en la última década se ha consolidado entre Brasil y Colombia, en complicidad con la Secretaría de Cultura y Economía Creativa del estado de Río de Janeiro y la Alcaldía de Bogotá, Idartes sacó la Beca Museo Abierto de Bogotá–Intercambio con Río de Janeiro. Como parte del Programa Distrital de Estímulos, la beca premió, entre 65 participantes, a cinco artistas bogotanos. ‘Arteaga’, ‘Ark Animalium’, ‘Lili Cuca’, ‘Robs Oner’ y ‘Nats Garu’ fueron los seleccionados para, en duplas con otros cinco artistas provenientes de Río de Janeiro, transformar el muro perimetral del ya mencionado edificio. 

Así, la obra de 500 metros cuadrados será, por mucho tiempo, el testimonio vivo de la sinergia artística de dos ciudades que comparten la pulsión por el arte urbano, la diversidad de expresiones y vivencias y la inconformidad: el grafiti, como constatación de la realidad, sus abismos y sus dimensiones más complejas; y a la vez como un canal de resistencia, pertenencia y cohesión social. 

Intervención artística en Los Mártires
Arte urbano en la primera Escuela de Oficios de Bogotá, Los Mártires. Créditos: Juan Francisco García 

En conversación con CAMBIO, ‘Ark Animalum´, que lleva más de 20 años como artista urbano, dijo que lo más potente de este proyecto fue el involucramiento de la comunidad. Reflexionó que el arte urbano, ese que realmente es accesible para un grupo masivo de personas, adquiere mayor sentido cuando quienes habitan los lugares de intervención artística se sienten como agentes activos de la obra. En este caso, al artista lo conmovió que tanto los habitantes de calle como los recicladores, que son los residentes de la cuadra en donde está el mural, se sintieron parte de la construcción, aprobaron y apoyaron los bocetos previos, y durante el proceso de creación acogieron cálidamente a los artistas. Para esto fue clave que la comunidad tuviera acceso a los grafiteros, para enterarse de la intención narrativa y el mensaje de cada uno; y así evitar la imposición de perspectivas por parte de “extranjeros” de la cuadra. 

 “Este mural será una historia que todas estas personas tendrán por contar”. Dirán: “Sí, acá hubo artistas colombianos y brasileños pintando durante cinco días sin parar”. Desde su experiencia, el artista bogotano da fe de que las comunidades marginadas anhelan, como cualquier otra, tener historias y narrativas propias sobre su lugar de residencia y cotidianidad. “La obra, cuando nos vayamos, será un testimonio de cocreación”, dijo el artista, cuyo tópico creativo se basa en la visibilización y protección de los animales callejeros, tantas veces fieles compañeros de los ciudadanos que duermen al margen.

Grafiti de gran formato en Los Mártires
Así se ve la obra de gran formato en la Escuela Tecnológica Instituto Técnico Central, en la Favorita, Los Mártires. Créditos: Juanita González

Como representante de la comitiva brasileña que, desde el 24 de octubre se dedicó sin pausa a pintar el muro perimetral con sus pares de Bogotá, Jeff Seon le expresó a CAMBIO su satisfacción por poder, gracias al mural y a la beca, “visibilizar lo invisible”. Proveniente de uno de los barrios más pobres y peligrosos de Río de Janeiro, el grafitero se ha dedicado durante años a hablar de las márgenes y de los marginados. Esos jóvenes pobres que no tienen acceso a la educación formal, y entonces se traspasan conocimientos unos a otros, para mantener vivos sus saberes, los saberes de la calle: el dibujo, el grafiti, el muralismo. El brasileño también dio fe de la hospitalidad de la comunidad, y de la expectativa que el muralismo ha causado entre los habitantes del sector. Mientras hablamos, como si nos hubiera escuchado, una transeúnte se detuvo ante el mural y le preguntó al artista, con desparpajo: “¿Hacemos el amor?”. Además, Jeff Seon reconoció que la movida de arte urbano en Bogotá está más vital y vigente que nunca, en contraste con Río en donde, desde la pandemia –a diferencia de lo que ocurrió en Colombia–, el arte callejero amainó. 

Inauguración del mural en Bogotá y la obra en Brasil 

El 30 de octubre a las seis de la tarde en la Galería Santa Fe, para darle feliz cierre a la obra realizada en Los Mártires, tuvo lugar un conversatorio con los cinco artistas de cada ciudad.  En este compartieron sus saberes y su experiencia, sus retos y triunfos artísticos en la capital, así como los avances contra la estigmatización del grafiti en ambas capitales –dos potencias del arte urbano–.

Además, se anunció que desde el 21 de noviembre los artistas bogotanos viajarán a Río de Janeiro para grafitear el espacio público escogido por la Secretaría de Cultura y Economía Creativa de la ciudad. Serán, al menos, otros 500 metros cuadrados dispuestos para la transformación artística, con los que, juntando ambas obras, se habrá intervenido, con arte urbano del más alto nivel, un kilómetro entero.

Ark, artista bogotano interviniendo el muro de Los Mártires
Ark, artista bogotano, interviene el muro perimetral en Los Mártires. Créditos: Juan Francisco García 

Los grafitis, le dijeron a CAMBIO tanto Jeff Seon como Ark Animalum, son intrínsecamente incómodos, exigen voltear la mirada, se roban la atención. En el caso del mural gigante de la Escuela Tecnológica Instituto Técnico Central, en el barrio La Favorita, la afirmación es parcialmente cierta. Es verdad que la obra exige voltear la mirada y se roba la atención; pero es mentira que sea una experiencia incómoda, es más bien un refugio estético, un llamado al asombro, una reivindicación del aún hoy estigmatizado arte urbano, el arte de la gente, de los nadie, de los habitantes de calle y las personas que se ganan la vida con los residuos de la  gran ciudad. 

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