Sin inversión no hay paraíso

La semana pasada se llevó a cabo un interesante foro de CAMBIO sobre cómo debe ser la próxima reforma tributaria que se haga en Colombia. Estas son mis opiniones sobre lo expuesto por el
ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, entrevistado por el director de la publicación - Federico Gómez, y por los panelistas - los exministros de Hacienda Juan Camilo Restrepo y José Manuel Restrepo, y del experto tributario de la firma de abogados Posse Herrera Ruiz, Juan Guillermo Ruiz:

• Tiene razón el titular de las Finanzas Públicas al plantear que dicha reforma no se propondrá al Congreso ahora sino en el segundo semestre, por la gran congestión de proyectos claves (Salud, Pensiones, Laboral, etc.) que ya se están tramitando en el parlamento.
• Acierta el ministro Bonilla al proponer que uno de los objetivos principales sea el de reducir el muy elevado impuesto a la renta - del 35% - que hoy en día se aplica a las empresas. Esa tarifa es de las más altas del mundo y por lo tanto es un factor crucial que le resta competitividad a nuestro país a la hora de atraer inversión extranjera; además es un gran lastre para las compañías nacionales que ya tienen pesadas cargas en materia de inflación, alto costo del dinero, excesivas cargas laborales, trámites engorrosos y costosos, etc. Vale la pena resaltar que en la actualidad el nivel de inversión en nuestro país es -como porcentaje del PIB – apenas la mitad del promedio del registrado en las pasadas dos décadas. Y sin inversión no hay paraíso: crecimiento económico, nuevos empleos, exportaciones adicionales, sustitución de importaciones, y mayor recaudo tributario para invertir en lo social.
• Estoy de acuerdo con el ministro de Hacienda al solicitar -de manera respetuosa, sin desconocer la independencia del Banco de la República y con la justificación del descenso en la inflación– que en la reunión de este mes el Emisor apruebe una reducción de 100 puntos básicos en su tasa de intervención. El sector privado está en recesión y necesita con urgencia un respiro importante en sus costos financieros; en particular las pequeñas, medianas y micro empresas que están siendo asfixiadas por préstamos a las tasas de interés más altas de este siglo.
• El exministro Juan Camilo Restrepo dijo algo muy importante que los congresistas deben tener en cuenta a la hora de las votaciones de los próximos meses: las reformas implicarán gastos adicionales cuantiosos para el gobierno nacional, y por lo tanto, la próxima reforma tributaria tendrá que considerar las nuevas obligaciones que se derivarán de lo que se apruebe. El ministro Bonilla sostuvo que eso no sucederá, pero su afirmación contradice lo que todos los centros de pensamiento y analistas serios han calculado.
• El exministro José Manuel Restrepo declaró una verdad comprobada: la mejor reforma tributaria es hacer que la economía crezca. Porque a mayor ritmo de aumento de la producción, mayor será el recaudo de impuestos. Si la economía no sale del letargo en el que está sumida, no habrá forma alguna de reducir el déficit fiscal (aproximadamente del 5 por ciento del PIB) ni el nivel de la deuda pública (alrededor del 60 por ciento del PIB).
• Coincido con el abogado tributarista Juan Guillermo Ruiz, quien afirmó que la principal preocupación de los inversionistas es la gran incertidumbre- que hoy en día se cierne sobre la estabilidad de las reglas del juego, la salud de la macroeconomía, y la tranquilidad política y social. Con la excepción del tiempo de la pandemia, nunca antes la Colombia contemporánea había experimentado tanta incertidumbre.