Martín Jaramillo Ortega
14 Marzo 2024

Martín Jaramillo Ortega

Club Deportivo Palestino

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Desconozco si sigue ahí, pero 14 días antes del ataque de Hamás a Israel en 2023 estaba pintado sobre el muro que separa Cisjordania del territorio israelí un grafiti que hace —o hacía, no lo sé — desde el fútbol resistencia a la ocupación sobre Palestina. 

Esta tapia de 700 kilómetros impuesta por Israel tiene su lugar más simbólico en Belén. Justo en el lugar donde se debería ver a lo lejos Jerusalén —cuna de las tres religiones monoteístas más importantes— se volvieron símbolos los grafitis que hacen honor a Shireen Abu Aqla, la periodista palestino-estadounidense asesinada por el Estado de Israel en 2022; los grafitis con frases como “MAKE HUMMUS NOT WALLS” y otros más famosos como El lanzador de flores de Banksy. Sin embargo, una de las cosas más curiosas que tiene esta antiquísima vista, que lleva un poco más de dos décadas siendo interceptada por un muro que se volvió paisaje, es que tiene dibujado, tatuado, el escudo del Club Deportivo Palestino, un equipo de fútbol chileno que juega a 13.300 kilómetros de distancia. 

Crédito: Archivo personal

El CD Palestino fue fundado el 20 de agosto de 1920 por los migrantes palestinos cristianos que decidieron huir del Medio Oriente por la Primera Guerra Mundial y, en especial, por las secuelas que dejaba la caída del Imperio Otomano. Llegaron a las costas australes y su asentamiento cayó tan bien que a hoy Chile cuenta con 300.000 descendientes palestinos, la mayor colonia por fuera de Israel y los países árabes. 

Desde 1952 logró consolidarse como equipo de fútbol profesional. Tocó la gloria a finales de la década de los 70 con el equipo que tenía en sus filas a Elías Figueroa, Óscar Fabianni y Edgardo Fuentes. Ha ganado dos ligas locales (1955 y 1978) y hoy en día es uno de los equipos revelación de lo que va de la Copa Libertadores y es séptimo en su liga local. Durante ocho décadas este club fue la única representación palestina en el fútbol hasta que en 1998 la FIFA aceptó la entrada de Palestina como país miembro. 

Los resultados del Palestino en cuanto a lo deportivo no son nada despreciables. Pero, como bien podrán imaginarse, pasan a un segundo plano si se habla de la relevancia que tiene este club dentro de conflicto de Israel y Palestina. En 2016 jugaron un amistoso entre el club chileno y la Selección Nacional. Fue en Nablus, Cisjordania. Para 2017 varios niños palestinos, envalentonados por el fútbol, cortaron pedazos rectangulares de cartón rojo para sacarle tarjeta roja a los soldados israelíes que custodiaban la ocupación. 

Hoy, pasado medio año del injustificable ataque de Hamás a Israel el 7 de octubre de 2023 y de las desproporcionadas represalias por parte del Gobierno de Benjamín Netanyahu, poco se sabe del destino de aquellos niños. Según la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina UNRWA, en Gaza y Cisjordania, en promedio, un niño muere y dos resultan heridos cada diez minutos. Ahora —siete años después de aquella simbólica expulsión arbitral infantil— en un lugar absolutamente desgarrado hay en el deporte uno de los pocos elementos de unión. 

Por nuestro lado, la única cercanía colombiana con el fútbol palestino fue Raúl Alejandro Naif, un jugador nacido en Argentina, hijo de padres árabes y que jugó para la Selección Palestina en la eliminatoria a la Copa Asiática de 2004. Ese mismo año Naif jugó en Independiente Santafé, dirigido por Jaime de la Pava, y según constaté con Guillermo Ruiz Bonilla, pasó sin pena ni gloria por el equipo bogotano. 

El fútbol como símbolo de resistencia es un elemento muy poderoso. Pocos se hubieran imaginado que a 13.300 kilómetros de distancia de Palestina se hubiera fundado un club que es incluso más antiguo que el mismo Estado de Israel y que 103 años después serviría como uno de los símbolos de su causa. 

PS: Las malas actuaciones, denuncias de acoso y corrupción en el arbitraje colombiano no paran. Muy por el contrario piensa Ramón Jesurún, presidente de la FCF, quien dijo que “nunca hemos tenido una preparación de árbitros de tanta calidad como ahora”, ¿será que ven algo que nosotros no? 
 

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