Luis Felipe Calero González
30 Junio 2024

Luis Felipe Calero González

El poder de la acción colectiva en medio de la crisis del agua en Bogotá

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Cerca del 50 por ciento de la población mundial -alrededor de cuatro billones de personas- vive altos niveles de estrés hídrico durante al menos un mes al año1, lo que significa que, en esos lugares, la demanda de agua supera la cantidad disponible. El mundo está enfrentando uno de los desafíos más grandes de la historia. El cambio climático ha generado una crisis en la disponibilidad del agua que afecta a diferentes regiones del planeta, desde Singapur y Sudáfrica, hasta países latinoamericanos como Uruguay, Brasil, Honduras y México.

Bogotá no es ajena a esta crisis. En abril, nos enfrentamos a una de las emergencias climáticas más hostiles de nuestra historia: se registró el nivel más bajo del Sistema Chingaza en 40 años, un conjunto de embalses que, previo a la crisis, surtían alrededor del 70 por ciento del agua de Bogotá2. Como ciudad, experimentamos el impacto de imágenes que no olvidaremos, pues mostraban cómo nuestros embalses se convertían en tierras áridas. Ante la grave situación, encontramos una oportunidad para trabajar por un objetivo común y cada vez más necesario en un contexto de cambio climático: transformar nuestra relación con el recurso natural más importante del planeta, el agua.

Una misión con enormes retos. El primero, cambiar las creencias históricas que hemos tenido sobre el agua en Bogotá; muchos aún pensamos que es infinita y fácil de conseguir porque siempre ha estado disponible cuando abrimos la llave. Nada más lejos de la realidad. Según el Banco Mundial, más del 40 por ciento de la población del mundo vive en zonas donde el agua escasea y, para 2040 (en quince años), uno de cada cuatro niños vivirá en zonas con escasez de agua extrema3.

Sabemos que la transformación cultural es un proceso que no se da de un día para otro. Cambiar esas creencias, entonces, toma tiempo. Aún más, cuando como sociedad nos enfrentamos a mínimos históricos de confianza4 y en sociedades cada vez más polarizadas que dificultan la acción colectiva. Esto, sin contar con el reto de pedirle a la ciudadanía que cuide el agua, en una ciudad donde llueve constantemente. 

Desde el principio supimos que no sería un reto fácil, pero los y las habitantes de Bogotá hemos demostrado que, ante la crisis, son más las cosas que nos unen cuando nos vemos enfrentados a dolores y retos colectivos. Lo hicimos cuando vimos con gran tristeza nuestros cerros arder, lo que nos motivó con fuerza a unirnos para ayudar de diversas formas. También lo hicimos en el 97, cuando un derrumbe en los túneles del Sistema Chingaza obligó al racionamiento de agua y logramos bajar el consumo de 19.000 a 15.000 litros por segundo. Hoy, nuestros cerros orientales respiran y se recuperan; y la ciudadanía vuelve a mostrar la misma convicción de cambio de hace 27 años, frente al cuidado del agua.

Esta capacidad bogotana, en medio de la adversidad, inspiró la campaña #JuntosPorElAgua; una apuesta cuyo objetivo no es solamente recuperar el nivel de los embalses, sino hacer de Bogotá una ciudad que cuida, protege y valora el agua como su recurso natural más importante. Para lograrlo, desde la Administración Distrital, consultamos 32 expertas y expertos en cambio comportamental, con quienes identificamos ideas y prácticas idóneas, inspiradas en experiencias de otras ciudades del mundo, como el caso Cape Town5, en Sudáfrica; o el Caso Costa Rica6, y aplicables en Bogotá, que nos permitieran reflexionar y transformar nuestra relación con el agua, de manera sostenible a corto, mediano y largo plazo. 

Con la primera fase de #JuntosPorElAgua conseguimos posicionar la problemática como un tema prioritario para la ciudad, concientizando a las personas sobre la importancia de su rol en el cuidado del agua. A partir de los datos, comprendimos que alrededor del 77 por ciento del consumo de agua en la ciudad ocurre en el sector residencial y que la gran mayoría del consumo en los hogares se daba en la ducha (58 por ciento del consumo de agua en un hogar está relacionado con el aseo personal). Nuestro foco fue claro: minimizar el tiempo en la ducha, reutilizar toda el agua posible y no acapararla.

