Luis Alberto Arango
1 Julio 2023

Luis Alberto Arango

El hombre de paja

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En respuesta a las críticas y escándalos de su administración, el presidente Petro ha adoptado una retórica conflictiva y cargada de sesgos. Nada bueno podrá resultar de ese relato presidencial.


Estoy convencido de que Gustavo Petro Urrego, presidente de Colombia, desconoce que ni la legislación laboral francesa ni otras europeas contemplan muchas de las cuestionadas medidas que su propuesta de reforma laboral pretendía imponer en Colombia. ¿Si estuviera al tanto de ello, los tildaría también de esclavistas? Me refiero a este calificativo absurdo que el presidente ha asignado a quienes critican su reforma laboral, simplemente por no estar de acuerdo con varios aspectos de esta.

En París, el pasado 23 de junio, frente a una audiencia de compatriotas, Petro pronunció un discurso plagado de frases manipuladoras, confrontacionales y polarizadoras. Sin ningún matiz constructivo, descalificó a sus detractores como 'esclavistas'. Dos días después, el 25 de junio, ordenó trasmitir el mismo discurso, esta vez por televisión en horario estelar nocturno en Colombia. Quiso, ciertamente, transmitir su mensaje polarizador y confrontacional a todos los colombianos. (1)

Los términos de su discurso en París son más propios de un candidato presidencial en busca de visibilidad durante una campaña electoral y no los de un jefe de estado. Petro está utilizando una estrategia de "nosotros contra ellos" para movilizar a su base de apoyo y recuperar simpatías hacia su gobierno, hoy claramente mermadas de acuerdo con las recientes encuestas de popularidad, con una desaprobación del 61 por ciento. (2)

La evocación constante de la emoción, la esclavitud y la desigualdad en su discurso se convirtieron en los ejes centrales de su mensaje, destinado a apelar a la empatía y a la indignación de su audiencia, en un intento de ganar apoyo para sus políticas.

“Petro pronunció un discurso plagado de frases manipuladoras, confrontacionales y polarizadoras”.

Gustavo Petro Urrego, en su papel de presidente, recurre sistemáticamente a la falacia del hombre de paja. Este recurso retórico implica distorsionar o exagerar los planteamientos de su oponente para luego refutar estos argumentos manipulados en lugar de enfrentar los argumentos originales. En lugar de participar en un debate constructivo, Petro parece estar dialogando con un adversario ficticio, uno cuyos argumentos son una creación de su propia retórica y están desconectados de la crítica legítima. En resumen, está combatiendo a un hombre de paja, un subterfugio sin sustancia que sirve para evadir las críticas genuinas y obstaculizar un debate significativo.

El presidente también juega un peligroso juego de división y polarización, una práctica nefasta que ofrece poco o nada a una Colombia necesitada de unidad. Muchos esperaban un discurso más substancial de un gobierno de izquierda. Esta tendencia hacia la polarización se observó en las presidencias de Uribe, Trump y Bolsonaro, todos emblemáticos de un extremo ideológico del espectro político. Ver a Petro adoptar una táctica similar es profundamente desalentador.

Vale la pena resaltar lo siguiente, mencionado por el presidente Petro en su discurso en Francia: "Colombia solo era para ellos, solo era para esa élite, los descendientes de los esclavistas, los que nos han condenado a la violencia y a la desigualdad, los que se han atrevido a decirle a toda la sociedad que eso que ellos representan, que es la máxima desigualdad social y la máxima de las exclusiones y que nos ha llevado a esta violencia de generaciones es lo normal en el mundo y así engañan al pueblo".

“Gustavo Petro Urrego, en su papel de presidente, recurre sistemáticamente a la falacia del hombre de paja”.

Con estas palabras Petro quiere bautizar a la sociedad entre "ellos" (la élite, los descendientes de los esclavistas) y "nosotros" (el pueblo, los descendientes de los esclavos). Además, incorpora un sesgo cognitivo de marcadas proporciones al insistir actuar como candidato, apelando al denominado sesgo de confirmación. Aquel que, basado en ejemplos ajustados a sus necesidades discursivas, son perfectos para reforzar su visión de que la desigualdad social es la raíz de todos los problemas de Colombia, sin considerar otros factores como la corrupción o la falta de educación, entre otros. Este sesgo evita que el gobierno y la ciudadanía consideren otras posibles causas de los problemas del país.

