Weildler Guerra
27 Abril 2023

Weildler Guerra

Lo que nos revelan los mapas

Entre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsAppEntre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsApp

En el marco de la Feria Internacional del Libro de Bogotá la destacada historiadora Nara Fuentes Crispín ha presentado una obra que es una contribución de inmenso valor en el campo del conocimiento geográfico y cartográfico de nuestro país. Este Nuevo Atlas Histórico Marítimo de Colombia es un precioso libro que contiene una selección de la producción cartográfica del periodo colonial desde el siglo XVI al XVIII. El conjunto de esta valiosa cartografía codifica en sus trazos y notas los principales atractivos geográficos, económicos y políticos que estimularon las empresas hispánicas de exploración, conquista y poblamiento de nuestras costas, islas, penínsulas y territorios continentales hasta los inicios del proceso independentista.

Este tipo de publicaciones nos lleva a indagar por la naturaleza de los mapas. Algunos autores como Franco Farinelli postulan la idea de que el mapa como creación humana no solo configura nuestra mente, sino que antecede al territorio. En una disputa territorial las partes enfrentadas pueden elaborar representaciones cartográficas disimiles de una misma superficie terrestre porque dichas representaciones también plasman intereses, relatos, metáforas e imaginaciones acerca del mundo.

La autora parte, según ella misma nos informa, de la “revisión de mapas correspondientes al proceso de inserción de los puntos costeros en ese mundo global tanto como su inventario levantado por la Corona española en su ejercicio de abrogarse su pertenencia”. Los primeros mapas nos muestran los rasgos iniciales, las transformaciones incesantes y la consolidación de vastas regiones de América como el Caribe continental e insular, conocido como Mar del Norte.

Algunos mapas como el publicado en 1514 por Pedro Mártir de Anglería, plasman una visión naciente de la cuenca del Caribe con sus costas, incluida la Florida, más las islas mayores que aparecen alineadas con las Canarias y aun se asoma en dicha carta una punta del estrecho de Gibraltar. Esto busca dar una idea de unidad, de un todo español en los descubrimientos, y también ordena el territorio del Nuevo Mundo con respecto a Europa. Otros conjuntos cartográficos como los elaborados por el coronel Antonio de Arévalo en el siglo XVIII nos conectan con los esfuerzos militares, evangelizadores y administrativos para la conservación de las provincias fronterizas del Virreinato de la Nueva Granada en medio de los recurrentes alzamientos ide los indígenas del Darién y de la península de La Guajira.

El criterio de selección y análisis adoptado en el Atlas no está orientado por las concepciones teóricas de las escuelas de cartografía de la época. La autora se guía por un criterio “preferentemente geográfico al considerar cuestiones sustanciales, como la configuración natural y los rasgos geomorfológicos de las zonas marino-costeras y continentales”.

El Nuevo Atlas Histórico Marítimo de Colombia, editado por el Instituto Colombiano de Antropología e Historia, es parte de un conjunto de publicaciones de Nara Fuentes Crispín en el campo de la Geohistoria del Caribe, tema sobre el cual versa su libro Periplos ilustrados, piratas y ladrones en el Caribe colonial (2011) y también su conocida obra Rutas, embarcaciones y pueblos del mar. Entre el 2014 y el 2016 está aplicada investigadora escribió y compiló el Atlas histórico marítimo de Colombia, siglos XVI-XVIII y el Atlas marítimo del siglo XIX.

Al contemplar la ardua y minuciosa tarea a la que Nara Fuentes ha dedicado su vida y sus más nobles esfuerzos, podemos preguntarnos ¿Para qué sirven los mapas? Los mapas, responde el escritor Peter Steinhart, son una forma de organizar el asombro. 

-----

Conozca más de Cambio aquíConozca más de Cambio aquí

Más Columnas