Mauricio Cabrera
16 Marzo 2024

Mauricio Cabrera

200 puntos básicos (2%)

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En la jerga de los financieros 200 puntos básicos (p.b.) es lo que para el resto de los mortales es un 2 %. Cualquiera sea la forma como lo quiera uno llamar, este es el monto en que la Junta del Banco de la República debería bajar la tasa de interés de política monetaria (TBR) en su próxima reunión de fin de mes.

Nadie se atrevería a afirmar hoy que el Banco no debe bajar su tasa. Lo que se discute es el tamaño y la velocidad de la reducción. De hecho, la mayoría de los analistas esperan una rebaja entre 50 a 75 p.b. Pero en las circunstancias actuales de la economía eso sería muy poco, por varias razones.

La inflación baja, la TBR no 

Primera, para empezar con el argumento que más le importa a la Junta del Banco, porque la inflación ha bajado mucho más rápido de lo esperado, mientras que la tasa de interés se ha quedado pegada del techo, de manera que hay bastante espacio para la reducción.
En efecto, la variación del IPC (línea verde del gráfico) alcanzó un punto máximo de 13,3 % en marzo del año pasado, y desde entonces inició un proceso descendente con disminuciones todos los meses; se espera que al final de este mes se ubique alrededor de 7,4 %, es decir una caída de casi 600 p.b. (para hablar como los financieros) en 12 meses. Por su parte, el máximo de la TBR (línea azul del gráfico) fue de 13,25 % en mayo de 2023, y desde entonces la junta solo se ha movido dos veces para bajarla a 12,75 %, es decir solo 50 p.b.

Como consecuencia hoy la diferencia entre la tasa de interés y la de inflación es de casi 5,5 %, y sería aún más alta si se tomaran en cuenta las expectativas de inflación. Es una postura de política claramente contractiva -la más contractiva en lo que va corrido del siglo- que algunos podrían justificar aduciendo que la inflación está todavía por encima de la meta del Banco, que está en un rango entre 2 % y 4 %. Sin embargo, resulta excesiva si se toman en cuenta las tendencias de los precios y el estado de la economía.

Cuando la inflación es de costos, la subida de la tasas de interés sí sirve para controlar el alza de precios, pero lo logra poniendo un freno de mano a la demanda agregada y, por lo tanto, al crecimiento económico. Es lo que ha pasado en Colombia el último año.

Ad portas de la recesión

La segunda razón para acelerar la baja de la TBR es porque el país está en riesgo de caer en una recesión. El indicador del Dane (línea roja del gráfico) mostraba que al cierre del año pasado la economía escasamente crecía al 0,1 % anual, y según las mediciones de Bancolombia en este año el nivel de actividad económica completa dos meses consecutivos en terreno de contracción (-1,6% y -0,6%, respectivamente), con caída en sectores tan importantes como  la construcción, el comercio, y la industria.
 
Son dos las principales políticas contra cíclicas que se pueden utilizar para reactivar una economía: la monetaria y la fiscal. En las actuales circunstancias la primera, es decir la baja de la tasa de interés, es la que se puede y se debe utilizar. Al bajar el costo del crédito se va a estimular el consumo de los hogares, la compra de vivienda y de vehículos y, por supuesto, muchos proyectos de inversión volverán a ser rentables. En una palabra, se reactivará la demanda agregada, lo que jalona la producción.

El otro instrumento, que es el gasto público, está muy limitado por el tamaño del déficit fiscal y el aumento de la deuda pública, de manera que a pesar de los llamado de los gremios a que el gobierno gaste más, no se podría hacer este año sin romper la regla fiscal.

Hay una razón adicional para bajar la TBR, que no es menos importante: el alto nivel de las tasas de interés domésticas frente a las internacionales es un imán poderoso para la atracción de capitales golondrina que al aumentar la oferta de dólares están presionando a la revaluación de la tasa de cambio, que ya ha caído por debajo de $3900.

Esta revaluación está afectando a todos los exportadores, cafeteros, floricultores, industriales y hasta a Ecopetrol, pues se está reduciendo el valor de sus ingresos en pesos. El impacto más grande lo tienen aquellos que son intensivos en mano de obra pues el aumento de los salarios ha sido mayor que la inflación doméstica. El desestímulo a estas exportaciones va a agravar la caída de la producción. 

200 puntos básicos es la reducción inmediata que debe hacer la Junta del Banco a su tasa de interés, pero es solo la primera de una serie de rebajas que este año deben llevar la TBR a una postura neutra respecto de la inflación, es decir a niveles del 6 %.

 

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