Ante un panorama económico desafiante, una fuerte y positiva cultura organizacional es un catalizador fundamental para enfrentar periodos de adversidad.
Colombia enfrenta un panorama económico desafiante. Altas tasas de interés que agobian a las empresas, un gobierno que es lento para impulsar sectores claves como la construcción y que envía, cada vez que puede, mensajes percibidos como antiempresariales, son parte de los elementos que siembran una atmósfera de incertidumbre entre muchos empresarios. El resultado ha sido una desaceleración que se refleja en la actividad empresarial. Como muestra de ello, según el Dane, la producción manufacturera y las ventas minoristas decrecieron, a julio de 2023, en términos anuales 7,2 por ciento y 8,2 por ciento respectivamente
Al revisar los datos públicos de actividades notariales del primer semestre de este año 2023, se observa un descenso en el número de compraventas, hipotecas y autenticaciones, frente al mismo periodo del año anterior. En contraposición, y como síntoma de una realidad adversa, el número de embargos aumentó en ese mismo periodo.
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“En contraposición, y como síntoma de una realidad adversa, el número de embargos aumentó en ese mismo periodo”.
En medio de este escenario, la cultura organizacional emerge como la piedra angular que puede mantener la cohesión y potenciar las fortalezas de una empresa para asumir y enfrentar las adversidades. Es la cultura cultivada a diario y los valores que se transmiten y permean en la organización, los que definen la resiliencia y determinan si una empresa con una estrategia clara es capaz de nadar en aguas tempestuosas y llegar a buen puerto o sucumbir ahogada en el intento. Si bien factores como liquidez, robustez financiera y talento humano son vitales, es la cultura la que inyecta resiliencia y propósito a una organización.
Los líderes inspiradores entienden esto. Saben que su comportamiento modela la actitud y moral del equipo, especialmente en tiempos difíciles. En contraste, aquellos que no ejercen un liderazgo coherente, que predican valores, pero actúan contrariamente, erosionan la confianza y debilitan el tejido organizacional.
En esta coyuntura, el empresario colombiano debe hacer un alto en el camino y reflexionar sobre la cultura que ha establecido en sus organizaciones. ¿Es coherente? ¿Inspira cohesión y coordinación? Cada nivel jerárquico, desde la alta dirección, pasando por los gerentes medios y hasta supervisores, debe ser embajador y reflejo de esa cultura.
Aquellos líderes que reconocen una disonancia entre sus palabras y acciones, aún están a tiempo de redireccionar su rumbo. La autenticidad, el respeto, la empatía, la transparencia y el buen ejemplo son fundamentales. Establecer un diálogo sincero, escuchar activamente y actuar con integridad marcan la diferencia. Las crisis, pese a su complejidad, son un escenario propicio no solo para revisar y robustecer la cultura organizacional, sino también para identificar y capitalizar nuevas oportunidades de negocio.
Roz Brewer, ex CEO de Walgreens y exdirectora de operaciones de Starbucks, reflexionaba en la revista The Economist acerca de la importancia de una sólida cultura empresarial, y cómo esta puede ser el motor de éxito de una organización.
“Hace años, la cultura empresarial se veía como algo superficial y sin sustancia. Pero los hechos y datos demuestran que una cultura empresarial saludable ofrece resultados, y esto nunca ha sido más claro para mí que ahora. Una cultura sólida impulsa el rendimiento… Impulsa la contratación… Impulsa el compromiso… Impulsa la retención del cliente…”.
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“Los líderes inspiradores entienden esto. Saben que su comportamiento modela la actitud y moral del equipo, especialmente en tiempos difíciles”.
En el ámbito empresarial, enfrentamos tormentas y mareas altas, pero es la cultura organizacional, construida y nutrida día a día, la que determina si navegamos con destreza o naufragamos en el intento. Es un pilar que muchos subestiman sin reconocer su esencia ni importancia. No se debe vacilar en el propósito de cultivarla con dedicación y fervor. Es a través de la cultura que se construye un legado capaz de enfrentar las crisis más severas.
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“Las crisis, pese a su complejidad, son un escenario propicio no solo para revisar y robustecer la cultura organizacional…y capitalizar nuevas oportunidades de negocio”.
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- Fuente: Plataforma Nacional de Datos Abiertos de Colombia (www.datos.gov.co). Datos de la Superintendencia de Notariado y Registro.
- El artículo completo, en inglés, lo puede leer en el siguiente enlace. https://www.economist.com/the-world-ahead/2022/11/18/roz-brewer-says-upheaval-can-inspire-a-rethinking-of-corporate-culture
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