Johana Fuentes
22 Febrero 2022

Johana Fuentes

Tiktoker y politiquero

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Rodolfo Hernández es experto en acaparar titulares, la semana pasada lo hizo dos veces por cuenta del anuncio de la llegada y la —muy prematura— renuncia de Paola Ochoa, su fórmula vicepresidencial. Ochoa se fue de la campaña por motivos personales, pero dijo que había aceptado la propuesta porque la conquistó la independencia del ingeniero, un hombre sin maquinarias detrás y alejado de la política tradicional, muy similar a ella, que solo había ejercido el periodismo. Sin embargo, otra cosa demuestra su lista a la Cámara de Representante por Santander.

La lista de la Liga Anticorrupción ha estado envuelta en la polémica desde su creación, cuando varios de los que aspiraban a pertenecer a ella denunciaron que para entrar al selecto grupo había que pagar por el aval y luego dar el 10 por ciento del sueldo al movimiento, si se lograba obtener la curul. También se conoció que el precio para ser cabeza de lista era de 1.000 millones de pesos. Hernández le salió al paso a estos cuestionamientos diciendo que sí se pidió dinero, pero que no era para él, “le pedimos 400 (millones) al primero, 300 al segundo y 200 al tercero, porque no creemos que lleguen más según las encuestas”, y argumentó que esa platica era para pagar los gastos generados en el proceso de recolección de firmas de dicha lista.  Básicamente, entraron los que tuvieron con qué pagar.

Por fuera se quedaron nombres como el de Emiro Arias —hoy candidato al Senado por Fuerza Ciudadana— y Jorge Figueroa, exsecretario de Desarrollo de Bucaramanga. El director político de la Liga, Óscar Jahir Hernández, dijo de este último que su salida se daba porque la gente lo relacionaba con el uribismo y eso habría podido traerle problemas a Rodolfo Hernández, ya que no quería que su movimiento político estuviese vinculado con otros partidos. Eso no importó a la hora de avalar a Érika Tatiana Sánchez —la cabeza de lista—, cuota de Mario Camacho, exgobernador de Santander, condenado en 2008 por peculado por aplicación oficial diferente, celebración indebida de contratos y prevaricato por acción.

Fuentes dentro de la Liga, que prefieren reservar su nombre, confirman que Camacho visita con regularidad 'La Casa Nariño', como le llaman a la sede del movimiento. Otra prueba de la influencia del condenado exgobernador es la presencia de su secretaria privada, Mary Acevedo, a quien culpan del error que llevó a que la Registraduría no avalara la inscripción de la lista, en diciembre del año pasado, por olvidar comprar una póliza cuando coordinaba la recolección de firmas.

Sánchez no solo cuenta con este apoyo, también es ficha del congresista liberal, Édgar 'el Pote' Gómez, un político de vieja data que comenzó su carrera en el liberalismo, militando allí varios años, luego aterrizó en Convergencia Ciudadana —conocido también como el partido de los parapolíticos—, donde fue aliado de Mario Camacho y apoyó la campaña presidencial de Uribe en 2002.  Cinco años después le dio su respaldo a la candidatura de Horacio Serpa a la Gobernación de Santander, pese a seguir en Convergencia, y finalmente regresó al liberalismo, en una oda al 'voltiarepismo' del que tanto hacen gala nuestros políticos.

El Pote y Camacho también son conocidos en Santander porque han convertido a la regional del ICBF en su fortín político, y da la casualidad —o no tanta— que Érika Sánchez obtuvo millonarios contratos con esta entidad a través de la Fundación Educativa Cristo Rey, cuando fue su representante legal. A propósito del ICBF, cuando se conoció la lista de la Liga, Vanguardia denunció que como requisito para trabajar con una empresa contratista del Instituto, en la que también estuvo vinculada la ungida candidata, cada empleado debía recoger 60 firmas a favor de la lista de Hernández. (https://www.vanguardia.com/politica/piden-firmas-para-lista-de-rodolfo-a-cambio-de-contratos-laborales-CF4205444)

El segundo en la lista anticorrupción es Juan Manuel Cortés, teniente retirado del Ejército que incursionó en la política siendo candidato a la Asamblea de Santander en 2019. Detrás de él están su padre; el exdiputado José Domingo Cortés,  y su tío; el exsenador Marco Cortés, investigado por nexos con paramilitares, enriquecimiento ilícito, peculado, falsedad y prevaricato.

Recientemente, el exsenador de Cambio Radical Bernabé Celis y su hijo Juan Carlos, llegaron a respaldar la lista y la candidatura de Rodolfo Hernández. Bernabé es reconocido como uno de los barones electorales más influyentes en Santander, con poder especial en el Sena. En 2003 puso a disposición del coronel (r) Hugo Aguilar toda su maquinaria para ayudarlo a ganar la gobernación. También se le recuerda porque fue detenido por la Policía en 2018, luego de que sus vecinos lo denunciaran por violencia intrafamiliar en contra de su pareja sentimental.

Juan Carlos, su hijo, se define como un joven con corta experiencia pero al que le preocupa el futuro de su departamento, “creo que Rodolfo representa las últimas alternativas para salvar al país”, también dice estar en contra de la política tradicional que, según él, fundió a Colombia, “la política tradicional hay que diferenciarla entre hombres que trabajan y los que se dedicaron a hacer un negocio de la política. Mi padre trabajó por la política, por cada uno de los 87 municipios del departamento”, me dice cuando le pregunto por la forma de hacer política de su padre.

Rodolfo Hernández también es experto en evasivas y en salir bien librado de cualquier situación, no importa si insulta y agrede a un concejal —como sucedió cuando era alcalde— o si dice que le va a pegar un tiro a un empresario, menos si hace un comentario machista comparando a un candidato con las prostitutas de Puerto Wilches, o si no sabe qué es Vichada. El ingeniero no necesita llenar plazas públicas para aumentar su popularidad,  basta con tener detrás a unos genios creativos —que lo conviertan en el rey del TikTok—, y con tildar  a sus contrincantes de corruptos, de tener maquinarias o de ser la continuidad, mientras se presenta como el cambio, el que no hace alianzas, el que no le debe nada a nadie, el fundador del 'Rodolfismo'. Me dirán que la política se hace con políticos, sí, pero no todo vale, no vale enredarnos con un discurso populista y disfrazado de independencia, y por debajo de la mesa venderle el alma al diablo con tal de conseguir votos Eso, ingeniero, no es más de lo mismo, es peor.

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