Luis Alberto Arango
6 Enero 2023

Luis Alberto Arango

La trampa del dinero fácil

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Con la promesa de retornar extraordinarias rentabilidades a su inversión, los esquemas piramidales o ponzi podrían aumentar durante este año. No es muy difícil identificarlos y prevenir ser estafado. 


Presiento que este año se van a multiplicar en Colombia las ofertas de inversiones y negocios con increíbles rentabilidades. El aumento del costo de vida y la necesidad de hacer un dinero extra por parte de potenciales inversionistas -de todos los estratos socioeconómicos- convocará la aparición de nuevos captadores ilegales, quienes además deberán competir contra un sector financiero legal que aumentó sus tasas de interés de captación.

Si le ofrecen invertir en un negocio de altísima rentabilidad, de esos que suena demasiado bueno para ser verdad, lo más seguro es que su corazonada sea cierta y el negocio sea una trampa en la que podría perder su dinero.

Dirán que son vigilados por la Superintendencia Financiera, por la Superintendencia de Sociedades y por Raimundo y todo el mundo. Lo harán sentir parte de un selecto grupo de inversionistas que pertenece a un mundo reservado solo para los audaces, los inteligentes y los que saben de verdad cómo administrar bien su dinero. Lo único que hay que hacer es invertir en ellos y esperar los supuestos altos rendimientos periódicos de la inversión.

Mostrarán y le probarán que sí son capaces de girar las rentabilidades prometidas. Para ello mantendrán un esquema ponzi de captación de recursos del público. Un esquema ponzi o pirámide financiera debe su nombre a Charles Ponzi, inmigrante italiano que en 1920 estafó en Boston a miles de personas haciéndoles creer que invertían en un negocio que les reportaría jugosos beneficios cuando en realidad pagaba los intereses con el dinero aportado por nuevos incautos. (1).

“Mostrarán y le probarán que sí son capaces de girar las rentabilidades prometidas. Para ello mantendrán un esquema ponzi de captación de recursos del público”.

Se estima que el monto de la estafa de Ponzi fue de unos 20 millones de dólares de la época. Una cifra que hoy palidece frente a algunas famosas estafas hechas por fieles aprendices que han puesto en práctica sus propios esquemas piramidales de captación de dinero a lo largo y ancho del planeta. 

Por ejemplo, el esquema ponzi dirigido por Bernard Madoff es considerado el más grande y sofisticado de la historia y se estima que captó alrededor de 20.000 millones de dólares de unos 4800 clientes de todo el mundo, de acuerdo con los reclamos recibidos y verificados por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos.

En la contabilidad del esquema ponzi del fondo de inversión de Madoff, esos 20.000 millones de dólares eran, gracias a rentabilidades ficticias, entre 50 y 60.000 millones de dólares de acuerdo con los estados de cuenta manipulados y falsos que presentaba a sus clientes. 

Para resumir el final de la historia, Madoff se declaró culpable y murió años después en la cárcel sirviendo una sentencia de 150 años de prisión, uno de sus hijos se suicidó dos años después, asesores financieros alrededor del mundo y que recomendaron invertir en el fondo de Madoff, perdieron la confianza de sus clientes y al menos conozco del suicidio de uno de ellos por hechos relacionados con esta estafa. 

La historia de fechorías de Madoff terminó en 2009. A hoy se han logrado recuperar unos 15.000 millones de dólares, que equivalen a tres cuartas partes de lo que captó, una cifra récord de recuperación para un esquema de su tamaño.

Aproximadamente un año antes de que cayera Madoff en los Estados Unidos, cayeron dos grandes pirámides financieras en Colombia. Una llamada Proyecciones DRFE y otra DMG. Los medios se han referido a ellas en numerosas oportunidades, tuvieron cientos de miles de afiliados, sino fueron millones, y lo recaudado entre ambas oscila en al menos tres billones de pesos, de acuerdo con quienes han seguido los casos. 

Fue tal el furor de estos dos esquemas ponzi en Colombia, que en varias regiones del país trabajadores preferían no laborar, vender sus activos e invertir toda su liquidez en DMG o en Proyecciones DRFE y esperar el pago mensual de sus intereses. Durante varios años, los cerebros detrás de estas estafas lograron sostener la trampa hasta que el tamaño y las evidencias de ser esquemas ponzi hicieron que las autoridades colombianas comenzaran a revisar sus contabilidades y a requerirlos formalmente hasta que lograron detener sus actividades ilegales y ponerlos en prisión.

A David Murcia Guzmán, promotor de DMG, lo condenaron a 30 años de prisión por lavado de activos y por captación masiva y habitual de dinero sin autorización legal. Su condena incluyó una multa de aproximadamente 25.000 millones de pesos. Estuvo también nueve años en una prisión de los EE.UU. condenado por lavado de activos. Y a Carlos Alfredo Suárez, promotor de Proyecciones DRFE, además de recibir una multa económica de 36.000 millones de pesos lo condenaron a siete años de prisión por los mismos tipos de delito.

