Luis Alberto Arango
21 Octubre 2022

Luis Alberto Arango

Conocer un emprendimiento es conocer sus cifras

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Conocer las cifras del emprendimiento garantiza la capacidad de entender bien su funcionamiento y viabilidad.


En un encuentro de emprendedores organizado por una aceleradora de negocios entrevisté a uno que me llamó la atención. Su presentación y tipo de negocio me parecieron atractivos, motivo por el cual quería conocer más sobre él. A lo largo de la conversación con el emprendedor era claro que su proyecto de negocio, que ya estaba operando y generaba ingresos, corría por sus venas. Su corazón palpitaba con cada frase y afirmación que tenía cuidadosamente escogidas y preparadas para enamorar a quien estuviera dispuesto a oírlo. No había duda, con esa fuerza y convicción era difícil no lograr éxitos en el negocio.

Sin embargo, pocos minutos después, la emoción de oírlo hablar sobre su emprendimiento comenzó a disminuir. Escuchar sus respuestas a preguntas clave sobre las cifras del negocio, con el fin de entender mejor su funcionamiento, me hicieron dudar sobre sus posibilidades de tener un futuro exitoso.

Una cosa es vibrar con una idea de negocio o con un emprendimiento y otra bien distinta aterrizarlo a la realidad de sus cifras y números para comprobar su viabilidad o poder establecer con mayor certeza la cantidad de recursos financieros que se requieren para lograr, por ejemplo, su punto de equilibro.

Muchos de los emprendimientos que conozco y que han fracasado, han descuidado, subvalorado y despreciado la importancia de conocer y manejar sus cifras.

Las preguntas que hice no me parecían del otro mundo. Pregunté cuál era el punto de equilibro en unidades vendidas, es decir, cuántas unidades mensuales tenía que vender para no perder dinero, para que su utilidad fuera al menos cero. La respuesta me pareció vaga y difusa, no me dio ningún número concreto ni aproximado. Luego le pregunté sobre sus gastos administrativos y operativos fijos y sobre su margen de rentabilidad bruta para poder calcular el punto de equilibrio y su respuesta fue que no lo sabía y que eso se lo debía preguntar a la contadora. A partir de allí, el resto de las preguntas y respuestas me confirmaron que el emprendedor no conocía con suficiente nivel de detalle su negocio.

Y si no conocía su negocio, posiblemente no tendría la capacidad de entender cuáles eran las variables fundamentales que movían los hilos económicos o financieros que se requerían para que superara el punto de equilibro. Por esta razón, tampoco tendría conciencia de las repercusiones económicas de sus decisiones de contratación de personal, arrendamiento, negociación con proveedores, etcétera.

Es posible que con la ayuda de un muy buen socio o colaborador de confianza y diestro en materia administrativa y de negocios, pudiera sacar adelante su emprendimiento, pero sin esa ayuda me parece casi imposible que lo logre. Me despedí de él deseándole suerte. Nunca supe qué pasó con el emprendimiento, lo más probable es que todavía siga operando, pero a menor escala o dimensión que la que quería su corazón.

Muchos de los emprendimientos que conozco y que han fracasado, han descuidado, subvalorado y despreciado la importancia de conocer y manejar sus cifras. El éxito de un emprendimiento no se sustenta únicamente en hacer un buen producto o prestar un buen servicio. Para conquistar el mercado o a un comprador hay que saber costear el producto o servicio, entender si el precio de venta sí logrará el margen adecuado para cubrir los costos del producto, así como los gastos de administración y operación. Y además hay que conocer, con la mayor certeza posible, cuánto se requerirá de capital de trabajo y durante cuánto tiempo se va a quemar caja, es decir perder dinero contante y sonante, antes de lograr las primeras utilidades.

Esto implica considerar a las cifras y a los números como los más cercanos y fieles indicadores que ayudan a entender el rumbo del negocio…

Si un emprendedor no desarrolla las competencias necesarias para aprender a entender el funcionamiento de las cifras de su negocio y a manejar esos números con profundidad, fracasará en el proceso de crecimiento de cualquier desarrollo empresarial. Para aprender hay que comenzar por no asustarse ni despreciar las cifras o lo relacionado con los números del negocio, como por ejemplo su contabilidad. La contabilidad es la mejor herramienta financiera para entender el pasado, presente y proyectar el futuro de un negocio.

Dedicar tiempo al desarrollo de un producto o servicio es tan importante como el tiempo que se pueda dedicar al entendimiento y comprensión de todas las cifras de gastos y costos relacionados para lograr fabricar el producto o prestar el servicio. Las cámaras de comercio, las instituciones de educación superior, así como plataformas especializadas en internet, ofrecen cursos para aprender sobre materias de finanzas básicas, intermedias y avanzadas para los negocios.

Lo importante no solo es tomar los cursos que mejor se acomoden al nivel de conocimiento previo, sino aplicarlos de manera viva en el emprendimiento. Esto implica considerar a las cifras y a los números como los más cercanos y fieles indicadores que ayudan a entender el rumbo del negocio y sus necesidades financieras; a anticipar sus dificultades y a prepararse adecuadamente para su escalamiento. Y en el peor escenario, ese que uno quisiera siempre evitar, a dar las señales claras y concretas para facilitar decir hasta aquí llegamos y cerrar el negocio antes de que sea demasiado tarde.

Si usted quiere compartirme ideas, sugerencias o comentarios para emprendedores, por favor escríbame, me interesa conocerlas.

Mi e-mail es: columnaluisarango@gmail.com

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