Yohir Akerman
24 Marzo 2024

Yohir Akerman

El polémico operador contratado por la Fiscalía

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Con la entrada de la nueva fiscal general de la nación, Luz Adriana Camargo, y los rumores de continuismo dentro de la entidad, por la ratificación de algunos altos funcionarios que vienen de administraciones anteriores, se hace necesario develar un polémico contrato firmado por el exfiscal Francisco Barbosa, por medio de su oficina de prensa, para evitar que estas prácticas se sigan realizando en la entrante administración. 

Vamos por partes, como la polémica empresa Du Brands SAS consiguiendo multimillonarios contratos con todas las entidades que fueron controladas por el expresidente Iván Duque. 

La relación entre el expresidente Duque y Du Brands comenzó en 2018, cuando le confiaron a la compañía que tiene como objeto la realización de eventos corporativos, ferias y fiestas, la estrategia publicitaria de la campaña presidencial. Para eso invirtieron en primera vuelta 10.664 millones de pesos, que se fueron principalmente en publicidad en las redes sociales.

No esperaron a que Duque llevara un mes en el gobierno, cuando comenzaron los contratos entre el Estado y esa sociedad. El 30 de agosto de 2018, Du Brands, fundada por el señor Pedro Sarmiento Charry, conocido en su gremio como Pipo, quien contrató a Emanuel Echeverri, hijo del gerente de la campaña del presidente, Luigi Echeverri, firmó un acuerdo por casi mil millones de pesos con el Departamento Administrativo de la Presidencia de la República, Dapre. 

El acuerdo se firmó para el “apoyo en la elaboración e implementación de estrategias digitales integrales, tendientes a la construcción y el sostenimiento de la paz en el marco de la equidad y la legalidad”. Algo ambiguo y muy irónico, visto ahora con la perspectiva que da el tiempo y lo que hizo Duque con el proceso de paz. 

Pero el salto a la fama de la firma Du Brands se dio en plena pandemia del coronavirus, cuando se ganaron a dedo un contrato por 3.350 millones de pesos para mejorar la imagen del presidente. Sin despeinarse, empezaron en logística de fiestas, con una rápida parada por redes sociales en campaña, pasando por estrategias para el sostenimiento de la paz y llegando al asesoramiento de imagen presidencial. Pero no solo eso, también perfilamiento de enemigos. Du Brands se debería llamar Du TodoUnPoquitus. 

Recordemos que el 26 de agosto de 2020, la Fundación para la Libertad de Prensa reveló unas conversaciones entre la Consejería Presidencial para las Comunicaciones del gobierno de Duque y representantes de la empresa Du Brands, con el fin de producir un listado de opinadores. En la base de datos que se intercambiaron, podía verse el nombre de las personas, sus cuentas de lo que antes se conocía como Twitter y la calificación como positivos, negativos o neutros, según la posición de estos frente al mandatario. 

El registro generó una fuerte controversia, debido a que allí aparecían desde opositores del gobierno y periodistas, entre los cuales se encontraba esta columna con el calificativo de negativo. También medios de comunicación e incluso congresistas y funcionarios del mismo Ejecutivo. 

El caso terminó escalando con una tutela a la Corte Suprema de Justicia, que se pronunció en un fallo de la Sala Penal, en el que aseguró que la información que se publica en la red X y que permita identificar la afinidad política del usuario, así como otros datos de su vida personal considerados sensibles, no puede ser tomada para crear bases de datos sin el consentimiento del ciudadano. Pero a palabras necias, oídos sordos, diría la empresa. Sórdidos, diría yo.

Esto como consecuencia de que la compañía ha firmado, desde 2018, más de 110 acuerdos con objetos bastante ambiguos, recibiendo así cerca de 80.000 millones de pesos de los contribuyentes en contratos pagados por entidades públicas, o mixtas. La mayoría controladas por el gobierno del expresidente Duque, entre ellas el Ministerio de Trabajo, Fiduprevisora, Findeter, Fontur y la Presidencia de la República, a través del Fondo de Programas Especiales para la Paz. Pero no exclusivamente. 

Llama la atención que en la administración del presidente Gustavo Petro, la empresa Du Brands también ha recibido su tajada de la millonaria torta estatal con interesantes presupuestos. Icetex, por ejemplo, firmó un acuerdo el 7 de julio de 2023 con la "Unión Temporal Unidos por Icetex 2023", conformada en 75 por ciento por Du Brands y en 25 por ciento por Bethel Marketing y Producción SAS, por más de 2.500 millones de pesos. 

