Mauricio Rodríguez Múnera
18 Marzo 2024

Mauricio Rodríguez Múnera

Las habilidades del futuro

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El World Economic Forum (WEF), un prestigioso centro de pensamiento que lleva a cabo todos los años un encuentro en Davos (Suiza) para analizar con líderes globales los principales desafíos del mundo, publicó recientemente un informe en el que escoge cuáles serán las habilidades claves para resolver los principales problemas del planeta. Voy a referirme a las dos más destacadas: la creatividad y el pensamiento crítico.

La creatividad es la capacidad de generar ideas novedosas. Según expertos como Roger Von Oech y
Edward de Bono, la mejor manera de desarrollar la creatividad es estimulando la curiosidad. En la niñez
nuestra curiosidad es tan intensa que los psicólogos han encontrado una etapa en la que ese deseo de explorar, de preguntar, de querer comprender todo, es tan marcado, que la denominan “la edad del porqué”. Idealmente esa actitud inquisitiva no debería debilitarse con el paso de los años, sino por el contrario – que es lo que sucede en los casos de científicos, artistas y emprendedores que sobresalen por sus ideas novedosas – crecer a lo largo de la vida.

Así pues, la curiosidad es la fuente primordial de la creatividad. Pero no basta con tener una idea original.
Hay que convertirla en realidad. Esto exige un proceso metódico, disciplinado y enfocado que transforme dicha idea en una innovación. Los colombianos somos muy creativos (lamentablemente en bastantes casos para hacer cosas ilegales) pero no somos innovadores en el escalafón mundial de la innovación nuestro país ocupa una posición mediocre. Fallamos por ausencia o debilidad en el proceso sistemático que traduce las ideas creativas en realidades tangibles.

La mejor manera de fortalecer la creatividad según los expertos ya citados y otros como John Kao y Michael Gelb, es “escapándose de la cárcel de la rutina”. Es decir, aprender de temas diversos, viajar, leer, conversar con gente que piensa distinto a uno, ver buenas películas y documentales, etc. De esa manera estamos “encendiendo neuronas”, lo cual naturalmente aumenta la probabilidad de producir nuevas conexiones – ideas inéditas.

En cuanto a la otra habilidad recomendada por el WEF, la del pensamiento crítico, me parece crucial la diferencia que tiene con el mero enjuiciamiento, según la firma de consultoría Dave Partners. En lo segundo priman el ego, la mente cerrada, el miedo, la irracionalidad y el foco en los problemas. Por el contrario, el pensamiento crítico está guiado por una misión, implica trabajo en equipo, es lógico y analítico, se basa en evidencia empírica, es empático, y se concentra en las soluciones.

Los colegios, las universidades y otros centro de formación, las empresas y las entidades públicas, deberían revisar con profundidad si la capacitación que están brindando le da prioridad al fortalecimiento de estas habilidades tan importantes. En mis cuatro décadas de experiencia como docente y como periodista lo que he notado es que falta mucho por hacer en estos dos frentes. Manos a la obra!

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