Luis Alberto Arango
28 Julio 2023

Luis Alberto Arango

La explosión controlada

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Alejandro Gaviria, exministro del Gobierno Petro, ofrece en su libro una visión personal y sustentada de las virtudes, defectos y desafíos de la gestión de quien fuera su jefe.


La revista CAMBIO compartió, el pasado 24 de julio, un adelanto exclusivo de un capítulo del próximo libro de Alejandro Gaviria, La Explosión Controlada: la encrucijada del líder que prometió el cambio que estará disponible al público a principio de agosto. En este fragmento, Gaviria realiza un análisis agudo y descriptivo del estilo de gobierno de Gustavo Petro.

Gaviria, quien fue ministro de Educación durante la administración de Petro, explora detalladamente las virtudes y falencias de su gobierno, ofreciendo una perspectiva privilegiada. Resalta la genuina preocupación del presidente por los sectores más desprotegidos de la sociedad colombiana, pero también señala sus debilidades: un notable mesianismo, la tendencia a la victimización y una evidente ausencia de método.

Destaca que, aunque la imagen de Petro como un ferviente defensor de la justicia atrae a ciertos grupos, su discurso oculta la incapacidad del gobierno para traducir sus propósitos en acciones efectivas. Las buenas intenciones, por nobles que sean, necesitan de una estrategia sólida y eficaz para producir cambios significativos. Aquí, la crítica de Gaviria es constructiva y respetuosa, subrayando la importancia del pragmatismo y la planificación en la gestión gubernamental y cómo ciertos políticos pueden depender más de una retórica emocional que de la ejecución efectiva de políticas.

“Lo anterior es un recordatorio de que, aunque la empatía y la justicia social son fundamentales en la política, también lo son el pragmatismo y la implementación efectiva del plan de gobierno”.

Lo anterior es un recordatorio de que, aunque la empatía y la justicia social son fundamentales en la política, también lo son el pragmatismo y la implementación efectiva del plan de gobierno.

Por otro lado, el exministro de Educación examina el papel del liderazgo y el carácter en la política, centrando su atención en la dualidad inherente a la naturaleza humana: las auténticas preocupaciones de un líder frente a la seducción del poder. Así, nos recuerda que, aunque la política es un escenario, también es un espacio donde los individuos manifiestan sus pasiones, temores e inseguridades.

Es relevante señalar que Gaviria critica el uso de la victimización como sustituto de la acción. Esto es un hábito peligroso en el que pueden caer muchos líderes, ya que distrae a su entorno de las acciones necesarias y efectivas. En este sentido, el libro nos invita a reflexionar sobre la importancia de la responsabilidad y la autocrítica en la administración pública. Como él mismo indica, no se puede cambiar lo que no se reconoce.

Criticas a Gaviria y al nuevo libro 

El que Gaviria haya formado parte del gobierno de Petro generó y genera todavía una considerable controversia y crítica. Algunos lo acusan de traicionar sus principios políticos. Sin embargo, considero que la acusación es una simplificación injusta y no considera la complejidad de la política.

“En mi opinión, Gaviria no es un traidor, sino un hombre de principios, comprometido con el progreso de su país”.

Repasando la trayectoria de Gaviria, es evidente que su motivación proviene de un deseo sincero de efectuar cambios positivos en la sociedad. A pesar de sus diferencias políticas con Petro, ambos comparten la creencia en la necesidad de un cambio significativo. Pienso que Gaviria aceptó unirse al gobierno de Petro no por oportunismo, sino por su convicción de que podría contribuir al mejoramiento de la educación y, en última instancia, al bienestar del pueblo colombiano.

La crítica a Gaviria por haber formado parte del Gobierno Petro simplifica una realidad más compleja. En mi opinión, Gaviria no es un traidor, sino un hombre de principios, comprometido con el progreso de su país. Tomó decisiones difíciles, guiado por su deseo de servir, más que por intereses partidistas. Sus acciones demuestran un compromiso con un propósito superior, que trasciende las diferencias políticas, y merecen respeto, no condena.

La principal crítica a su nuevo libro radica en que desvelar detalles desconocidos y casi íntimos sobre la administración Petro es una traición o, al menos, un acto de deslealtad. Sin embargo, esta perspectiva de sus críticos parece más un intento para descalificar, sin fundamento, una versión que nos ofrece otra realidad que todos los colombianos deberíamos conocer.

Gaviria, a pesar de ser un actor dentro de los hechos que narra, es también un académico y un pensador cuyo trabajo es analizar y comunicar su percepción de la realidad. En este contexto, su libro es un análisis valioso y una introspectiva reflexión sobre su tiempo en el gobierno y las implicaciones más amplias que este período tuvo en la política colombiana.

La honestidad y la transparencia son valores fundamentales en la democracia. Un político que acepta un cargo público sabe implícitamente que su actuación será objeto de escrutinio ciudadano. De hecho, es un deber cívico sacar a la luz los errores, las equivocaciones y las malas decisiones tomadas por aquellos en el poder, siempre y cuando se haga de una manera justa, equilibrada y desde luego respetuosa. Este es el rol que los libros de no ficción, en este caso política, han desempeñado históricamente.

Por tanto, si el libro contiene críticas válidas y fundamentadas sobre el Gobierno Petro, no debemos verlo como un acto de deslealtad, sino por el contrario, como un intento de explicar, desde el punto de vista de su autor, cómo y por qué sucedieron las cosas y el porqué de sus resultados. No debemos olvidar que la lealtad no debe ser ciega, y que es igualmente desleal ocultar los errores y las fallas de un gobierno. La crítica constructiva y honesta es una forma de lealtad a los ideales democráticos y a la búsqueda de un mejor gobierno.

“Su libro será un testimonio histórico singular y que ofrece una visión de excepción de cómo es el poder tras bambalinas”.

Creo que el haber hecho este escrito por parte de Alejandro Gaviria es en realidad un acto de valentía. Es un esfuerzo por destacar los problemas y desafíos que enfrentan aquellos en el poder, presentando el testimonio de una visión personal y honesta de cómo se ve el gobierno desde adentro. A pesar de las críticas y la controversia, el libro es un intento por mejorar la transparencia y el entendimiento público de cómo funciona la política en Colombia. Este tipo de conocimiento es esencial para que los ciudadanos tomen decisiones informadas. Y en últimas para que el Gobierno Petro pueda corregir el rumbo.

Su libro también invita a reflexionar sobre lo que significa ser un líder, sobre las responsabilidades y desafíos que esto conlleva, y sobre cómo nuestras decisiones y acciones tienen consecuencias más allá de nosotros mismos.

La Explosión Controlada nos invita a cavilar, a cuestionar y a aprender. No es un libro fácil de leer sin desprenderse de la emocionalidad que genera la política, pero es uno que vale la pena leer. Espero que a medida que el público vaya conociendo el resto del contenido del libro, podamos tener una discusión más amplia y rica sobre los desafíos y oportunidades que enfrenta Colombia.

Este libro será un testimonio histórico singular y que ofrece una visión de excepción de cómo es el poder tras bambalinas: humano, imperfecto, reaccionario, mesiánico, idealista y en ocasiones engañoso. Nos recuerda que el poder, sin un método sólido, resolución y paciencia para llevar a cabo las directrices que emanan de él, es inútil y estéril.

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