Alejandro Villanueva
13 Octubre 2022

Alejandro Villanueva

Córdoba, tenga Piedad

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Debido a una infección urinaria Piedad Córdoba se posesionó como senadora desde la Clínica del Rosario de Medellín, pero no por amor a su patria y su compromiso con la labor legislativa, lo hizo para no perder su curul y nombrar a su UTL, aún sin hacer nada.

Las Unidades de Trabajo Legislativo (UTL) se crearon con el objetivo de brindar asesoría al congresista en lo que concierne a su trabajo dentro el Congreso de la República, esto no sale del bolsillo del congresista, lo paga el Estado con un presupuesto de 50 millones de pesos mensuales para cada legislador, pueden contratar a quien quieran y prácticamente la norma es que no pueden conformar un equipo menor a seis personas ni mayor a diez, es discrecional y el sueldo se mide de acuerdo a un escalafón.

Esto hace que tales cargos puedan ser convertidos en un fortín para pagar favores políticos o para que el congresista pueda hacerse unos millones de más, ciertas UTLS terminan siendo contratos corbata, no van a trabajar, pero sagradamente se cobra el sueldo. No son prácticas desacostumbradas y este podría ser el caso de la senadora Piedad Córdoba, pese a no haber puesto un solo pie en el recinto debido a su incapacidad médica extendida, tuvo el descaro de nombrar a su UTL con la mentira de que están legislando. 

Contrató a Héctor Alejandro Cometa, Juan Felipe Ladrón de Guevara, Eliana Carolina Guette, Elvira Verónica Rodríguez, Waldir Jesús Rentería, James Viera y Yeslie Paola Hernández. La senadora, a pesar de la extensión de su incapacidad médica que le impide trabajar, afirma que lo está haciendo fuertemente desde la clínica. Así justifica su puesto y su UTL, la cosa es que ese trabajo ¡no existe! 

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A simple vista se evidencia que doña Piedad junto a su ULT han radicado cuatro proyectos, pero su UTL se robó el trabajo de otros congresistas, entre esos su hijo el señor Juan Luis Castro Córdoba, y lo hizo pasar como trabajo intelectual propio. Tienen el mismo título, objeto, artículos, marco normativo, investigación, gráficas y peticiones. Por ese arduo esfuerzo están cobrando 50 millones de pesos mensuales.

Su proyecto n° Senado: 094/22 “Por medio del cual se crea el Sistema Único de Registro de Profesiones, técnicos o tecnólogos y se elimina el requisito de tarjetas profesionales para ejercer diversas profesiones en el país”. Es idéntico al proyecto de ley 106 de 2020 creado por su hijo.

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El proyecto n° Senado: 059/22 que “buscaba” el Código Oceánico, es idéntico al proyecto de ley 295  2021 del senador Israel Alberto Zúñiga. Piedad lo radicó el 26 de julio para luego retirarlo el 25 de agosto.  

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Su mayor bandera se convirtió en el proyecto n° Senado: 095/22 “Por medio del cual se dictan normas para el control, vigilancia y sanción de la violencia política contra la mujer y se dictan otras disposiciones” es idéntico al n° Senado: 04/19, de autoría de su hijo Juan Luis Castro Córdoba.

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Por último, el proyecto n° Senado: 096/22 “Por medio de la cual crean disposiciones para garantizar el acceso y la formalización de tierras para las mujeres” es el mismo proyecto de ley  n° Senado: 345/22  anteriormente presentado por la senadora Victoria Sandino, la diferencia es que Piedad le da un enfoque étnico, la redacción e investigación son parcialmente la misma.

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Fraude intelectual, la exposición de motivos de cada uno de los proyectos son “copy paste de otros”. Senadora Córdoba, por favor tenga piedad con los impuestos, se le ve muy mal cobrar mensualmente lo de su UTL para que desde el hospital recicle y plagie proyectos, aun cuando su señor presidente se la pasa diciendo que la olla está raspada. Sé que el monto no es comparable con lo obtenido de sus negocios con Alex Saab o sus supuestas asesorías pagas en efectivo, pero al menos sea coherente con el discurso de la bancada y renuncie.

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