Catalina Ceballos
7 Junio 2022 07:06 pm

Catalina Ceballos

Diversidad cultural para la equidad

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El pasado 21 de mayo se celebró el Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo, dia promovido por la Unesco. Pasar por alto la gran conversación que puede surgir de las múltiples reflexiones sobre este día, sería un error craso.
La diversidad cultural y su reconocimiento son indispensables para el desarrollo de cualquier sociedad, es la posibilidad de tener una gran conversación en el mundo de las ideas y de lo simbólico, pero además es reconocer la riqueza de una vida intelectual y emocional. En Colombia está establecido en el plan decenal de cultura, 2011-2021 la protección y divulgación de la Diversidad Cultural. Esperamos tener el nuevo plan decenal, al finalizar su mandato, de parte de la ministra Angélica Mayolo. De cualquier forma el entendimiento de la diversidad es indispensable para reducir la pobreza y aportar en las metas de los ODS.
La identidad cultural es parte de nuestra identidad como personas, de cómo nos vemos en el espejo, yo me veo colombiana, paisa chapineruna, agnóstica, generación X, madre cabeza de familia. Es muy probable que estas características las comparta con muchas mujeres. Sin embargo, nuestra identidad es fluida, puede cambiar por diferentes experiencias, las del conflicto por ejemplo, por la relación con otros o con mi propio cuerpo. La identidad cultural es importante porque contribuye en el bienestar de las personas, es la posibilidad de identificarse con una cultura y eso nos permite tener sentido de pertenencia, seguridad y confianza. En ese orden de ideas, ¿qué clase de colombiano se siente usted? ¿Con qué se identifica?, ¿con quien comparte aspiraciones? 

Colombia es un país que aún vive el desplazamiento de personas por el conflicto armado, producto del narcotráfico, existe una amenaza permanente por la globalización. Y estamos en ese momento álgido donde debemos elegir un presidente que garantice procesos de participación para nuevas formas de convivencia y equilibrio social ante los flujos migratorios. Como cualquier proceso social, el nuevo presidente debe gestionar la diversidad cultural que supone conversaciones entre diversos referentes culturales para una convivencia en paz, basada en el respeto y valoración de las miradas de quien es diferente. El nuevo presidente debe entender que la diversidad cultural es la base para prevenir la desigualdad y la exclusión y que así se pueden dar profundas transformaciones sociales y económicas, desde  la incidencia en nuestras acciones individuales, hasta las colectivas. 

En este momento de contienda electoral, donde se han visto todos los matices de un país con miedo, con tristeza, con desconfianza, se necesita un esfuerzo colectivo para recordar lo que se ha perdido, y también para construir nuevos puentes sobre las brechas entre los diferentes territorios, para celebrar y abrazar nuestra diversidad. Y eso es lo que vemos reflejado en el plan de gobierno de Gustavo Petro, la importancia de diálogos interculturales, para abordar retos globales, medioambientales, económicos y sociales. Y, sobre todo, para la consecución de la paz, tan amenazada actualmente.

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Manuel Carreño, adicto a la música porque no existe otro adjetivo para explicar su variopinto gusto musical, que empieza en Los Ramones y termina, después de pasar por las baladas y las rancheras en Pulp. Manuel lanzó su primer libro llamado Por Culpa de los Ramones, o cómo la Música No Cura Nada con Editorial Planeta. Carreño recorre los bares, los vinilos, los casetes con los sonidos de The Cure, New Order, Mecano, The Clash, Los Ramones, The Who. Creo que es una lectura obligada para todos los hijos e hijas perdidas del New Wave, como Manuel y como yo.
 

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