Paola Herrera
28 Febrero 2023

Paola Herrera

‘Viva’ la competencia

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La novela de la integración de Avianca y Viva Air, que comenzó a mediados del año pasado, tiene hoy a miles de personas sin poder volar, con reservas pendientes y hasta algunos con las maletas hechas, pero sin posibilidades de aterrizar en sus destinos.

Este caos que se generó en diversos aeropuertos de Colombia y del continente es el resultado de varios meses de trabajo y análisis por parte del Gobierno nacional sobre si es viable o no que las empresas se integren y operen bajo un mismo holding llamado Grupo Abra.

Los primeros acercamientos para esto comenzaron en abril de 2022 y se materializaron en agosto, cuando Avianca y Viva Air le pidieron a la Aeronáutica Civil su integración urgente.

¿La razón? Las graves cifras que tenía Viva Air, que le auguraban un futuro corto en el mercado colombiano, a pesar de tener el 15 por ciento de participación, según los datos de la Aerocivil con corte a diciembre del año pasado.

Los presidentes de Avianca y Viva Air fueron enfáticos en que solo su fusión haría viable la continuidad en el tiempo de esta última, ya que la pandemia los dejó golpeados y otras decisiones agravaron esta situación hasta llegar a lo que tenemos hoy.

Incluso, le echan la culpa al director de la Aerocivil, Sergio París, por no responder a su llamado de emergencia, que los llevó a suspender vuelos y dejar a miles de personas varadas en tierra.

Para la firma de bajo costo, su única salvación tiene nombre y apellido: Avianca. El problema es que, en medio de esta situación, han salido otras opciones para Viva Air, que mantendrían la competencia en el mercado aéreo de Colombia, de por sí ya muy cerrado para un grupo de solo diez aerolíneas. 

Esas opciones son JetSmart, Latam Airlines y Nella Airlines de Brasil, las cuales han manifestado su interés de quedarse con Viva, incluso luego de que esta anunciara su freno de operaciones en Colombia por la crisis financiera.

Por ejemplo, Santiago Álvarez, presidente de Latam, aseguró en un debate en el Congreso que después de un análisis económico, mantienen su propuesta de quedarse con la ‘low-cost’ de forma expedita, ya que está preparada para hacerlo y para mantener las operaciones de Viva en Colombia. Incluso dijo que podrían asumir las deudas de la aerolínea en crisis. 

Entre tanto, Mauricio Araújo de Oliveira Souza, CEO de Nella Airlines, dijo en W Radio que están en disposición de recuperar a Viva Air, por medio de una inyección de capital importante, respaldada por un fondo árabe con un gran músculo financiero.

Y ni qué decir de la chilena JetSmart, que desde hace varios meses manifestó su interés de quedarse con la aerolínea colombiana, con la ventaja de que ya conoce el modelo de bajo costo que se maneja en la región.

En medio de esta lluvia de proposiciones está la Aerocivil, que sigue analizando la posible integración de Viva con Avianca, pero con un ingrediente adicional que se reveló esta semana. Y es que aceptó a varias aerolíneas como terceras interesadas en el proceso, entre esas a Aerolíneas Argentinas, Ultra Air, Wingo, Latam y JetSmart.

La medida fue recibida por Viva Air como un golpe mortal que provocó el cese de actividades. Sin embargo, también se recibió como una luz de esperanza para el resto del mercado aeronáutico, que ve en la integración una puñalada a la competencia y a los precios más cómodos que trajeron estas aerolíneas de bajo costo.

Será la autoridad aeronáutica la que tenga la última palabra en este caso, teniendo también en cuenta que unas 5.000 personas trabajan hoy con Viva Air y una quiebra de esta compañía las dejaría en la calle. Eso sin contar con que otras empresas se quedarían con sus rutas, haciendo más costosos los pasajes que ya están por las nubes.

Como siempre, los consumidores son y serían los directamente afectados, porque si esto se trata de una presión de parte de Avianca para quedarse con la operación de Viva Air, como muchos expertos del sector sugieren, se configuraría un monopolio al que tanto les temen los usuarios, pues implicaría que la misma empresa de siempre controle buena parte de las rutas y tarifas en Colombia.

Hoy, eso que se considera una “jugadita” de Avianca les está saliendo cara a quienes llegaron a abordar sus vuelos este lunes 27 de febrero y se encontraron con la noticia de la suspensión de operaciones de Viva. Ojalá que lo que pase de aquí en adelante no siga afectando a los ciudadanos de a pie y que, por fin, alguna autoridad los proteja. 

No se entiende por qué el Gobierno no actúa de manera rápida para ayudar a darles una solución a los viajeros. ¿Por qué si hace un par de años se abrió la posibilidad de brindarle un multimillonario préstamo a Avianca para salvarla de la quiebra, hoy no se hace lo mismo con Viva Air? ¿Podría el Gobierno apalancar de alguna forma a la aerolínea para que por lo menos vuelva a operar unos meses?

Elegir entre una y otra cosa no será tarea sencilla, pero sí tendrá que hacerse de manera rápida. Cada minuto pasa volando y la verdadera solución es que se mantenga ‘viva’ la competencia.

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