Mariana Garcés
26 Agosto 2022

Mariana Garcés

Zoológico de Cali

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Inicio estas letras manifestando que hago parte de la junta directiva de la Fundación Zoológico de Cali desde el año inmediatamente anterior; esto me permite conocer a fondo lo que hace la entidad, y también ser clara ante los lectores, que aunque se trata de una sociedad sin ánimo de lucro, como integrante de su junta, soy parte en el asunto que plantearé en la columna de hoy.

La senadora Andrea Padilla perteneciente al Partido Verde ha radicado en la Comisión Quinta el proyecto de ley 099 del 4 de agosto de 2022 “Por el cual se ordena la conversión de los zoológicos, acuarios, aviarios, bioparques y establecimientos similares hacia el modelo de refugios de fauna y se dictan otras disposiciones”. La senadora es una mujer formada y de criterios muy sólidos y respetables y su trabajo está encaminado a la protección de los animales y de la vida. Sin embargo, es importante entender que no a todas las entidades que tienen animales bajo cuidado humano las pueden analizar con el mismo rasero.

El Zoológico de Cali es una entidad que nace en el año 1969 y desde entonces ha sido una institución en permanente evolución. Es uno de los espacios más atractivos de Cali, y que más visitantes locales y extranjeros recibe cada año. Soportó y sobrevivió a la pandemia y al reabrir sus puertas en el año 2021 fue visitado por 500.000 personas.

La tarea que desarrolla la Fundación está dirigida a la conservación del patrimonio natural y cultural y sobre todo al cuidado y bienestar animal en todas sus dimensiones. La entidad es un ejemplo en la intervención de espacios físicos y de zonas de resguardo que garantizan áreas suficientes para cada especie. El manejo nutricional y clínico es eficiente. 200 personas de las más altas calidades humanas y profesionales, prestan sus servicios al parque, quienes, además, son permanentemente capacitadas para estar a la vanguardia en sus competencias.

La Fundación ha desarrollado estrategias de sostenimiento y genera sus propios recursos, siendo además un ejemplo en la organización y administración de entidades sin ánimo de lucro pues es totalmente auto sostenible.

Se lleva un registro sistematizado de cada animal, lo que ha permitido conocer al detalle la población que habita en sus instalaciones, sus especificidades y sus necesidades; se orientan esfuerzos hacía la educación y la investigación. Es un centro de investigación reconocido por el Ministerio de Ciencias y produce documentos científicos para las revistas y publicaciones más importantes del mundo.

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza - UICN trabajó y publicó, en 1993 “La estrategia mundial para la conservación en zoológicos”, la cual establece el papel de estas instituciones en la conservación del planeta, política que ha tenido varias y permanentes actualizaciones. Así, los zoológicos pasan de ser lugares de exhibición y recreación exclusivamente, a tener un papel activo en la educación de sus visitantes, y sirven como espacios para prácticas de estudiantes e investigadores, apoyando diversos proyectos de conservación.

Es parte del ADN de la organización adelantar procesos de autoevaluación. El compromiso es mejorar continuamente. La carencia de normativa colombiana a nivel de estándares de operación y de bienestar animal, obligó a mirar hacia el exterior. Por esto la Asociación Latinoamericana de Parques Zoológicos y Acuarios – ALPZA, la Asociación Americana de Zoológicos y Acuarios – AZA y la Asociación Mundial de Zoológicos y Acuarios – WAZA, son aliados del Zoológico de Cali; la entidad se rige por sus lineamientos, estándares y directrices.

Se cuenta con instalaciones y equipos para realizar tratamientos médicos, quirúrgicos, laboratorio clínico, imagen diagnósticas, entre otros, que permiten dar atención a los animales del zoológico, del entorno natural del parque y de otras instituciones que trabajan con manejo de especies silvestres.
Dentro del plan maestro de infraestructura, se construirá un hospital veterinario de animales de fauna, con laboratorio de biología molecular para técnicas diagnósticas, ligado a los proyectos de conservación. Este proyecto será el primer hospital escuela de formación en medicina veterinaria de fauna silvestre en Colombia.

Se diseñó el Centro de Investigación para la Conservación de Especies y Ecosistemas Amenazados, CREA, con el fin de desarrollar programas de investigación para la conservación, que contribuyen al conocimiento y la restauración de la biodiversidad nacional; en el marco de este programa cabe destacar: proyecto cóndor andino; se lideró el proceso de reintroducción de poblaciones de cóndor andino en compañía del Instituto Nacional de los Recursos Naturales Renovables y del Ambiente y del Ministerio de Ambiente. También el programa de reproducción para conservar la supervivencia de la especie en su ambiente natural. Como resultado de este proyecto nacieron cinco cóndores en el Zoológico de Cali que fueron liberados en dos áreas protegidas del Sistema Nacional de Parques Naturales de Colombia.

La rana venenosa de Lehmann es endémica del Valle del Cauca. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza la cataloga en peligro crítico de extinción ya que ha sido objeto de extracción masiva con fines comerciales ilegales. En una alianza con otras entidades, se inició un monitoreo de poblaciones ubicadas en la Reserva Forestal Anchicayá, generando información donde se advierte sobre la ausencia de poblaciones registradas históricamente y la necesidad de establecer medidas urgentes de protección por la disminución del número de individuos. Actualmente el zoológico lidera procesos de educación y transformación de alternativas de sustento económico con las comunidades que cohabitan en el territorio. Se pretende que los habitantes dejen de extraer ranas para venta ilegal. Se desarrolla además un programa de reproducción bajo cuidado humano a través del cual se ha realizado liberación de individuos al medio natural, y los factores de amenaza han sido neutralizados.

El Zoológico de Cali es motivo de orgullo para los caleños y vallecaucanos; es un espacio impecable, que cumple con la normatividad de entidades internacionales enormemente exigentes y con procesos de certificación internacional; es un lugar que genera experiencias emocionalmente provocadoras, memorables, compartibles y revivibles, modificadoras de comportamientos y actitudes, que promueve el aprendizaje y la educación, y sobre todo un espacio de respeto y recreación.

Indiscutiblemente es necesaria la expedición de una ley que reglamente la operación de las instituciones zoológicas; sin embargo, no compartimos la transformación propuesta en el proyecto donde instituciones como el Zoológico de Cali desaparecerían para darle paso a refugios de fauna, que son entidades que cumplen otros propósitos.

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