A pesar de que finalmente el Estado actuó, hay que resaltar que su llegada fue tardía para prevenir los nocivos efectos de estas dos mega pirámides financieras. La crisis económica y social que se originó, ante la magnitud de las estafas, desbordó al gobierno de turno, el segundo de Álvaro Uribe Vélez. El cierre de actividades de DMG y DRFE desató manifestaciones en contra de las autoridades y caos en varias poblaciones en donde tenían influencia estas dos pirámides financieras. 

Cientos de miles de familias se quedaron de la noche a la mañana sin ahorros, sin trabajo y sin esperanzas, porque invirtieron su patrimonio o la mayoría de este en pirámides financieras que habían dejado de existir. La crisis fue tan grande que para conjurarla el gobierno de Uribe Vélez tuvo que expedir un decreto de emergencia económica y social, el Decreto 4704 de diciembre 15 de 2008, con el fin de crear con rapidez herramientas legales para mitigar los daños causados por Murcia y Suárez. (2)

“Cientos de miles de familias se quedaron de la noche a la mañana sin ahorros, sin trabajo y sin esperanzas porque habían invertido su patrimonio o la mayoría de este en pirámides financieras que habían dejado de existir”.

Lección aprendida. El Estado no puede dejar que se repitan estafas y crisis como las ocasionadas hace quince años con DMG y Proyecciones DRFE. Por tal motivo, las autoridades y en especial la Superintendencia Financiera no se toman a la ligera una denuncia por captación masiva e ilegal de recursos o cuando se enteran de que un esquema de captación de inversiones ofrece tasas de rentabilidad imposibles de cumplir para un negocio legal o cuando saben que una empresa dice falsamente que es vigilada por alguna superintendencia.

Todas las anteriores son señales de alerta que terminan por lo general en una orden del gobierno de detener actividades de captación de recursos por considerarlas ilegales, por no estar autorizadas o por decir que son vigilados por la Superfinanciera Financiera sin que ello fuera cierto. En el año 2022 la Superfinanciera expidió más de 30 órdenes en uno u otro sentido. Un número significativo si se compara con años recientes.

En las estafas que recurren a esquemas ponzi, las víctimas caen en la trampa del dinero fácil por candidez, por creer con el deseo o por ver que otros ganan y ellos no. La promesa de recibir una extraordinaria rentabilidad anula el raciocinio de muchos y no permite entender que la estafa es parte de un esquema muy bien articulado para captar dinero de manera ilegal, sin saber que detrás de esa capa glamurosa de inversión se esconde una actividad desordenada, que nadie vigila, sin respaldo real alguno y que solo enriquece a los estafadores.

“La promesa de recibir una extraordinaria rentabilidad anula el raciocinio de muchos y no permite entender que la estafa es parte de un esquema muy bien articulado para captar dinero de manera ilegal…”.

Cuando le presenten un esquema de inversión que parezca muy novedoso, llamativo y altamente rentable, supuestamente vigilado, sin una explicación clara y detallada sobre cómo logran tan altas rentabilidades, recuerde que de eso tan bueno no dan tanto. De paso, no vacile en denunciar o preguntar por él en la Superintendencia Financiera. Quizás, sin saberlo, su inquietud podría hacer que el Estado actúe de manera temprana para prevenir la aparición de otro DMG o Proyecciones DRFE en el país. (3)

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Si sospecha que alguien está ejerciendo actividades ilegales como pirámides o captación masiva de dinero del público sin cumplir los requisitos legales o que dice ser vigilado por la Superintendencia Financiera y usted tiene duda de ello, póngalo en conocimiento de la Superintendencia Financiera a través del correo electrónico super@superfinanciera.gov.co

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(1) National Geographic. Charles Ponzi, la gran estafa americana.
https://historia.nationalgeographic.com.es/a/charles-ponzi-gran-estafa-americana_16669

(2) Pirámides en Colombia y el Mundo. Documento que hace parte de la 5ta Jornada Temática en Finanzas llevada a cabo el 3 de abril de 2009 en la Universidad ICESI en Cali. https://repository.icesi.edu.co/biblioteca_digital/handle/10906/5551

Crisis de las pirámides en Colombia - Wikipedia: También puede encontrar una resumen de la crisis y referencias a enlaces de prensa en este link de Wikipedia. https://es.wikipedia.org/wiki/Crisis_de_las_pir%C3%A1mides_en_Colombia

 

(3) La Superintendencia de Sociedades y la Superintendencia Financiera tiene enlaces de internet con información para dar mejor y mayor ilustración con el fin de ayudar a identificar una actividad que esté captando ilegalmente dineros del público. Estos son:

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