Durante un año, la Imprenta Nacional supo que debía prepararse para asumir la elaboración de los pasaportes colombianos. Pero no lo hizo. CAMBIO revela los problemas internos de la empresa, su compleja situación financiera, las advertencias ignoradas y por qué, a dos meses del plazo, en sus instalaciones no hay ni una sola máquina capaz de imprimir las libretas. Esta es la historia.