Yohir Akerman
18 Junio 2022

Yohir Akerman

Los titiriteros

Entre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsAppEntre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsApp

En el mapa de actores que enmarcan el escándalo de corrupción conocido como ‘Las marionetas’, en el que el senador Mario Alberto Castaño es el protagonista principal, existe un personaje secundario que conecta todo a la Casa de Nariño. 

Me explico. 

En la investigación liderada por la Fiscalía por presunto direccionamiento irregular de contratos públicos en cinco departamentos del país, denominado por el ente de control como ‘Las marionetas’, se investiga a nueve personas. Nueve individuos que harían parte de la organización criminal liderada por el reelecto senador del Partido Liberal.

Según los investigadores expertos en finanzas criminales se han identificado, hasta ahora, 28 inmuebles urbanos, siete vehículos, dos sociedades y un establecimiento de comercio relacionados con esta estructura criminal. Todos adquiridos por Mario Castaño entre 2018 y 2022.

En solo cuatro añitos, el congresista Castaño construyó una módica fortuna de más de 13.000 millones de pesos. Nada mal. Eso mientras fungía o aparentaba fungir como honorable senador de la república. Pero no, su trabajo de tiempo completo era robarse los recursos del Estado.

Más de 50 contratos irregulares son la prueba de esto. Contratos que se habrían dirigido ilegalmente en los departamentos de Caldas, Risaralda, Tolima, Valle del Cauca, Cauca y Chocó. También se investigan 16 nombramientos que habría conseguido la organización criminal a cambio de que los contratistas entregaran su primer mes de sueldo.

El famoso ‘yo te nombro y tú me pagas’.

En el marco de esa investigación, la Fiscalía obtuvo más de 3.500 llamadas telefónicas de los integrantes de esta operación. En esas conversaciones se menciona la forma de contratación política en otros departamentos como Cundinamarca, Antioquia, Quindío, Putumayo y Boyacá. Aparentemente, cuando Castaño se pasaba de tragos, que era bastante común, le gustaba llamar a discutir de sus contratos. Y quedó grabado. 

Las conversaciones muestran que el alcance de Castaño era nacional. Mucho más grande de lo que hasta ahora se le imputa, puesto que lo publicado es apenas la punta del iceberg de lo que presuntamente se robó. Todo parece indicar que Musa Besaile y Ñoño Elías se robaron del pasado gobierno, lo que Mario Castaño a la administración de Iván Duque.

La periodista Valeria Santos ha realizado una investigación muy completa al respecto, que ha publicado en dos columnas diferentes. En particular sobre una de sus aristas, que son los recursos que se entregaron a dedo a personas que hacen parte del eje de control de Castaño. Recursos invertidos en la gran bandera del gobierno de Duque: los contratos de energía solar. Hasta en eso sale quemado el senador y posiblemente encandelillado el presidente, ya que se entregaron por medio del Dispac casi 500.000 millones de pesos a esa estructura criminal.

En el marco del escándalo conocido como ‘Las marionetas’ también fue capturada la comunicadora Nova Lorena Cañón Reyes. Ella deberá responder por los delitos de interés indebido en celebración de contrato, estafa agravada e incluso lavado de activos.

La Fiscalía señaló, gracias a la evidencia documental y las grabaciones telefónicas, que Cañón era la encargada de gestionar contratos. Nada más y nada menos que en el Ministerio de Salud, a cargo de Fernando Ruiz Gómez, y en el Ministerio del Interior, en cabeza de Daniel Palacios Martínez. Dos muy cercanos alfiles del presidente Duque.

Cañón igualmente cobraba por lograr donaciones de mercancías decomisadas por parte de la Dian. Donaciones que eran entregadas a las entidades públicas. Además, organizaba reuniones políticas para el senador Castaño. Impresionante alcance el de la comunicadora, que resultó ser la mujer orquesta en la estructura criminal. Pero de la orquesta que tocó el concierto para delinquir de Mario Castaño.

Pero volvamos a la conexión entre la Casa de Nariño y el senador Castaño. Durante el mismo periodo de tiempo que Lorena Cañón sirvió de lobista de Mario Castaño para lograr los contratos ilegales con el gobierno, ¡oh sorpresa!, la comunicadora ejerció de relacionista pública de, vaya, vaya, vaya, Juliana Márquez de Duque, la madre del presidente Duque. 

Así como se oye. 

La persona que está presa hoy, por hacer parte del cartel de las marionetas con el senador Castaño y presuntamente robarse cientos de miles de millones de pesos, aparece en diferentes eventos acompañando a la primera madre, como su relacionista pública.

El 15 de noviembre de 2019, por ejemplo, doña Juliana Márquez de Duque, presidió el Encuentro Cultural por la Recuperación Ancestral de La Chamba. Un evento que se desarrolló en el Tolima con el apoyo de la Gobernación de este departamento, el Sena y la Alcaldía del Guamo, en el Malecón Turístico de la vereda La Chamba. 

Los titiriteros

Según la reseña oficial, “Lorena Cañón, directora de Prensa y Comunicaciones, organizó con su equipo de trabajo este importante evento, de la mano de doña Juliana”. 

Es importante aclarar que la madre del presidente Duque vive en Ibagué y Cañón es oriunda de esa misma región. Es más, su hermana, Norma Rocío Cañón Reyes, es recurrente contratista como relacionista pública del Concejo Municipal, la Alcaldía de Ibagué y la Gobernación del Tolima. 

Los titiriteros

Pero no para ahí. En otro evento, realizado el 22 de septiembre de 2020, Lorena Cañón incluso se presentó como la delegada de la madre del presidente en la visita al centro artesanal, durante la entrega de ayudas para familias de La Chamba y Chipuelo. Algo así como primera madre sustituta.

Doña Juliana de Márquez no pudo asistir a tal encuentro, pero en su representación envió a la persona investigada hoy por lavado de activos y concierto para delinquir, por saquear los recursos de ese mismo departamento del Tolima. 

Los titiriteros

Y esto ya fue admitido por la comunicadora a la justicia colombiana. En la primera audiencia sobre este proceso, Cañón, para buscar un acuerdo y beneficios por parte de la justicia, dijo que quería reconciliarse con el país y su familia. “Sé que lo que hice estuvo mal. Me preocupa mucho la seguridad de mi hija, de mi familia”. 

Agregó además que en las diferentes reuniones que se organizaban con mandatarios locales, departamentales y congresistas para buscar contratos, “me presentaba como asesora de la mamá del presidente Duque. Eran citas individuales, querían saber si podían acceder a predios o vehículos”. 

No cabe duda de que esa presentación debió abrirle muchas puertas. Lo cual hizo también que le dieran muchos contratos. Dineros que se robaron en cabeza del senador Mario Castaño y en los que tenemos claro quiénes eran las marionetas, pero falta determinar quiénes eran los titiriteros. Castaño ha estado amenazando en los corrillos de la cárcel que él no se hunde solo en ese hueco. Posiblemente viene otro “cañonazo” que puede pasar esta situación de Castaño a oscuro.

Conozca más de Cambio aquíConozca más de Cambio aquí

Más Columnas