Carlos Duque
20 Febrero 2022

Carlos Duque

Fotosíntesis, de Carlos Duque | Corazón de Petra

“No importa qué tan acongojado se encuentre el payaso, su oficio es salir a sacar sonrisas”, dice Fabio Rubiano.

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No me gusta el uso que el imaginario popular hace de la palabra teatro que los colombianos utilizamos para expresar falsedad o engaño. Prefiero la palabra "play", que en inglés se refiere a la obra teatral en el aspecto artístico y que sugiere juego, diversión e imaginación, sinónimos que ilustran la complicidad creativa que Fabio Rubiano y Marcela Valencia han sostenido desde que fundaron el Teatro Petra en 1985. Durante más de tres décadas de trabajo ininterrumpido, la compañía ha ganado varios premios nacionales e internacionales de dramaturgia, becas de creación, premios de coproducción y residencias artísticas en el exterior. Sus obras han sido invitadas a más de 35 festivales internacionales en Europa, Suramérica, México y Estados Unidos. Los textos de Rubiano también han sido traducidos y llevados a escena por diversos grupos nacionales y extranjeros. La complicidad de este dúo está construida sobre la sólida piedra del verdadero amor al arte. Desde su encuentro hace más de 35 años, han dedicado sus vidas a compartir las alegrías y dificultades que trae consigo el exigente oficio de interpretar en vivo la realidad del mundo con la imaginación y la poesía como únicas herramientas. La tenacidad de Fabio y Marcela ha quedado demostrada a través de su extenso recorrido, y particularmente en la forma como han logrado sortear la supervivencia de la compañía durante los años de la pandemia, en un país como el nuestro donde la cultura es la chica fea de las políticas gubernamentales. Con talento y obstinación se supieron adaptar para superar las circunstancias adversas del cierre de la sala y la limitación de aforo de asistentes. Con obras como Yo no estoy loca y Labio de liebre lograron despertar la lealtad de un público que supo acompañarlos con el reconocimiento y el aplauso sincero. Como dice el propio Rubiano: “No importa qué tan acongojado se encuentre el payaso, su oficio es salir a sacar sonrisas”.  

 

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