Guardar silencio. Esa fue la decisión que tomó el presidente del Fondo Nacional del Ahorro, (FNA), Gilberto Rondón, en el marco de la diligencia citada por la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia, que lo había requerido para que entregara su declaración por el escándalo en el que quedó evidenciado la entrega de mermelada o puestos a más de 19 congresistas a cambio de un posible apoyo a las reformas del Gobierno nacional.
Según Rondón, las revelaciones contra él solo fueron una estrategia para “acabar con su dignidad”. Sin embargo, se le olvida al presidente de ese banco que la investigación publicada por W Radio, contó con todas las pruebas, documentación y hasta el número total de las hojas de vida que cada senador o representante del Partido Liberal le entregó y que reflejaban una conducta bastante irregular que puede, incluso, configurar un cohecho por parte de este funcionario.
Aunque, en un hecho poco común, las autoridades de control actuaron rápidamente contra Rondón y contra los congresistas mencionados en el escándalo y los han requerido para que expliquen qué fue lo que pasó, llama la atención que el presidente Gustavo Petro lo mantenga en el cargo. Sorprende que, aunque hace tres semanas se le pidió la renuncia, el presidente del FNA, hoy siga gozando de los privilegios que tiene al liderar una entidad con un presupuesto tan robusto y que siga teniendo el poder para hacer y deshacer en el interior de la misma.
¿Acaso el señor Gilberto Rondón está haciendo lobby con altos funcionarios del Gobierno y otros políticos, para que el presidente Petro no lo saque?, ¿el primer mandatario se dejará convencer de ese argumento tan pobre, según el cual, la entrevista, en la que el mismo Rondón reconoció los hechos, fue mal interpretada?
Espero que el presidente no se crea ese cuento, o no nos haga pensar a todos, que Rondón no hizo nada malo y que puede seguir trabajando. Eso de ser un funcionario probo y correcto dejémoselo a otras administraciones que nunca hicieron nada frente a las denuncias tan graves que se daban a conocer contra empleados públicos de sus círculos cercanos.
Mientras tanto, el desorden administrativo es total. Muchas son las quejas que se siguen recibiendo, de trabajadores del fondo, que insisten en que la entidad está convertida en un fortín e incluso algunos aseguran que se encuentra “patas arriba”. Eso es muy grave porque recordemos que el FNA es una entidad pública, pero funciona como un banco en el que miles de colombianos tienen sus ahorros y en el que ponen sus esperanzas para poder acceder a vivienda propia.
El daño que le está haciendo Rondón al Fondo Nacional del Ahorro es incalculable. Y es que paralelo a la recepción de las hojas de vida de los políticos, el presidente de la entidad ordenó la cancelación de los contratos, sin justa causa, a más de 70 funcionarios de planta que estaban ahí después de un concurso de méritos y de tener todos los requisitos para posesionarse. Esas personas estaban, además, cumpliendo con los indicadores que el fondo exige para lograr una buena gestión y, como buena entidad financiera, generar utilidades.
Esta columna conoció también que, a uno de los empleados de la gerencia de mercadeo, que llegó allí recomendado por un amigo de Rondón, le cancelaron el contrato antes de terminar el periodo de prueba porque no tuvo un buen desempeño. No obstante, hace pocos días, después del escándalo en esa entidad, esa persona volvió a la entidad, aunque ahora en una posición mucho más alta. Lo peor es que el argumento para traerlo de vuelta es que “tiene un padrino en las Fuerzas Militares”.
Eso confirma otros datos que se han podido establecer en esta investigación y que evidencian que no solo se están recibiendo hojas de vida de congresistas sino de otros personajes de la vida pública en el país. Por ejemplo, en el computador del FNA aparecen nombres de fiscales, magistrados, ministros, directivos de otras entidades y hasta periodistas que le han entregado perfiles a Gilberto Rondón para que les dé contratos.
Y eso no es todo. La plata que ha derrochado el actual presidente del fondo en publicidad es muchísima. Otra denuncia conocida por esta columna es que justo en este momento la entidad está a punto de firmar un contrato por 10.000 millones de pesos para la realización de eventos, BTL, logística y comunicaciones y aunque se debió abrir una licitación para ese proceso, ahora se hará de forma directa a través de un convenio con un canal regional.
Doctor Rondón, ¿es verdad que le va a entregar ese proceso al Canal Tro?, ¿le dieron esa orden desde Presidencia para que la cumpla antes de irse?, ¿la condición para entregar ese contrato es dar a cambio una comisión? Espero que el presidente Gustavo Petro tome rápido una decisión sobre el futuro de esta entidad, porque definitivamente el problema aquí no es de forma, es de “fondo”.
