'Nuevas revelaciones permiten explicar el silencio sobre la toma y retoma del Palacio de Justicia': Yesid Reyes

Yesid Reyes Alvarado.

Crédito: Colprensa.

8 Noviembre 2024 09:11 am

'Nuevas revelaciones permiten explicar el silencio sobre la toma y retoma del Palacio de Justicia': Yesid Reyes

En la conmemoración de los 39 años del ataque al Palacio de Justicia, el hijo del presidente de la Corte Suprema, Alfonso Reyes Echandía, se pronunció sobre las revelaciones que hizo en CAMBIO el exagente de inteligencia José Dorado. Señaló que mientras los militares, los exguerrilleros y las autoridades políticas de la época mantengan su silencio, "viviremos en una penumbra similar a la que hace 39 años acompañó a un puñado de rehenes inocentes en su tránsito a la eternidad".

Por: Alejandra Bonilla Mora

Entre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsAppEntre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsApp

Yesid Reyes Alvarado, hijo del Alfonso Reyes Echandía, presidente de la Corte Suprema de Justicia que murió en la toma y retoma del Palacio de Justicia del 6 y 7 de noviembre de 1985, se pronunció este viernes durante la conmemoración de los 39 años del trágico hecho.

Desde el Palacio de Justicia y en evento solemne, Reyes se refirió, entre otros, a la entrevista que Helena Urán publicó en CAMBIO con el exagente de inteligencia militar José Dorado,

Según el exagente, el Ejército sabía que el M-19 se iba a tomar el edificio, sin embargo, dejó que el operativo guerrillero se desarrollara para poder eliminar archivos judiciales, permitir la muerte, tanto de la cúpula del grupo ilegal, como magistrados que no eran afines a inteligencia militar y tenían un compromiso con los derechos humanos.

"La importancia de esas revelaciones que por ahora se conocen solo de manera preliminar radica en que brinda una explicación a conductas que hasta ahora carecían de ella como el sorprendente retiro de la vigilancia del Palacio de Justicia justo antes de producirse el ataque del grupo guerrillero o la inusitada rapidez con la que llegaron los tanques desde el Cantón Norte hasta la Plaza de Bolívar", manifestó.

"Estos destellos avivan la esperanza del letárgico avance hacia el esclarecimiento de esos luctuosos hechos continúe. Su trágico desenlace lo sabemos desde hace casi cuatro décadas, el cómo se llegó a él, sin embargo, ha sido un secreto curiosamente custodiado de manera conjunta por todos los que se enfrentaron de manera violenta en este mismo solar", agregó.

Reyes señaló que "los cuerpos de seguridad del Estado niegan haber tenido noticia previa de la toma, haberla permitido como una treta para liquidar al grupo insurgente, así como haber torturado, asesinado y desaparecido personas durante esos dos días. Los funcionarios que en esa época hacían parte del Gobierno central niegan haber entregado, de facto, el control de la situación a las fuerzas armadas, renunciado a la búsqueda de una solución que protegiera la vida de los rehenes. Y los sobrevivientes del M-19, que a mediados de los 80 eran cercanos a su dirigencia, niegan haber sido financiados por organizaciones vinculadas al narcotráfico".

El exministro de Justicia aseguró que, en ese panorama, las revelaciones publicadas en CAMBIO, "permiten pensar en una forma de explicar coherentemente tanto silencio":

Cambio Colombia

"Capos de la droga interesados en impedir su extradición pudieron haber incentivado económicamente a los comandantes del M-19 para que se tomaran el Palacio de Justicia para después hacer llegar la información a los cuerpos de inteligencia. Estos, a partir de este aviso, podrían haber facilitado la incursión para asestar un duro golpe a la dirigencia del M-19 y, de manera colateral, a un grupo de incómodos magistrados demócratas. Mientras todos esos actores sigan empeñados en callar lo que saben sobre esos nefastos sucesos, viviremos en una penumbra similar a la que hace 39 años acompañó en este mismo sitio, a un puñado de rehenes inocentes en su tránsito a la eternidad", precisó Reyes.

