Johana Fuentes
8 Marzo 2023

Johana Fuentes

Por debajo de la mesa

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Aunque Nicolás Petro anunció que se aparta de cualquier actividad relacionada con las elecciones de octubre y los procesos de Colombia Humana y el Pacto Histórico –insistiendo en su inocencia–, el daño ya está hecho. Por eso, hay que mirar con lupa a los personajes que presuntamente le habrían entregado dinero al hijo del presidente y a las regiones donde tendrían influencia.

Según las revelaciones que Daysuris Vázquez, exesposa de Nicolás Petro, le hizo a la Revista Semana, Alfonso ‘el Turco’ Hilsaca y Samuel Santander Lopesierra le habrían entregado a Nicolás mil millones de pesos para apoyar la campaña de su padre a la presidencia. Sin embargo, esto se habría hecho a espaldas de Petro y el dinero habría ido a parar a los bolsillos del hoy diputado del Atlántico.

El Turco Hilsaca, a quien también se le conoce como el zar del alumbrado público en Bolívar, porque ha amasado su fortuna mediante contratos relacionados con esa actividad, es un cuestionado empresario al que se le atribuye la financiación de varias campañas políticas en ese departamento.

Dentro de los nombres que figuran en la lista de financiados está el exalcalde de Cartagena Alberto Barboza, condenado por celebración de contratos sin requisitos legales. Durante su administración, Hilsaca recibió varios contratos, uno de los más polémicos fue la licitación del relleno sanitario de Cartagena, pues durante tres años no se había logrado conceder la licencia ambiental a ningún terreno, pero el Turco lo logró. En su momento, Barboza aseguró que la suya fue la mejor oferta.

Alfonso Hilsaca también es conocido por su influencia en la Corporación Autónoma Regional del Canal del Dique (Cardique), dato que no es menor porque la financiación de los alcaldes que tienen injerencia en Cardique le garantiza mantener el poder en esa entidad, ya que al gerente lo eligen los alcaldes de esos municipios. “En el año 2001, cuando se apodera de Cardique, aprovecha el poder que tiene Cardique sobre las alcaldías y comienza a incursionar en alumbrados públicos en los pueblos y en el manejo de basuras y alcantarillados. Hoy opera la mayoría de esos proyectos en Bolívar y otros departamentos”, me dice una fuente que pidió reserva de su nombre.*

A Nicolás Curi, otro exalcalde de Cartagena, también lo relacionan con el contratista: “En esa alcaldía le dieron participación en un contrato siendo él un desconocido y por encima de mejores ofertas”, afirma otra fuente consultada. Aparece también el nombre del exalcalde de Turbaco y excongresista Silvio Carrasquilla, pues durante su alcaldía Hilsaca se quedó con varios contratos.

Este tipo de aportes rara vez se hace público. Durante las últimas campañas los políticos han tratado de desmarcarse de su relación con Hilsaca, pues tiene varias investigaciones a cuestas. Una de ellas está asociada al asesinato del comerciante Edinson Ovallos. También ha sido señalado de tener nexos con grupos paramilitares.

A principio de año, cuando se conoció la reunión de Nicolás Petro con el hijo de Musa Besaile, me enteré de otra reunión con Dumek Turbay, exgobernador de Bolívar que hoy tiene aspiraciones a la Alcaldía de Cartagena. Consulté a Petro sobre el encuentro y me lo negó, sin embargo, pude corroborar –por medio de uno de los asistentes– que se encontraron el 27 de diciembre en su apartamento. La reunión es relevante ahora, ya que varias fuentes me confirmaron que el Turco también habría sido cercano a la campaña a la gobernación de Turbay. ¿Por qué mintió Nicolás Petro?

El otro personaje en cuestión es Samuel Santander Lopesierra, más conocido como el Hombre Marlboro, apodado así por mover el contrabando de cigarrillos y licor, es un excongresista y exnarcotraficante que llegó al país hace dos años, luego de pagar 18 años de cárcel en Estados Unidos. Apoyó a Petro durante la campaña, tal y como lo contó CAMBIO, y hoy es el más firme candidato a quedarse con la Alcaldía de Maicao.

Es evidente que Nicolás Petro se estaba moviendo por debajo de la mesa para cuadrar alianzas y no es suficiente el anuncio de apartarse de la campaña. El Pacto no puede lavarse las manos con la excusa de que no fue elegido diputado con ese partido –como dijo esta semana Roy Barreras–, lo mínimo es que se aparte de su cargo mientras se le investiga. Tampoco puede pasar de agache el hecho de que varios ministros fueron salpicados en las denuncias de Day Vásquez, señalados de reunirse con Petro para cuadrar cuotas burocráticas.

El asunto es grave por donde se le mire, pues de comprobarse que las denuncias que pesan sobre Nicolás Petro son ciertas, no solo demostraría un comportamiento mafioso del hijo del presidente que, valiéndose de su nombre y posición habría aprovechado para enriquecerse de forma ilícita, sino que dejaría mal parado a un Gobierno que prometió acabar con la corrupcion.

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