Antes de irme del país publiqué algo que, en ese momento, no pasaba de ser algo sospechoso pero que hoy se ha develado como un bochornoso caso de corrupción en el interior del Ejército Nacional liderado por William Santamaria Benavides, César Augusto Sánchez Celis, Sergio Alberto Tafur García, Johnny Fabricio Torrado, todos integrantes del Ejército Nacional, quienes durante el periodo presidencial de Juan Manuel Santos participaron activamente en ciertos entramados, desfalcos e irregularidades en la restitución de tierras y pactos con el narcotráfico.
La teniente del Ejército Katherin Santamaría publicaba con orgullo su ostentoso estilo de vida que no correspondía a los ingresos de una teniente regular, lo cual me generó varias dudas que expuse públicamente y que, junto con otras situaciones, me obligaron a salir del país y hoy me tienen con riesgo extraordinario, según la UNP.
¿Cómo con un sueldo de un poco más de 2 millones de pesos se compró un BMW de casi 300 millones de pesos? Al parecer, el estilo de vida de la teniente Katherin Santamaría serían las ganancias de lavado de dinero en el interior de la Vigésima Tercera Brigada del Ejército, comandada por su tío, el coronel William Santamaria Benavides.
Las actuaciones que se venían presentando en esta Brigada fueron denunciadas en diversas ocasiones por algunos miembros de la misma, especialmente por el militar retirado Carlos Eduardo Mora quien, debido a sus denuncias, fue estigmatizado por sus compañeros de armas como traidor por colaborar en la investigación judicial de falsos positivos llevadas a cabo por su unidad militar, según la Revista Semana. (Revista Semana, 24 de junio de 2015).
Las denuncias narran las diferentes irregularidades que se venían presentando en el interior de la institución, las cuales fueron conocidas por la Procuraduría Delegada para las Fuerzas Militares.
Quién respondió ante la Procuraduría Delegada para las Fuerzas Militares por parte del Ejército Nacional, con el objetivo de pasar conductas sancionables penalmente por sancionables disciplinariamente, fue el coronel Carlos Iván Cadena Montenegro, quien tiempo después se entregó luego de ser acusado por concierto para delinquir relacionado con falsos positivos y tráfico y porte ilegal de armas. Luego de la respuesta del coronel Montenegro, la Procuraduría Delegada para las Fuerzas Militares remitió por competencia el caso a la Inspección General del Ejército Nacional.
Ya en la Inspección General del Ejército Nacional, como se dice coloquialmente, “mamaron gallo” con la investigación, la cual fue remitida al mismo coronel Santamaria, quien supuestamente era partícipe de la comisión de los delitos y, debido a un claro conflicto de interés, al mayor general Sergio Alberto Tafur García, comandante del Conjunto Número 3, quien a pesar de que existen pruebas suficientes para adelantar una investigación seria y con resultados, ha congelado el proceso y como siempre, que nada pase.
Los hechos varían desde el manejo y mantenimiento de partidas de casas fiscales, y la mala de la prima de instalación. Pero nos ocuparemos puntualmente de cuatro: nexos con el narcotráfico, impedimento en la restitución de tierras, y desfalcos.
Narcotráfico
Al parecer, existió una relación entre el coronel William Santamaría y alias Arturo, o como lo conocía la DEA, alias Huasca, quien era un verdadero dolor de cabeza para el gobierno estadounidense y colombiano, por lo cual el presidente Juan Manuel Santos había ofrecido hasta 1.000 millones por su captura, la cual fue imposible de llevar a cabo ya que, según el militar retirado Carlos Eduardo Mora, el coronel William Santamaria, de la mano del hoy general Sergio Alberto Tafur le brindaron información al criminal sobre el plan de la DEA contra él, lo que le permitió escabullirse con facilidad a las autoridades.
La información sería suministrada a través del sargento mayor Prieto, quien era de entera confianza del coronel Santamaria y del mayor general Sergio Tafur. Prieto fue suboficial de la unidad del CENAE estuvo agregado en 2015 a la BR -23 específicamente trabajando en el B-2.
Este escenario le permitió acompañar en los traslados al coronel Santamaría y a su vez conocer personalmente a alias Arturo con quien, según Carlos Mora, se generó cierta confianza. Una vez entregada esta información, la captura del presunto narcotraficante en tal operativo fue imposible. Tiempo después se supo que buscaban evitar su captura por los supuestos negocios entre el coronel Santamaria y el mayor general Tafur.
Tierras
La Unidad de Restitución de Tierras se reunió con el Ejército y la Policía Nacional para poder programar un acompañamiento al Rosario. El coronel César Sánchez afirma que la situación de seguridad no es para nada clara, justificando que el teniente Luis Pico, jefe de inteligencia, afirmó que los cultivos ilícitos de Nariño subieron de 17.000 a 29.000 hectáreas de cultivo. Tierra donde, según el CTI y la Fiscalía, se tiene la presencia de laboratorios en el lugar específico donde entraría la Unidad de Restitución de Tierras, aparte el ELN ya estaría haciendo vacunas y trabajando como el Estado en tal zona.
Entonces, suerte, no los iban a acompañar. La Unidad les respondió, prácticamente les dijo que no veían claramente la necesidad de evitar al Rosario. “No ha habido ataques ni hostigamientos”. También contradice su tesis de incremento de cultivos, ya que en el Rosario no se concentra más del 0,7 por ciento de los cultivos ilícitos del departamento. ¡Pura paja del Ejército!
Anotan cómo en Tumaco hay más de 9.000 cultivos y han adelantado procesos de intervención en lugares de diversidad étnica y mucho más grandes, ejemplo 150.000 hectáreas.