De otro lado, Reyes recordó cómo se vivieron ese 6 y 7 de noviembre en una época en que no había internet, en la que las imágenes de los tanques del Ejército disparando al edificio se veían en la última emisión del noticiero y en la que los periódicos abrieron con la desoladora foto del Palacio en llamas. También recordó que a muchas personas que, como él, intentaron con los años dilucidar lo que pasó, les dijeron que ya no lo hicieran más: "fuimos invitados a no continuar haciéndolo", a "dejar así".

También señaló que las personas que tenían familiares en el Palacio de Justicia no tenían motivos entonces para considerar que las otras ramas del poder no iban a proteger a los rehenes, entre quienes estaban los magistrados de la Corte Suprema y de su Sala Constitucional; del Consejo de Estado, funcionarios y asistentes al lugar.

"¿Cómo suponer que las otras dos ramas del poder público no serían capaces de proteger la majestad de la justicia? ¿Cómo no creer en la palabra de quien fungía como director de la Policía que le dijo al presidente de la Corte Suprema, su amigo de juventud, que la orden del cese al fuego ya estaba dada?", concluyó Reyes.

El homenaje de las Cortes

El presidente de la Corte Suprema, magistrado Gerson Chaverra, recordó con respeto a las víctimas de la toma ilegal y la cruenta y deshumanizadora respuesta de las autoridades. "Tanto la toma como la retoma fueron actos delictuales, como se ha declarado en fallos judiciales", señaló.

Chaverra indicó que las imágenes de desolación que se vieron hace 39 años, el 8 de noviembre de 1985, cuando terminó la violencia, hacen parte del "más cruento magnicidio de la historia de nuestra patria". 

El magistrado indicó que, en este día, es necesario rescatar la memoria fiel de este hecho y manifestó la necesidad de avanzar en descubrir la verdad de lo que pasó. "Que cese el fuego, que cese la violencia, que cese el drama, que la vida y la justicia no sean aniquiladas", dijo al recordar el clamor que hizo hace 39 años el presidente de la Corte Suprema, Alfonso Reyes, para que cesara el fuego, clamor que fue ignorado por las autoridades civiles y militares.

A su turno, el presidente de la Corte Constitucional, magistrado José Fernando Reyes, dijo que "es necesario que cada año evoquemos cerrando los ojos lo que aquí ocurrió hace 39 años. Porque con ello hacemos un homenaje a quienes fueron injustamente sacrificados en esta casa de la justicia".

El magistrado Reyes aseguró que "en este mismo sitio donde la barbarie quiso enseñarse, el edificio nació de las cenizas. Pero más importante que ello, se acrisoló la necesidad de mantener viva la esperanza de que un día viviremos en paz, sin violencia". Además, rescató que la violencia no ha podido arrodillar a las instituciones. "Acá está la justicia. No nos acallarán, como no lo hicieron en 1985", dijo.

Por último, el presidente del Consejo de Estado, magistrado Milton Chaves, apuntó que las vidas truncadas de quienes integraban las altas cortes implican un compromiso ético con la memoria. "Recordar en un acto de justicia en sí mismo. Las víctimas no fueron números o nombres en una lista, sino personas cuyos sueños se vieron abruptamente interrumpidos", dijo al nombrar, uno a uno, a las víctimas del Consejo de Estado que no regresaron a casa ese día.

"Necesitamos seguir hablando de lo ocurrido para que estos hechos nunca se repitan, para que las nuevas generaciones puedan comprender el costo de las acciones armadas", concluyó.

El evento se realizó en el Palacio de Justicia, con presencia de familiares de las víctimas y actuales magistrados de las Cortes.

Conozca más de Cambio aquíConozca más de Cambio aquí