Johana Fuentes
5 Abril 2024

Johana Fuentes

Monstruos

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Blue tenía tan solo ocho años cuando fue violada por primera vez. El abusador era su padre. A los once años, su madre comenzó a explotarla sexualmente, la vendía a extranjeros que pagaban entre uno a diez millones de pesos por una noche con ella.  Los monstruos ―como ella los llama― no estaban en la calle, hacían parte de su familia. 

“La primera vez que esto pasó mi progenitora  me drogó, no supe qué droga era, solo sé que un hombre abusó de mí y perdí el conocimiento. Ella nunca me explicó nada. Luego se volvió habitual que me vendieran a extranjeros, sucedía en mi casa o en la casa de mi abuela. Ella también abusaba de mí con su novia y sabía que mi padre hacía lo mismo. Los vecinos se daban cuenta, pero nadie hacía nada”, me cuenta Blue, que hoy tiene 18 años. 

Blue vivía en Cali con sus padres y su hermano menor y, a diferencia de muchas familias en las que esto sucede, no tenía carencias económicas: “Mis padres son profesionales y podían trabajar, creo que mi madre lo hacía porque era adicta a los lujos, vendía mi cuerpo para darse gustos”. 

La casa del terror, como le llamaba a la casa de su abuela, estaba ubicada a las afuera de Cali. Allí sus padres llevaban a los clientes que conseguían para que abusaran de Blue e hicieran con ella todo tipo de vejámenes: “Subían el volumen de la música para que nadie escuchara, me hacían de todo. Muchas veces ellos participaban, de hecho mi padre nunca dejó de abusar de mí. En varias ocasiones les pedí que se detuvieran, que me dolía. Tengo cicatrices en mis genitales y en el alma. Nunca lo hicieron, nunca me llevaron a un médico, nunca les importé”.

Así como Blue, otras menores eran abusadas sexualmente en ese lugar: “Tenían una red de explotación y mi mamá y su novia eran las encargadas de reclutar a las niñas, ella se jactaba de que podía atraer tanto a hombres como a mujeres”. 
A las víctimas les daban una parte del dinero que pagaban por ellas, para hacerlas sentir parte de lo que para ellos era un negocio y para ellas un infierno, “aunque yo tenía esa plata, yo no quería estar ahí, Me quería suicidar, estaba vacía”. 

A los catorce años escapó de su casa y buscó ayuda en el ICBF, pero allí en vez de ayudarla, la devolvieron a su hogar. No le creyeron y la revictimizaron. Sus padres le dijeron que ninguna denuncia prosperaría porque tenían contactos en todas partes. Blue no se rindió. Escapó nuevamente y encontró la ayuda de la Fundación Libertas International, quienes le brindaron apoyo psicológico, económico y jurídico. Sin embargo, estas personas siguen libres. 

“No sé qué pasa, pero las denuncias no se mueven, sé que son amigos de gente muy poderosa en Cali, pero yo sigo insistiendo”. Lograr escapar, poder estudiar y sacar adelante mi música y mis ideas es lo que me ha ayudado, pero el verdadero descanso vendrá cuando estén en una cárcel pagando por sus delitos y se puedan salvar otras niñas de sus garras”. 

Hoy, Blue estudia producción musical y animación, y trabaja en su fundación Edugen (Educación Generacional Colaborativa) para ayudar a otras niñas que, como ella, han sido victimas de este flagelo. Sin embargo, son pocas las que pueden escapar de estas redes. 

Esta semana, el extranjero que fue encontrado con dos menores de edad en un hotel en Medellín fue dejado en libertad, en medio de una penosa cadena de errores y pese a las pruebas en su contra. El hombre huyó a Estados Unidos. Los abusadores de Blue también siguen libres y seguramente están explotando a otras menores impunemente. 

De nada sirven medidas que terminan estigmatizando a población vulnerable, como a las trabajadoras sexuales, mientras las mafias que explotan menores se las ingenian para seguir delinquiendo. Hay que atacar el problema de fondo y de manera estructural. Ojalá la justicia actúe en el caso de Blue y en el de otras niñas que diariamente son explotadas sexualmente en Colombia. 


Si usted está viviendo o conoce un caso de explotación sexual, puede escribir a:  
https://libertasinternational.org
https://www.instagram.com/edugen6/ 
 

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