Una fotografía que data de 2012, en la que aparece Álvaro Uribe Vélez en su hacienda El Ubérrimo, en compañía de dos personas, es otro elemento que demuestra la cercanía y relación del expresidente con los personajes determinantes de la masacre de El Aro, razón por la cual fue citado a versión libre por la Fiscalía General de la Nación para el 27 de noviembre.
Vamos por partes como los paramilitares contando sus muertos.
La masacre de El Aro ocurrió el 22 de octubre de 1997, cuando aproximadamente 150 hombres pertenecientes a las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá, conocidos localmente como los 'Mochacabezas', arribaron a ese corregimiento de Ituango. Allí quemaron 42 de las 60 casas, se robaron miles de cabezas de ganado y, con lista en mano, torturaron y asesinaron a 17 personas señaladas falsamente de ser guerrilleros.
El pasado 17 de noviembre, en el marco de uno de sus aportes a la verdad en audiencia reservada ante la JEP, el excomandante de las Autodefensas, Salvatore Mancuso, vinculó al expresidente Álvaro Uribe con la Masacre de El Aro. Mancuso señaló que Uribe “siempre tuvo conocimiento” de la operación paramilitar que derivó en esa matanza y en el desplazamiento de más de 1000 personas. No solo eso, sino que el puente para comunicarse con él fue su exsecretario, fallecido en extrañas circunstancias, Pedro Juan Moreno.
Pero recordemos que, desde comienzos del año 2008, se han venido realizando una serie de señalamientos del expresidente Uribe Vélez, no solo del conocimiento, sino también de su supuesta planeación en la masacre de El Aro.
Las primeras acusaciones provinieron del paramilitar Francisco Enrique Villalba Hernández, alias Cristian Barreto, que hasta el 30 de marzo de 2009 se encontraba detenido una cárcel de máxima seguridad, condenado por las masacres de El Aro y de La Balsita, ambas ocurridas en Antioquia en el mismo año.
Alias Cristian Barreto se ganó la confianza de Salvatore Mancuso y lo siguió en su travesía de terror por varias regiones del país. Antes de eso fue escolta personal de Carlos Castaño. Es decir, conoció muy de cerca el funcionamiento de esa organización criminal.
Este paramilitar decidió entregarse a las autoridades en febrero de 1998, tan solo cinco meses después de ejecutada la masacre. Esto porque, según sus propias palabras, se sentía perseguido por las pesadillas y por los gritos de las víctimas de El Aro, que le retumbaban en la cabeza cada vez que cerraba los ojos. No es para menos.
En varias declaraciones y ratificaciones rendidas ante la Fiscalía, alias Cristian Barreto ha dado cuenta del accionar del Bloque Noroccidental de las AUC en estos hechos, que estaba al mando de Luis Arnulfo Tuberquia, alias Memín, y que también relacionan a la hacienda La Carolina, de propiedad de los hermanos Santiago y Álvaro Uribe Vélez.
Me explico.
De acuerdo con declaraciones rendidas entre 1998 y 2008 por alias Cristian Barreto, la policía de San José de la Montaña y los militares de la base militar, que coordinaban sus trabajos con los paramilitares con presencia en la zona, como el batallón del Bloque Noroccidental de las AUC, estaban instalados en la hacienda La Carolina. Así como se oye. (Ver Anexo 1)
En específico, el 15 y el 20 de febrero de 2008, ese paramilitar fue escuchado por la Fiscalía, donde afirmó que el entonces gobernador de Antioquia, Uribe Vélez, había participado en una reunión que se realizó días antes de la masacre de El Aro en una finca del corregimiento de La Caucana, municipio de Tarazá, Antioquia. A esta reunión Uribe fue invitado, según las declaraciones de Villalba, por el propio Carlos Castaño. Allí se habría acordado el plan de ejecución de la masacre.
Esto no es nuevo ya que la vinculación de la hacienda La Carolina, en ese entonces propiedad de los hermanos Uribe Vélez, con el accionar de grupos paramilitares fue confirmada por ex jefes paramilitares como Rodrigo Pérez Alzate, alias Julián Bolívar.
También fue relatada por el teniente Everardo Bolaños Galindo, alias Jhon Jhon, condenado por paramilitarismo y por su participación en la masacre de El Aro: “[…] la presencia de las autodefensas era muy marcada. […] La Carolina era una finca de un hermano de Álvaro Uribe de nombre Santiago Uribe, posteriormente, en La Carolina siempre permanecía Ejército porque era la entrada hacia Ituango y ahí estaba un grupo de Autodefensas, y más adelante hacia Medellín, hacia Santa Rosa, estaba otro grupo de autodefensas lideradas por alias el Viejo, todo este grupo de Autodefensas estaba en medio de la jurisdicción del batallón”.