Dejan a salvedad que es la primera vez desde hace cinco años que el COLR cambia de opinión, y ese cambio de opinión se debe a que ¡El Rosario-Nariño no se tocaba! Por orden del coronel William Santamaría y el mayor Celis Sánchez no se permitía la erradicación manual hasta que se “solucionara lo de la restitución de tierras”, como lo indican los chats del militar Losada perteneciente al batallón Biboy, al parecer tales cultivos y lotes eran del señor Mario Chávez, un poderoso ganadero, amigo personal de los señores Santamaría y Sánchez. De esos con los que salían a tomar en las cabalgatas y realizaban negocios, al punto de prestar sus caballos para las integraciones y eventos sociales del Cantón Militar.
Lo denunciaron los mismos integrantes del Ejército, pero la entidad responde a través del oficio 000356 del 17 de enero 2016, se defendieron manifestando problemas con los habitantes de tal sector, definiéndolas con manifestaciones y amontonamientos por parte de indígenas y campesinos cultivadores de coca, debido al incumplimiento de la política estatal, a su vez afirmando que se suspendió la erradicación debido a la falta de grupos móviles de erradicación.
No es del todo cierta por múltiples razones, ya que el señor coronel Cadena Montenegro era nuevo en el cargo en el tiempo de las denuncias de Carlos Mora, imposible estar al tanto para mostrar la información que presentó ante la Procuraduría Delegada. Su poco conocimiento llevó al error en las respuestas del oficio.
Se afirma que pararon la erradicación, cosa que no es cierta ya que el escuadrón contaba con grupos móviles y en el Rosario estos ejecutaron la modalidad soldado a soldado, antes de “dejarlo quieto”.
En el Rosario para esa época no existía tal protesta, en municipios cercanos sí, mas en el Rosario no sucedió tal cosa plasmada en las respuestas, según Carlos Mora. Sustituyeron la situación de orden público de otro municipio para así poder cumplir con la orden de William Santamaria.
Toma sentido ya que hasta que no se soluciona eso de la tierra no iban a tocar Rosario, el Ejército no queriendo erradicar cultivos y mucho menos acompañando a la Unidad.
Desfalco alimenticio
Los soldados profesionales de doble descuento tienen derecho a su alimentación (víveres frescos) Eso para cualquier funcionario corrupto es visto como dinero fácil. El mayor Jhonny Fabricio Torrado al parecer se habría quedado con este dinero con conocimiento y complicidad del coronel William Santamaria.
El mayor Torrado le estaba ilegalmente descontando dinero trabajado a sus soldados, los soldados afirman textualmente que les cobraron doble alimentación, cuando el Ejercito internamente se dio cuenta, este los amenazó con darles de baja y trasladarlos, lo que hizo que varios soldados enviaran un informe a sus superiores en Bogotá
Pero para darle créditos al señor creo que se leyó El Príncipe de Maquiavelo, cambio de estrategia y prometiendo permisos por 30 días manipuló a aproximadamente a 28 soldados, los llevó a un banco y de su propio sueldo les instruyó consignarse, y entregar el recibo de tal consignación. Con el objetivo de dejar constancia de que tal auspicio ya había sido subsanado por parte del Ejército Nacional.
No existen las planillas de legalización de los pagos del retroactivo de las bonificaciones de los soldados regulares de 2016 o si existen están legalizadas con otras huellas y firmas, jamás les pagaron.
El teniente coronel Sergio Arias Rodríguez era quien controlaba y también notó dichas irregularidades, las cuentas no le cuadraban y dicho desfalco ya era evidente en el Cantón Militar en Pasto. Esto generó ciertas diferencias dentro del mismo Ejército entre el mayor Torrado y el teniente coronel Rodríguez, donde Torrado cuestionó cualquier tipo de resultado de la Unidad Táctica de Rodríguez, usó tal como chivo expiatorio y desviar la atención sobre sus acciones.
Esto no era un secreto a voces, todo era conocido por el jefe del Estado mayor de la BR-23 coronel Sánchez Celis y el coronel mismo Santamaría. No hicieron nada, porque según Carlos Mora estos reciben directa e indirectamente beneficios económicos de la plata que se robó el mayor Torrado. ¡No van a patear la lonchera!
Pero el hueco seguía cada vez haciéndose más grande, la señora Edna Brigitte Romero Vivas interpuso una queja ante la misma página del Ejército, como le estaban robando a los mismos soldados profesionales y la omisión del coronel Sánchez Celis. No pasó nada, de la inspección del Ejército fue remitida al mismo Santamaría para “indagación preliminar”.
Luego de publicar los cuestionamientos hacia la teniente Katherin, fuentes aseguran que ella es una de las que se queda con este dinero de William, con tal dinero de los desfalcos, narcotráfico y tierras vive la vida que le robaron al resto de soldados y las víctimas de ellos mismos.
Qué pasará por la cabeza del presidente Iván Duque y la procuradora Margarita Cabello ahora que su ministro de Defensa podría estar a punto de dejar su cargo, su comandante del Ejército Nacional de Colombia no ha logrado explicar satisfactoriamente lo que ocurrió en Puerto Leguízamo, y su comandante del Comando Conjunto No. 3, de acuerdo con la documentación presentada en esta investigación, estaría involucrado en graves actos de corrupción. ¿Hasta cuándo dirán que se trata solo de manzanas podridas? ¿Qué garantías tendrán quienes se enfrenten en las urnas a este Gobierno y a su candidato Federico Gutiérrez? Es un momento trascendental para los medios de comunicación, los activistas, líderes políticos y veedurías electorales. Este es el Ejército ciudadano que va a defender la democracia en Colombia.