Sin embargo, posteriormente, nos enfrentamos a nuevos retos; como los tanques de reserva de los edificios o el consumo en hoteles y centros comerciales. Por eso, más de 184.000 residentes de propiedades horizontales de toda la ciudad acordaron deshabilitar sus tanques de reserva durante los días de restricción y vinculamos al sector privado en nuestro “Gran acuerdo #JuntosPorElAgua”, al que se sumaron 28 centros comerciales, un ecosistema empresarial de 42 compañías y el sector hotelero de Bogotá, agremiado en Cotelco; se trata de un compromiso para fortalecer las estrategias de ahorro y uso responsable del agua que ya tienen en marcha. Además, se movilizaron más de 400.000 niñas y niños de 370 colegios distritales que se convirtieron en “Guardianes del Agua”, asumiendo la gran misión de llevar la batuta del buen uso del recurso a sus casas y con sus familias. 

Este esfuerzo colectivo está dando resultados y lo podemos cuantificar. En dos meses, las lluvias permitieron lograr un volumen de 42 por ciento en el Sistema Chingaza, del cual aproximadamente el 20 por ciento7 se debe a las medidas de racionamiento y la acción colectiva de la ciudad, que se materializó en cambios de comportamiento para la reducción del consumo en los hogares y nos evitó llegar a un catastrófico día cero, sin agua. 

Según cifras del Acueducto, previo al racionamiento, Bogotá consumía 17,39 metros cúbicos por segundo. La apuesta de la ciudad fue bajar este consumo en 2 metros cúbicos por segundo, es decir, llegar a 15 metros cúbicos por segundo y, aunque difícilmente algunos días alcanzamos este objetivo, la mayoría del tiempo estuvimos muy por debajo del consumo inicial (en promedio, 15,58 metros cúbicos por segundo), demostrando que sí se puede. Estos datos corresponden al 90 por ciento de la meta inicialmente propuesta.

¡Bogotá se unió por esta causa común! Por eso, queremos y debemos agradecer a cada uno y cada una de las y los habitantes de Bogotá. Durante los recorridos en el territorio y el acercamiento con la ciudadanía, nos encontramos con personas atentas, interesadas y dispuestas, que nos sorprenden con sus testimonios y nos comparten ideas creativas, posibles y efectivas para replicar en los hogares. 

Hoy queremos reconocerlos y lo seguiremos haciendo. Somos conscientes de que la mayoría de personas quiere y está haciendo mucho por tener una ciudad cuidadora, sostenible y que respeta sus recursos naturales. Nuestra apuesta de cultura ciudadana en esta administración es promover el orgullo y la confianza en nuestra ciudad, visibilizando a esa gran mayoría de personas que diariamente hacen las cosas bien.

Seguiremos recorriendo los barrios y las localidades de Bogotá, reconociendo a todas las personas comprometidas con el cuidado del agua. Con esta campaña no estamos buscando solamente llenar un embalse de manera coyuntural; queremos promover un cambio a largo plazo. 

El cuidado del medio ambiente y del agua no tiene distinciones económicas, políticas o sociales. La invitación a todos los sectores, grupos sociales y organizaciones es que, cuando hablemos de la protección de nuestros recursos naturales, podamos establecer acuerdos que posibiliten esa tan anhelada acción colectiva para el cambio y la transformación cultural. Solo juntos y juntas podemos abordar los grandes desafíos climáticos que enfrentamos.

Nuevamente, gracias Bogotá. 
Seguimos #JuntosPorElAgua

1Atlas de Información Hídrica del Instituto Mundial de Recursos. https://www.wri.org/insights/highest-water-stressed-countries 

2Así están los niveles de los embalses que abastecen de agua a Bogotá: Alcaldía de Bogotá.
https://bogota.gov.co/mi-ciudad/habitat/asi-estan-los-niveles-embalses-que-abastecen-agua-potable-bogota-2024 

3Gestión de los recursos hídricos.
https://www.bancomundial.org/es/topic/waterresourcesmanagement#:~:text=Las%20estimaciones%20indican%20que%20m%C3%A1s,de%20agua%20extrema%20(i) 

4Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, en 2023, solamente el 15% de las personas en América Latina confía en la mayoría de la gente y el 30% confía en el gobierno: https://www.undp.org/es/latin-america/blog/en-quien-confiamos-menos-en-las-instituciones-y-mas-en-las-comunidades-en-alc 

5Caso Cape Town (Sudáfrica). https://elpais.com/elpais/2020/02/21/planeta_futuro/1582281474_949277.html 

6Costa Rica no puede garantizar el 100% de suministro de agua por la sequía.
https://www.swissinfo.ch/spa/costa-rica-no-puede-garantizar-el-100%25-de-suministro-de-agua-por-la-sequ%C3%ADa/76336643 

7Medidas acertadas: Alcaldía de Bogotá.
https://bogota.gov.co/mi-ciudad/habitat/racionamiento-de-agua-en-bogota-desde-el-lunes-1-de-julio-hay-cambios 

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