Alejandro Villanueva
14 Julio 2022

Alejandro Villanueva

Con Roy no hay paraíso

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El contralor tiene la responsabilidad de velar por la legalidad de los ingresos, gastos e integridad del patrimonio estatal. Al tener esta función es de gran interés de la clase política tradicional y corrupta tenerlo de amigo, y si se puede, de empleado, cosa que constantemente sucede porque la misma ley colombiana lo permite. Son las corporaciones públicas las que escogen quién va a ocupar tal cargo en su respectiva jurisdicción, creando así un “tú me nombras, yo te tapo”. 

La función del contralor se convierte en una de bolsillo, respondiendo a sus amigos o patrones, a quienes debería investigar. Ya no es quien vela por la legalidad, es quien retrasa denuncias, archiva investigaciones, persigue contradictores y protege el desvío del patrimonio estatal. 

Ante esto, el senador Gustavo Bolívar afirma que es la primera vez en la historia colombiana que el autodenominado “cambio” tiene la oportunidad de evitar lo mencionado, de elegir un contralor que no le deba nada a nadie y que se dedique a su función constitucional ¡Tiene razón! No hay una derecha con mayorías, ni un Congreso principalmente amañado puede elegir de forma coherente y si no es así no tiene a quien culpar. Pero las acciones del postulado por Gustavo Petro a ser presidente del Congreso dictan algo completamente diferente.  

Antes de que el Tribunal Administrativo de Cundinamarca tumbara la terna y le ordenara al Congreso de la República rehacer la lista de opcionados dando así razón al senador Bolívar, quien había alarmado que la lista se encontraba viciada por: “No cumplir la cuota de género, y saltarse los mayores puntajes de conocimiento”. 

Roy Barreras y su exesposa Gloria Arizabaleta, con quien fundó una empresa clientelista en la Esap, se encontraban realizando campaña para la señora María Fernanda Rangel, quien sería ficha del cuestionado Felipe Córdoba, dentro de la bancada del “cambio”. Esto a través de almuerzos, comidas, reuniones privadas y públicas como la que convocó Roy que tuvo lugar en Medellín, donde hizo presencia Rangel. Por su lado, Bolívar afirmó que integrantes del Pacto Histórico le habían pedido sentarse con Rangel con el objetivo de conocerla. Ahí es cuando uno se pregunta ¿y el cambio?

Gustavo Bolívar le pidió encarecidamente a la bancada que no tomara en consideración -esto mientras le lavó las manos a Petro: “Él (Petro) está haciendo el cambio desde los nombramientos”- como si este mismo no fuera el encargado de postular como presidente del Senado y de poner a Roy Barreras a usar su experiencia como el mayor clientelista de la Esap y cocreador de “una empresa criminal”, en la que, a través de coimas y fachadas en 14.009 contratos y convenios interadministrativos, financió sus jugadas políticas, para negociar con cuanto hampón se le aparezca para repartir mermelada disfrazada de “gobernabilidad”.

Antes del fallo, Bolívar se convirtió en una voz coherente en una discusión que no tuvo que haber sucedido dentro del Pacto Histórico ¿Por qué discutió una lista viciada e ilegal en la bancada que juró nunca tener tales debates? Si bien tal lista no tiene efecto jurídico, esto evidencia el modo de operar de Roy Barreras dentro del gobierno y se puede tomar como una señal de alerta. Con esto, ese cambio cada vez se muestra más como un cambio de jefe del clientelismo y corrupción. Roy no cree en el cuento que él mismo le echó a Colombia. Barreras hizo una apuesta, un juego del cual terminó siendo ganador, su premio: ser uno de los superpoderosos de Colombia.

La izquierda, que tanto luchó por el poder, cuando finalmente lo obtuvo, lo que hizo fue empoderar a uno de los mayores victimarios de las causas que defienden, lo que convirtió y convertirá el mensaje de Bolívar en unas patadas de ahogado en lo que es un mar de oportunismo, nepotismo y corrupción donde Roy Barreras es el tiburón.  

Petro fue protagonista por su silencio ante el claro lobby de Barreras y Arizabaleta, pero por arte del destino tiene otra oportunidad para volver a su línea y ser coherente. Así probando en esta elección de contralor que todo lo que dijo en campaña eran sus convicciones y no una forma de engañar a la gente, para ser lo que siempre quiso: presidente, pero para eso tendrá que alejar a Roy Barreras, la experiencia de la que este tanto se jacta es conocimiento en hacer torcidos. Pero no creo, Petro no acepta que con Roy no hay paraíso.

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