El presidente ha demostrado de nuevo su habilidad para manejar el discurso político con destreza. Sin embargo, cada vez es más evidente que su retórica revela una preocupante tendencia hacia la manipulación y la polarización.

¿Por qué opta por esta estrategia? Difícil saberlo sin preguntarle y aun así dudo que él sepa la respuesta real. Una posible explicación es que la polarización, la exageración y un discurso nutrido de sesgos pueden ser tácticas efectivas para movilizar a la base de apoyo y desviar la atención de las críticas y de los escándalos de su gobierno. Sin embargo, esta estrategia tiene un alto costo para la sociedad, ya que fomenta la división y el conflicto en lugar de la unidad, el diálogo y la capacidad real de lograr una práctica de gobierno efectiva y eficiente.

La manipulación en los discursos del presidente Petro es una afrenta al espíritu democrático de los colombianos. Un país no puede evolucionar si su líder se dedica a sembrar divisiones y a distorsionar la realidad para ajustarla a su narrativa. Colombia merece mucho más que un líder que juega con las emociones de su pueblo y que utiliza la polarización como una herramienta política.

“Para el caso del cambio del horario legal nocturno, las implicaciones no son menores, afectando tanto la competitividad como la creación de empleo y el combate a la informalidad laboral”.

Resulta irónico que Petro, quien en su tiempo como opositor criticaba a los gobernantes por sus tácticas de manipulación y división, ahora recurra a las mismas estrategias que antes condenaba. Este cambio de postura no solo es decepcionante, sino que también es un recordatorio de que el poder puede cegar, y de que los líderes deben ser juzgados no solo por sus palabras, sino también por sus acciones.

Reforma Laboral en el discurso de Petro en Francia

En cuanto a la reforma laboral, el escenario no puede ser más desalentador tanto para el Congreso como para el país. El presidente ha encuadrado la discusión en términos binarios: esclavistas contra no esclavistas. Como afirmó, “Vamos a proponer que la reforma laboral que hundieron sin discutir con técnicas de filibusterismo se vuelva a poner en discusión... vamos a ver de qué lado está el Congreso de la República, si del lado de la violencia... de los esclavistas, o al lado del esclavo que libera las cadenas”.

Siguiendo esta lógica, Petro, por ejemplo, acusa de esclavistas a aquellos que rechacen su propuesta de horario nocturno de trabajo, que propone que sea de 6:00 p.m. a 6:00 a.m. Por lo tanto, bajo este criterio, muchos países europeos, incluida Francia, con horarios nocturnos definidos de 9:00 p.m. a 6:00 a.m., serían esclavistas, una etiqueta que el presidente colombiano sin timidez aplicó en su discurso.

Para el caso del cambio del horario legal nocturno, las implicaciones no son menores, afectando tanto la competitividad como la creación de empleo y el combate a la informalidad laboral. Aunque Francia y otros países europeos no implementarían tal cambio por el riesgo que supone para el mercado laboral y la competitividad empresarial, afectando a empleados y empleadores, el gobierno colombiano parece ignorar las advertencias y las experiencias de los demás. Y lo hace aún más cuando la narrativa del presidente se enmarca en términos peyorativos, primitivos y desafiantes: ellos o nosotros, esclavistas o no, élite o la señora de los tintos, racistas o no.

Parafraseando a George Orwell, “en tiempos de engaño universal, decir la verdad es un acto revolucionario”. Es momento de que los colombianos demanden esa revolución de la verdad en su liderazgo. Porque un país no puede proyectarse hacia el futuro si su líder está enredado en la retórica manipuladora, polarizadora y desgastante del pasado.

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(1) Palabras del presidente Gustavo Petro en el encuentro con la comunidad colombiana en París. Junio 23 de 2023

El video del discurso lo encuentra en este enlace: https://youtu.be/Piit6xo1qF8

(2) Desaprobación del presidente Gustavo Petro ya va en 61 por ciento, según Invamer. Revista CAMBIO. Junio 29 de 2023. 
https://cambiocolombia.com/poder/desaprobacion-del-presidente-gustavo-petro-ya-va-en-61-por-ciento-segun-invamer

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