Luis Alberto Arango
12 Abril 2024

Luis Alberto Arango

¿Dejarán de fregar?

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Como usuarios de telefonía celular, disponemos ahora de una herramienta para protegernos del excesivo número de llamadas no deseadas que realizan operadores de telecomunicaciones, entidades financieras y otras empresas en su intento por vendernos productos y servicios.


Cada semana, recibo mínimo entre tres y cinco llamadas de operadores de telecomunicaciones. Siempre es lo mismo: ofertas para adquirir servicios adicionales, invitaciones a cambiar de operador o paquetes de financiación para nuevos equipos. No pocas veces las llamadas se cuelgan en los primeros 10 segundos de la conversación. La insistencia de llamadas, particularmente de Claro, es notable, seguida muy de cerca por Tigo, Movistar y ETB. A pesar de mis solicitudes respetuosas para que retiren mi número de sus bases de datos, las llamadas persisten, lo que significa recibir entre 150 y 250 llamadas al año. Y si consigo convencerlos de mi desinterés, la conversación por parte de ellos usualmente termina con una invitación a que les refiera a alguien más, buscando así ampliar su red de contactos a importunar.

No son solo los operadores de telecomunicaciones; las entidades financieras tampoco se quedan atrás, frecuentemente recibo sus llamadas ofreciendo compra de cartera y tarjetas de crédito. Comprendo que estas empresas busquen mantener sus ingresos a través de todos los canales posibles, pero hay un límite a lo razonable. Pareciera que olvidan con facilidad cuántas veces han contactado a alguien en el año, sin obtener una respuesta afirmativa. La indiferencia con la que manejan la situación es evidente, y la idea de denunciar a la Superintendencia de Industria y Comercio amparándose en la ley de protección de datos personales, aunque posible, requiere un esfuerzo considerable y pruebas detalladas para evitar que la denuncia sea archivada por falta de evidencia.

“Pareciera que olvidan con facilidad cuántas veces han contactado a alguien en el año, sin obtener una respuesta afirmativa”.

La insistencia desmedida en las llamadas promocionales y en las estrategias de marketing directo refleja una desconexión palpable con las necesidades y deseos de los consumidores. Este panorama de invasión a la privacidad y al tiempo de la gente ha llevado a una situación en la cual la tranquilidad de las personas se ve, semanal o diariamente, interrumpida por ofertas y promociones no solicitadas. Cuando estos abusos persisten, es cuando los países imponen regulaciones que intentan cerrarles el paso. Afortunadamente Colombia es uno de esos países.

Esa es la razón por la cual el Congreso expidió el año pasado la Ley 2300 de 2023, también conocida coloquialmente, con razón, como "ley dejen de fregar". Esta normativa no solo impone restricciones de horario para llamadas de cobranza y publicidad, sino que también introduce el Registro de Números Excluidos (RNE) que está al servicio del público desde el pasado 10 de abril, permitiendo a cualquier usuario registrar su número de teléfono y correo electrónico para evitar el contacto por parte de operadores de telecomunicaciones, entidades financieras y otras empresas que ofrecen bienes y servicios, en un esfuerzo por preservar nuestra tranquilidad.

La implementación de esta ley es un paso significativo en la protección de la privacidad de los consumidores, limitando el contacto a través de varios canales y estableciendo horarios específicos para las comunicaciones comerciales. Las empresas ahora deben consultar el RNE antes de proceder con cualquier comunicación comercial o publicitaria. Este registro es una herramienta valiosa para aquellos de nosotros fatigados por la constante lluvia de llamadas y mensajes promocionales.

“Las empresas ahora deben consultar el RNE antes de proceder con cualquier comunicación comercial o publicitaria”.

Para inscribirse en el RNE, el interesado debe seguir un sencillo proceso en línea a través del Portal de Trámites de la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC) (https://tramitescrcom.gov.co) haciendo clic en el ícono que dice Registro de Números Excluidos (RNE). Esta inscripción permite al usuario señalar el número de teléfono celular y el correo electrónico sobre los que no desea recibir mensajes comerciales, garantizando una mayor protección de su privacidad. 
Lamentablemente se requiere un correo electrónico para dar trámite al registro. Digo que es lamentable, porque no todos los usuarios de telefonía celular en Colombia tienen un correo electrónico, particularmente quienes viven en zonas rurales. Esto es algo que los administradores del Registro de Números Excluidos de la CRC deberían considerar: que no sea una condición tener un correo electrónico para incluir un número celular en la base de datos de números excluidos.

Es importante destacar que la exclusión aplica para llamadas de carácter comercial y que se exceptúan de esta restricción “los contactos que tengan como finalidad informar al consumidor sobre confirmación oportuna de las operaciones monetarias realizadas, sobre ahorros voluntarios y cesantías, enviar información solicitada por el consumidor o generar alertas sobre transacciones fraudulentas, inusuales o sospechosas”.

“Les compartiré en unos meses cómo esta medida afecta la frecuencia de comunicaciones no deseadas que recibo, esperando un alivio palpable”.

Horas antes de escribir esta columna registré mi número de teléfono celular y el correo electrónico en el RNE, con la esperanza de ver una reducción significativa en el número de llamadas y mensajes promocionales. Les compartiré en unos meses cómo esta medida afecta la frecuencia de comunicaciones no deseadas que recibo, esperando un alivio palpable.

Si la ley "dejen de fregar" fuese un contacto en mi teléfono, definitivamente sería uno de mis favoritos. Espero que, con esta nueva medida, mis únicas llamadas inesperadas sean las de las buenas noticias, no las improductivas llamadas de prospección comercial y ventas de los operadores de telecomunicaciones y servicios financieros.
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Mi e-mail es: columnaluisarango@gmail.com

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