Por su parte, como lo publicó la revista CAMBIO, en agosto del año pasado el sistema de medios públicos, RTVC, le dio dos acuerdos a Du Brands que suman 578 millones de pesos. Pero el que más sorprende fue un megacontrato, en marzo del año pasado, en donde Telecafé, sin mediar ninguna licitación, obtuvo un acuerdo por 61.904 millones de pesos con el Ministerio del Interior para realizar sus eventos. Sin embargo, quienes terminaron ejecutando ese compromiso son seis empresas subcontratistas, entre las cuales la principal es Du Brands. Todos los caminos conducen a Pipo. 

anexo 1

Por esto vamos a los entes de control. Como lo denunciamos el 3 de marzo en esta columna, la Organización de Estados Iberoamericanos, OEI, lanzó una licitación por un valor de 5.000 millones de pesos en agosto de 2021, dinero que salió de los recursos aportados por la Procuraduría General de la Nación en un convenio bilateral. Todo cuando el actual contralor encargado, Carlos Mario Zuluaga, era el director adjunto de la OEI para Colombia. El jugoso contrato se lo ganó en una licitación que pareció asignada a dedo, la firma Du Brands. Re Brandidos.

Como es costumbre, este proceso de elección estuvo lleno de polémicas. La compañía sacó provecho de un ítem denominado “mejoramiento evento fin de año”, el cual reconocía 15 puntos adicionales al proponente que entregara tres o más regalos, cada uno con un valor mínimo de 500.000 pesos, para la fiesta de fin de año de la OEI. 

Según los resultados provisionales y definitivos de la licitación, Du Brands obtuvo todos los 15 puntos de ese ítem, por lo que se puede concluir que entregó grandes regalos al hoy contralor encargado. Como reza el viejo adagio bogotano, lo único malo de la rosca es no estar en ella, y no estar invitado a sus fiestas de fin de año.

anexo 2

Y con eso quedan marcadas la Contraloría y la Procuraduría actual. Evidentemente en esa lista no podía faltar la Fiscalía durante la administración de Barbosa. Quien es amigote del expresidente Duque, quien es amigote de Luigi Echeverri, donde su hijo trabaja con su amigote Pipo. La Fiscalía le entregó a la polémica firma un contrato en medio de cuestionamientos a la transparencia del proceso. ¿Nos sorprende? Pues claro que no nos sorprende. 

El acuerdo número 0087 del 8 de octubre del 2020 inicialmente fue por 4.690 millones de pesos. Sin embargo, una revisión del Secop muestra que, para ese acuerdo, el monto final fue por 6.104 millones de pesos para Du Brands, con el objeto de “prestar los servicios de operación, producción y ejecución de acciones de naturaleza logística, requeridas para la atención de las actividades de competencia de la Fiscalía General de la Nación a nivel nacional”. 

Bastante obscuro, en especial porque el contrato había que ejecutarlo en tan solo dos meses. Pero lo más llamativo es que tuvo como supervisora a la jefe de prensa de la Fiscalía, la señora Paola Andrea Tovar Niño. 

anexo 3

La famosa jefe de prensa es reconocida en la opinión pública por restringir el acceso a la información de la Fiscalía a los periodistas críticos o que incomodaron a la administración de Barbosa y posteriormente la de la fiscal encargada Martha Mancera. 

A la señora Tovar Niño se le debe que la Dirección de Comunicaciones de la entidad, no funcionara como un puente entre la prensa y el ente de investigación, como es su deber, sino como un aparato de propaganda del ego del fiscal Francisco Barbosa. 

Recordemos que la Fiscalía difundía la información de Barbosa siempre elogiándolo, mientras bloqueaba y perseguía a periodistas críticos de la entidad, como este servidor. Como escribió la columnista de opinión Laura Ardila en El Espectador: “son incontables los relatos de colegas que dan cuenta de la inoperancia de la oficina de prensa de la Fiscalía, en cabeza de una comunicadora llamada Paola Tovar”. 

O el abogado Ramiro Bejarano en el mismo diario, quien también hizo una honorifica mención de la funcionaria: “unos (periodistas) se volvieron hinchas del fiscal y asumieron ciegamente las mentiras ambientadas con criterio político desde el búnker, pues se pusieron al servicio del alto funcionario que los puso a mentir para que, a sabiendas, reprodujeran sus infamias y perversidades o sus campañas de difamación; otros callaron por el pánico de que esa Fiscalía tomara venganza por la independencia; y unos más tuvieron que padecer la dificultad de verse marginados de las noticias que manipuló a sus anchas la desprestigiada y peligrosa jefe de prensa, Paola Tovar”.

Pues comprobamos que existen males y malezas que siguen sobreviviendo y mutando entre gobiernos y administraciones. Du Brands es una de esas. Esperemos que, en la nueva dirección de la Fiscalía que ahora empieza, y con el señor Germán Gómez como el recién nombrado director de comunicaciones de la entidad, se acaben las estrategias de ataques a periodistas críticos y tácticas de manipulación de la verdad impulsados por el señor Francisco Barbosa y su vicefiscal la señora Martha Mancera. Fiscalía esa paupérrima, podrida y vanidosa que se dedicó a perseguir a los periodistas críticos y a proteger a los contratistas y personas que le inflaron el ego a su pequeño fiscal.

@yohirakerman; akermancolumnista@gmail.com 

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