Coincidencias de tiempo, modo y lugar que relacionan la propiedad de los Uribe en la planeación de esta masacre. Pero aquí se conecta esta historia con otro crimen.
Volvamos a alias Cristian Barreto. Este paramilitar aseguró que Santiago Uribe era el jefe de un grupo paramilitar llamado “Los 12 apóstoles”, que operaba en el municipio de Santa Rosa de Osos, y que incluso el hermano menor del expresidente había “prestado” a 20 de sus hombres, para otra masacre ejecutada en el corregimiento de La Balsita, en el municipio de Dabeiba, Antioquia, por grupos paramilitares en noviembre de 1997.
Pues ahora fue el turno de Mancuso de incriminar, de nuevo, a Uribe. Por eso recordemos que el 16 de noviembre de 2008, el paramilitar había asegurado, en audiencia de versión libre desde Estados Unidos, que un helicóptero de la Gobernación de Antioquia había hecho presencia en el desarrollo de la masacre que perpetraron grupos paramilitares en conjunto con miembros de la IV Brigada del Ejército Nacional en el corregimiento de El Aro.
Contundente. Mas no para ahí. Existe otro testigo que podría reconfirmar la verdad de la masacre de El Aro y el paramilitarismo en Antioquia y sus vínculos con el entonces gobernador Uribe Vélez. De esto no se ha hablado. Se trata del señor Ramiro Vanoy Murillo, alias Cuco Vanoy, comandante del Bloque Mineros. Vanoy fue extraditado junto a Mancuso el 13 de mayo de 2008 por el entonces presidente Uribe. (Ver Anexo 2)
Es importante aclarar que en la masacre de El Aro, hubo participación del Bloque Mineros, con la ayuda suministrada a los perpetradores por el comandante de la organización ilegal de Cuco Vanoy, mediante el envío de 50 hombres para que sirvieran como refuerzos con el objetivo de cubrir la salida del municipio.
Ramiro Vanoy fue condenado por esa masacre entre otros delitos. De hecho, en el proceso adelantado por la Fiscalía dentro del marco de la Ley de Justicia y Paz contra Cuco Vanoy, la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia dictó sentencia el 4 de mayo de 2016. La sentencia versa sobre 5.548 hechos contenidos en 950 carpetas, que fueron agrupados por la Fiscalía en 192 hechos, para un número total de víctimas de 5.568. Entre los hechos se encuentran nueve de las más graves masacres ocurridas en Colombia, como El Aro.
Pues vaya sorpresa, en esa sentencia de la Corte Suprema de Justicia en contra de Ramiro Vanoy Murillo, se menciona, nada más ni nada menos que, al expresidente Uribe. En su cargo 26, la entidad pide que se investigue al entonces gobernador de Antioquia de la época, Álvaro Uribe Vélez, por el aspecto relativo a la concurrencia del helicóptero de la Gobernación de Antioquia en la escena de los hechos durante la masacre, según la versión de las víctimas. (Ver Anexo 3)
Por eso volvamos a donde empezamos esta columna y terminemos por ahí. Una foto de aproximadamente el año 2012 y conocida el 15 de mayo de 2014 cuando el periodista Daniel Coronell la publicó en una columna llamada ‘Instantáneas’, muestra a Álvaro Uribe Vélez en su hacienda El Ubérrimo, en compañía del señor Anderson Vanoy Pemberty, hijo de alias Cuco Vanoy. Repitamos, la hacienda de Uribe. Con el hijo de uno de los determinadores de la masacre de El Aro.
Como lo publicó Coronell, contra Anderson Vanoy no había condena alguna en ese momento. Pero por la misma época en la que visitó El Ubérrimo, la Policía lo encontró en un restaurante, en las inmediaciones de Medellín, acompañando al jefe de la banda criminal de los Paisas. Los uniformados capturaron al cabecilla de la organización delincuencial, alias Nano o Delio y dejaron en libertad a Anderson, aunque en el comunicado de la operación quedó constancia de que allí estuvo. (Ver Anexo 4)
Ahora que la Fiscalía citó a Uribe Vélez luego de que la JEP diera a conocer las declaraciones que entregó Salvatore Mancuso, en las que quedó señalado de estar al tanto y no evitar estos graves hechos de violencia en los corregimientos de su jurisdicción, es importante que también le pregunten por los otros elementos que lo vinculan con estos paramilitares, en los mismos tiempos, en extraños modos, y siempre en el mismo lugar: sus fincas, primero La Carolina y después El Ubérrimo. Delincuentes que fueron determinadores de esa horrible masacre de El Aro que marcó la historia del país.
@yohirakerman; [email protected]