Paola Herrera
13 Diciembre 2022

Paola Herrera

El despelote en el Ministerio del Deporte

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Cuando María Isabel Urrutia, campeona olímpica colombiana, llegó al Ministerio del Deporte a liderar esa cartera durante el Gobierno del presidente Gustavo Petro, hizo lo que la mayoría de los funcionarios hacen cuando aterrizan en cargos de mucho poder: sacar a quienes no les sirven para defender los intereses de la nueva administración y nombrar a sus amigos.

Eso no tendría nada de malo si no fuera porque a raíz de la llegada de uno de esos amigos favorecidos por la ministra, el señor Edwin Cabezas, nuevo director de posicionamiento y liderazgo deportivo de la entidad, han sido muchos los problemas que se empezaron a presentar, que han contaminado y enlodado la gestión de la dos veces medallista de oro para Colombia y que evidencian un verdadero despelote que podría terminar muy mal. 

Desde hace unas semanas en la emisora W Radio hemos recibido varias denuncias por la cuestionada modificación de los instructivos técnicos que establecían un límite de edad de los deportistas en seis disciplinas que van a competir en los próximos Juegos Nacionales y Paranacionales que se realizarán en el Eje Cafetero en 2023. 

Aunque en declaraciones públicas la ministra Urrutia dijo, no solo una sino dos veces, que dicha modificación no se podía hacer, porque se estaría pasando por encima de la ley colombiana en materia deportiva y porque se necesitaba tramitar toda una reforma en el Congreso de la República para la cual ya no había tiempo, hace unos días llegó a las federaciones de baloncesto, balonmano, voleibol, fútbol de salón, yudo y lucha olímpica, un correo firmado por el señor Edwin Cabezas en el que las notificaba por los cambios en los instructivos.

Lo más grave es que el ahora director de posicionamiento y liderazgo deportivo de la entidad, era en 2020 director deportivo del Comité Olímpico Colombiano y fue una de las personas que decidió en ese entonces establecer los requisitos que ahora quiere cambiar. ¿Por qué dio ese salto?, ¿está favoreciendo a deportistas amigos?, ¿quién manda en el Ministerio del Deporte, Cabezas o la ministra Urrutia?

A propósito, en medio de la investigación pudimos establecer también que Edwin Cabezas trabajó en la Corporación Departamental de Recreación del Valle (Recreavalle) en donde tuvo un contrato de prestación de servicios pagado con recursos de Indervalle. 

Allí prestó apoyo metodológico y se habría relacionado con atletas de la delegación de ese departamento que van a participar en los mencionados juegos del próximo año y que incluso son calificados por periodistas deportivos como los favoritos para ganar esas justas. Otra pregunta que surge al respecto es, ¿por qué la ministra María Isabel Urrutia ha permitido que Edwin Cabezas tome esas decisiones y no se declare impedido?

Otra actuación irregular de la ministra Urrutia y de su director de liderazgo deportivo Edwin Cabezas habría sido cometida en el marco de la reunión del mes de octubre del programa Atleta Excelencia, en la que se discutieron novedades correspondientes a los ascensos, descensos, inclusiones o exclusiones de los deportistas que hacen parte de la iniciativa.

En esa reunión, según una denuncia que llegó hasta la Procuraduría General de la Nación, la ministra Urrutia y su funcionario de confianza Edwin Cabezas habrían pedido expresamente que se ignorara lo establecido en la resolución 222 de 2017 y de esa forma poder tomar decisiones por encima de los conceptos del área técnica metodológica. Fue por esa razón, por no estar de acuerdo con lo solicitado, que los miembros del Comité Olímpico Colombiano se abstuvieron de votar los ascensos y descensos que Urrutia pidió. 

Al respecto, Cabezas explicó que la abstención en la votación de los participantes en la reunión se debió al poco tiempo que tuvieron para analizar los diferentes casos. Sin embargo, pudimos establecer que de ese encuentro hay un acta en la que se deja constancia que la verdadera razón para no votar fue la manera en que la ministra estaba desconociendo la norma y de forma unilateral y arbitraria estaba escogiendo la situación de cada deportista. Esa acta después fue anulada por el propio ministerio. 

Y hay más problemas: aunque Edwin Cabezas solo lleva tres meses en la dirección de posicionamiento y liderazgo deportivo del ministerio, son varias las denuncias contra él por presunto acoso laboral. La primera, que ya también llegó a la Fiscalía, proviene del exmetodólogo de esa cartera, Boristh Julián Rodríguez, quien acusa al amigo de la ministra de persecución, amenazas, maltrato y otras cosas que provocaron su salida de la institución. 

Al consultar a Cabezas sobre ese caso nos dijo que nunca tuvo contacto individual con el señor Rodríguez y que él salió de la entidad porque renunció exponiendo motivos personales. Según Cabezas, como director de posicionamiento y liderazgo del Ministerio del Deporte, toma decisiones basadas en su experiencia deportiva, académica, profesional, técnica y laboral y no tiene nada en contra de ningún funcionario de su nueva entidad.

A pesar de esa respuesta, llama la atención que, en un documento de denuncias contra Edwin Cabezas, elaborado por varios funcionarios del ministerio, se señala que en una reunión de metodólogos y gestores que trabajan allí, Boristh Julián Rodríguez fue expulsado a gritos y ofensas.  

Además, ese no es el único caso por acoso en el que está involucrado el señor Cabezas, quien ha sido denunciado en la oficina de control interno de la entidad por otro par de funcionarios. Él mismo reconoció que ha tenido que participar en reuniones del comité de convivencia para llevar a cabo los respectivos descargos debido a las quejas que allí han llegado en su contra. 

Finalmente, en el Ministerio del Deporte también se estaría configurando un presunto caso de conflicto de intereses que, oh sorpresa, también protagoniza Edwin Cabezas. Y es que el funcionario es esposo de la entrenadora de levantamiento de pesas, Alicia Romero, quien participó en la delegación que representó a Colombia en los Juegos Suramericanos de Paraguay, aunque ella no hace parte de la federación.

Cabe recordar que los recursos para ese tipo de viajes salen del Ministerio del Deporte y justamente habría sido Edwin Cabezas el que dio el visto técnico para su aprobación.  Además, aunque Alicia Romero es una entrenadora con mucha experiencia, ella no hace parte del equipo de entrenadores oficiales de la Federación de Levantamiento de Pesas y, por ende, no podía viajar con los competidores que fueron a Asunción.

En conclusión, lo que está pasando dentro del Ministerio del Deporte es todo un desorden administrativo que preocupa a todos los que trabajan allí. Como si fuera poco, la ministra Urrutia se escuda en que está en el Gobierno del cambio para sacar el 31 de diciembre a los más de 1.000 contratistas que hoy están vinculados por prestación de servicios y para frenar trámites que van a crear muchos problemas a futuro en esa entidad. 
 

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