Belisario Moreno, juez 35 penal de conocimiento de Bogotá, manifestó estar impedido en los casos en el que el cuestionado fiscal, Daniel Hernández, actuaba como parte acusadora.
Juez y fiscal compartían reuniones sociales, tal y como lo reveló hace unas semanas el periodista Gonzalo Guillén. De otra parte, esta columna conoció que Hernández, fiscal estrella de las administraciones Martínez Neira y Barbosa, tendría sus días contados en la Fiscalía.
El 2 de mayo pasado, el juez Belisario Moreno Romero, manifestó su posible impedimento en el proceso que se adelanta en contra de los expolicías Yeferson Fabián Tocarruncho y Wadith Miguel Velásquez por presuntas interceptaciones ilegales a civiles y a otros uniformados.
Romero y Tocarruncho pasaron de investigadores a investigados. El trabajo de los uniformados, antes adscritos a la Dijin, fue clave en el descubrimiento de la ñeñepolítica.
El impedimento del juez Moreno fue expresado después de que el periodista Gonzalo Guillén revelara las fotos de un baby shower al que acudieron los protagonistas de sonados casos judiciales en el país.
El ágape transcurrió en la vivienda del abogado Mayer Nayi Abushibab, quien fue asesor del exfiscal Néstor Humberto Martínez Neira. En 2017, Abushibab fue señalado por su cercanía al entonces extraditado fiscal Gustavo Moreno, en su defensa, el abogado dijo que tal cercanía se limitaba a haber actuado como apoderado suplente en un caso en el que estaba implicada la exesposa de Gustavo Moreno.
En las fotos reveladas por Guillén se ven muy sonrientes, y en fotografías distintas, al fiscal Hernández y al juez Moreno quienes posan entre globos azules, cupcakes, y un osito de peluche.
Los tres participantes del baby shower gozaron de posiciones relevantes durante la fiscalía de Martínez Neira. Hernández, como uno de sus fiscales estrella, y Abushibab y Moreno como sus asesores.
En su defensa, el fiscal Hernández dijo que en el baby shower no hubo consumo de licor, y que se trató de la celebración de la llegada al mundo del hijo de un amigo, la cual transcurrió entre postres y el inofensivo juguete.
Sin embargo, hay sospechas de otra reunión. Durante la audiencia, el juez Moreno leyó un derecho de petición enviado por Guillén y un anónimo que llegó al despacho del togado. En los dos escritos se menciona una reunión, esta sí con tragos, que habría transcurrido en un restaurante al frente de la Fiscalía, reconocido por los breves atuendos de las mujeres que allí trabajan, y en la que presuntamente departieron el fiscal Hernández y el togado.
Durante la audiencia, ninguno de los mencionados negó de manera clara que dicha reunión hubiese existido. Tampoco negaron que hubiesen compartido reuniones sociales, lo que sí dijeron es que se sentían víctimas de una campaña de seguimientos y perfilamientos, y señalaron a Guillén de estar enterado de sus pormenores.
El anónimo contenía otra información que impulsó al juez a declararse impedido.
¿Chuzado por su amigo?
En el escrito, que fue remitido por el juez a las autoridades pertinentes, se asegura que el togado había sido interceptado de manera ilegal por orden del fiscal Daniel Hernández. En el escrito se mencionan 5 radicados en los que figura el teléfono del juez Moreno con orden de interceptación.
En la audiencia, el juez dijo sentir temor y manifestó estar en una situación difícil al poder ser una potencial víctima de la persona que en esa diligencia fungía como delegado de la Fiscalía General de la Nación.
El juez Moreno también manifestó su impedimento en otro importante caso, el del exjefe de prensa de la Policía Metropolitana de Bogotá, Carlos Arenas. Arenas está siendo procesado por una serie de delitos informáticos y de violación a la intimidad, caso en el que también está siendo investigado el general (R) de la Policía, Humberto Guatibonza. Los dos procesos se encuentran ad portas de la prescripción. En dichos casos, coincidencialmente Hernández actuó como fiscal y Moreno como juez.
Tanto Arenas como Guatibonza aparecen en un dosier de seguimientos y perfilamientos hecho en 2018 cuyas víctimas son particulares, oficiales de la Policía, y el entonces candidato presidencial Iván Duque y su familia.
En la base de datos de la Fiscalía General de la Nación, Daniel Hernández aparece vinculado a ocho noticias criminales, siete de ellas en proceso de indagación y una en juicio, entre los delitos que se investigan se encuentra prevaricato por omisión, amenaza a testigos, abuso de autoridad y fraude procesal. Esta columna conoció que la Dirección Ejecutiva de la Fiscalía, está analizando la situación del fiscal Hernández y estudia si declara su insubsistencia.
